Bloody Love
Capítulo 16
Redadas y ArchiEliteKALEY
Al dar el reporte de haberme encontrado, las tropas desplegadas se dirigen a un punto de reunión previamente pautado en el lindero del bosque al sur con el bosque donde reside la manada, que es delimitada por una carretera que sale de la ciudad y conduce a su vez a unas cuantas urbanizaciones en una gran explanada entre ambos bosques.
El alba está dando y todo está bañado de luz, el cielo tiñéndose de azul, rosa y dorado; los cinco camiones están aparcados a un lado del camino en un punto donde la carretera está a solo veinte metros de la primera fila de árboles.
Basta con que aparezcamos para que mamá, que llegó antes que nosotros, se aproxime con una expresión de consuelo en el rostro. Dioses, no puedo expresar el alivio que siento de verla. No puedo dejar de esbozar una sonrisa cuando viene y me envuelve protectoramente entre sus brazos, intención que le devuelvo.
—Gracias a todos los dioses que estás bien. No sé qué hubiera hecho de no haberte encontrado. —murmura aún en el abrazo, su voz, normalmente condescendiente, se escucha emotiva.
Teniendo en cuenta la reacción que, dijeron los chicos, tuvo cuando se le fue informada mi desaparición y posible rapto, probablemente hubiera sido algo muy precipitado, impropio de ella, y puede que agresivo. Algo tuvo que pegársele luego de convivir con Clark's la mayor parte de su vida, ¿no?
La punzada de remordimiento vuelve a mi pecho y la estrecho con más fuerza un momento antes de soltarle.
— ¿Cómo se te ocurrió ir sola tras Volusek, Kaley Clark? —regaña luego y su tono causa en mí el mismo efecto que el que usó Amber: una cara de cachorro regañado.
—No lo sé, solo... vi la oportunidad de que no escapara y, de ir con el equipo, nos hubiera detectado. —explico encogiéndome de hombros.
El racionamiento es válido y, aun así, falso. Mamá niega con la cabeza.
— ¿Te das cuenta de lo arriesgado que fue? Tienes suerte de que los Cazadores te interceptaran. Ir a enfrentarte sola a Lauren Volusek. —reprende severamente, cruzándose de brazos y mirándome fijamente a los ojos.
No logro sostenerle la mirada. Mi mente, no muy oportuna, me recuerda que, aunque ella no lo sepa ese enfrentamiento tuvo lugar. En más de una ocasión y en más de un aspecto. También, me hace recordar las muchas veces que me hizo reclamos de este tipo cuando estaba entre los quince y los diecisiete años y había encontrado un nuevo pasatiempo: como me sabía bastante bien los rondines de los Guardianes en el lindero, me aseguraba de no estar cerca de ellos para hacer mis propios reconocimientos en busca de intrusos.
Mamá suspira.
»Eres igual a tu padre. —cuando afirma eso, regreso la vista a ella, una pequeña sonrisa adorna su rostro.
No hallo la manera adecuada de reaccionar a eso.
—No en todo —digo luego de varios segundos de meditación, la confusión aparece tanto en el rostro de mi madre como en los chicos —: la misión fracasó.
Puede que, luego de todo lo que pasó, ese detalle sea el menos relevante de toda la situación.
Pero no para mí. No cuando se trata de mi primera misión. Quiero decir, ¡mi primera oportunidad! Puede que tenga otras, pero ninguna pesa tanto como la primera. Y, aunque fue por motivos fuera de mi control, no dejó de arruinarse.
—No fue tu culpa, Kaley. —conforta mi madre.
—Por supuesto que no lo fue, ¡todos los Beta dicen que lo hiciste genial! Incluso dudaban que fuera tu primera vez al mando de una unidad de campo. —apoya Dan, acercándose a dejar una mano en mi hombro.

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Bloody Love
Fantastique¿Pueden una loba y una Vampiresa llegar a amarse? Ciertamente, y cuando comparten un destino escrito, es posible. Kaley Clark, una mujer lobo a punto de cumplir la mayoría de edad, jamás pensó siquiera llegar a sentir empatía por alguien como el...