Capítulo 20

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Bloody Love

Capítulo 20
Miedo a Caer

LAUREN

Conozco muy bien Lasfort, viví aquí demasiado tiempo para no hacerlo y he estado por el suficiente para notar los cambios que hubo, como el traslado de un refugio y el abandono de zonas que antes estaban bajo nuestro completo control. Por eso estoy muy segura de que jamás he visto un sitio parecido a este en toda esta metrópoli.

Es un barrio de mala muerte, alejado del centro y de la vista e interés de la mayoría; eso sí, las calles están repletas de gente andando, la mayor parte de ellos, según Zam, con el mismo destino que nosotras. Un edificio de cuatro plantas, tres abiertas al público, fuera se escucha el rumor de la música, y frente a la puerta hay una larga fila con personajes de apariencias extravagantes, como por el ejemplo el chico de ropas punk y cabello verde en forma de cresta.

Sin embargo, nada de eso es lo que hace singular a este lugar. Presiento que hay algo de lo que me estoy perdiendo. Hay una energía extraña vibrando a través de las paredes de la estructura junto a las ondas de la música. Entramos al local saltándonos la fila, la planta baja es una especie de pub con un escenario para aficionados, ahora mismo actúan un par de chicos poco coordinados; vamos hasta la primera planta.

Es un antro, y al adentrarnos entre la multitud danzarina me percato de lo que se me había estado pasando por alto.

La concentración de criaturas sobrenaturales es demasiada para pensar que el lugar no sea, de hecho, un sitio de congregación famoso entre las mismas. Hedor y sangre en cantidades desproporcionales, y otras energías menos comunes en una cantidad menos significativa.

Así y todo, no hay tensión en el ambiente, la atmósfera no es hostil y, aunque no parecen relacionarse unos con otros, Úpiros y lobos coexisten entre ellos, quizá ignorándose, pero juntos en un mismo sitio. Siquiera en mis fantasías más irrisorias imaginé jamás la mera existencia de un lugar así. Incluso me siento algo desorientada.

— ¿Quieres subir a la segunda planta o prefieres quedarte aquí? —me propone Zam.

La segunda planta es una clase de timba con aspiraciones a casino que, de acuerdo a lo que Zam mencionó, tiene una parte legal y una ilegal: la legal se basa en apuestas tradicionales, fichas y efectivo, mientras que la ilegal se trata de trueques con artículos más... exóticos.

—Este lugar promete —opino recobrando la compostura; camino por entre la multitud intentando no acercarme demasiado a los perros, con dirección a la barra —. Además, prefiero obtener la forma más tradicional de diversión.

—Es difícil encontrar algo tradicional aquí. —ríe Zam, se recarga al mostrador y contempla el particular público de esta noche.

—Hablando de eso, ¿qué es este lugar? —inquiero sin parecer muy impresionada.

El barman, sin siquiera haberle pedido nada, me entrega una copa de cristal con un líquido rojizo, vino. Luego de analizarlo, y darme cuenta que no es solo eso lo que contiene, le lanzo una mirada de ceño fruncido a él, que me responder con una sonrisa cómplice. Qué lugar más interesante.

—Este es el santuario de los marginados. —anuncia Zam con fresca alegoría; sujeto la copa y me vuelvo a mirar a las personas — ¿Ves a todos estos lobos? Son traidores o Rogue por decisión, de esos que no se preocupan más que por sí mismos. ¿Los Vampiros? Son Perjuros, o individuos que, como a nosotras, les importa poco los principios o cualquier cosa que pueda limitarnos.

Lo que dice es cierto. Los Rogue por decisión irradian una energía particular, ya que su conexión con la Bestia que llevan por dentro es más estrecha que la del resto, mientras que los perros desleales apestan a deshonra. Veo varias runas de Moon en rojo. Aquí, los que no tienen una, poseen la otra. Mientras que la sangre que flota en el ambiente tiene ese matiz de abandono que caracteriza a los Perjuros, o es similar a la mía, o a la de Zam.

Bloody LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora