Bloody Love

Capítulo 6

Bloody Love

Capítulo 6
Agente y Misiones

KALEY

— ¡Wow, wow, wow! Debes calmarte un poco, Clark. —aconseja Asher de pie a una distancia prudencial de Mick y yo.

Llevamos un par de horas entrenando y yo no podría estar más eufórica. De cinco combates con el hermano mayor de mi tutor he ganado tres, y eso, pese a Mick ser un Beta, es más de lo que podía decir antes. Aún no he peleado con Asher, pero eventualmente lo haré y no veo la hora de darle una buena pelea.

A tres días de mi cumpleaños, mi juramentación como Agente de la manada Moon fue ayer. La ceremonia de promoción de los soldados de Fase II se celebra todos los años en julio y diciembre, de manera que solo son ascendidos los que ya cumplieron la mayoría de edad y demostraron poder controlar la transformación.

La de ayer fue especial, claro; no todos los días la heredera de la manada es promovida. La celebración fue dirigida por Darius que, como abad de la Luna, es quien encargó de presentarnos ante la diosa como miembros reales de Moon, y por mi madre, que es la única con poder de asignarnos nuestro nuevo rango.

Primero fue el ritual de los tatuajes, es decir, la oficialización de nuestra pertenencia a la manada. Fui la última en hacerlo, puesto que el juramento que Darius recitó para mí no era el mismo que el del resto de los graduando, yo no me comprometí solo como miembro, sino como futura líder.

Aunque en la manada hay tatuadores, que son los únicos que conocen las técnicas especiales para que la tinta permanezca en la piel de individuos que se regeneran, la runa fue plasmada en nosotros por Darius, pues no es del todo un tatuaje, es un elemento mágico, uno que nos conecta de alguna manera con nuestra diosa madre.

Muchos dicen que duele igual que un tatuaje, aunque es más rápido, y se imprime arrastrando la punta de una pieza de piedra de luna bruta, sin ningún pulido ni nada por el estilo, en el lugar elegido para portar la marca, sin dibujar en realidad la runa, solo trazando una línea con la forma correspondiente, y el resultado es una limpia figura como un tatuaje brillante y nacarado, que se volverá negro luego de unos minutos. Yo, sin embargo, nací con el boceto de la mía, así que no hizo falta más sino que Darius tocara el dorso de mi mano derecha con la piedra para que la marca se coloreara correctamente.

Seguidamente, Alfa nos hizo jurarnos a los diez graduando de esa noche al mismo tiempo, pues el voto del soldado es el mismo, y lo que nos distinguió en las áreas fue el hecho de que fueron los líderes de las diferentes materias quienes nos hicieron entrega de nuestros fangs o claws. No obstante, en lugar de Asher, a cargo de los Agentes, yo recibí mi fang de mi madre.

Todo fue sumamente emocionante y tuve que hacer grandes denuedos para no sonreír de oreja a oreja durante toda la ceremonia y mantener la sobria expresión que se espera de todos los que atraviesan por el ritual, pero sin lugar a dudas ese fue el momento más emotivo. Después de todo, mi fang es bastante parecido al de mi padre, una daga cuyo mango está forjado con la runa de la manada y la hoja parece más bien de un cuchillo arrojadizo. La noche terminó con celebraciones de carácter más íntimo, así que fuimos los chicos y yo pasando el rato en el bosque, mi madre nos acompañó hasta que los deberes la llamaron a retirarse.

Y ¿por qué sigo en entrenamiento, si ya me han promovido? Porque hasta que no sea nombrada Alfa de la manada Moon, y que mis ojos pasen a ser rojos para demostrarlo, tengo que seguir recibiendo las tutorías de los diferentes Delta.

Así pues, aquí estoy, deteniendo una pelea con el Teniente Acker por indicación de Asher.

—Vamos, Asher; llevo un buen ritmo.