¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSE

𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝑄𝑈𝐼𝑁𝐶𝐸 "𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒐𝒔𝒐".

Lozano salió de aquel lugar solo asegurándose minutos después de que Corina ya no estaría cerca. Era de noche. Respiró rápidamente mirando hacia todas las direcciones, necesitaba un taxi para regresar a casa... pensó que ni siquiera tenía una.

Caminó con cierto desespero de un lado a otro en la acera. Aún no podía creer el estado tan deplorable en el que la noticia de que Edson estaba casado, lo había dejado. Tenía tantos sentimientos y pensamientos que decir, y que pensar...

Entonces un auto llegó hasta él. Era Edson.

Hirving- inmediatamente se estacionó frente a Lozano, bajó de su auto acercándose a él, pero Hirving retrocedió.

¡Aléjate de mí!, ¿que ibas a regresar?, ¡mentiras!- en cuanto terminó de hablar, Hirving respiró desesperadamente y con dificultad.

Edson había leído los mensajes que se habían enviado desde su celular, y por eso pudo dar con él.- Sé que Corina te llamó para que vinieras aquí, me descuidé.- Edson suspiró para relajarse- me descuidé un segundo cuando salí a comprar algo para mi mamá, y Corina tomó mi celular, te envió ese mensaje, pero yo puedo explicartelo todo porfavor- Álvarez se acercó a Hirving, pero este retrocedió más hasta pegar su espalda a una pared.

¡Te dije que te alejaras de mí!, ¡te odio!- Lozano respondió casi gritando, algunas personas habían volteado a ver qué sucedía.

Te odio. Pensó Edson. Hirving, el amor de su vida lo odiaba.

¿Qué me puedes explicar?, si Corina ya me lo explicó todo, estás casado con ella, ¡tú solamente me usaste!- Lozano comenzó a llorar con desespero. Sentía una mezcla de emociones intensas que terminaban en la presión de su pecho.

¿Casado?, no, Hirving... estamos comprometidos, ¡pero yo no la amo a ella!, yo te amo a ti- Álvarez hizo una mueca de dolor. Quería llorar y esperaba que sus palabras fueran suficientes para que Hirving le creyera.

Pero a pesar de que esto era verdad, no fue así.

¡No me mientas más!, ¿por qué haces esto?, te aprovechas solo porque... sólo porque siento esto por ti, pero no por eso voy a permitir que me destruyas más- Lozano limpió sus lágrimas y después cubrió su rostro con su mano- no quiero verte de nuevo. Fue un terrible error volver a encontrarte y sobre todo... abrirte las puertas de mi vida, ¡te odio!- Hirving después de decir aquello, descubrió su rostro y para su suerte, justo venía un taxi que podría sacarlo de ahí, así que corrió a la orilla de la acera para hacerle la parada con su mano temblorosa.

No, Hirving, no te vayas, porfavor hay que hablarlo- Edson se acercó a Lozano, pero no se atrevió a tocarlo para detenerle. Solo pudo observar con mucho dolor y ganas de caer en llanto como Hirving subía al taxi y se marchaba...

Nuevamente había perdido a quién más amaba, y supo que no lo podría recuperar otra vez.
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Edson, ¿dónde estabas cariño?- Corina habló con descaro al mismo tiempo en el que acariciaba la mano de la madre de Edson, quién dormía tranquilamente.

¡Eres una maldita mujer!- Álvarez tomó fuertemente por el brazo a Corina haciendo que esta se levantara, pero se soltó de su agarre con fuerza.

Entonces rió con más descaro aún en la cara de Edson- ¿ya te dejó tu omeguito?- el tono de voz burlón de Corina lo hizo sentir sumamente molesto.

Lárgate de mi casa. No creas que me voy a casar contigo, ¡no importa lo que hagas!, escúchame bien, no me voy a casar contigo, y no vas a lograr que me aleje de Hirving, ¡a quién sí amo!- Álvarez habló lo más alto que pudo, pero fue casi susurros molestos. Tampoco quería despertar a su madre que dormía; dió la vuelta y salió de la habitación.

Pero Corina estaba molesta. Muy. Salió detrás de él.
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Hirving volvió a pagar el taxi, pero esta vez sin nada de ganas ni energía. Miró la gran puerta para entrar al edificio donde Diego, se sintió melancólico, solo, triste, usado. Sintió todo menos amor... ya no, se trató de convencer.

Pero fue imposible.

Entró directamente hasta las escaleras y entonces las subió. Sintió que sus pies pisaban cada una de estas, no supo si eso era algo bueno, o solo quería enfocar su mente en cualquier otra cosa que no fuera Edson.

Lo hizo así hasta conectar su llave con la puerta para abrirla.

Hirving, ¿cómo te fu...- Diego estaba sentado en el sofá jugando videojuegos, pero su sonrisa fue desvaneciéndose lentamente al ver a Lozano entrar... llorando con un rostro completo de dolor.

Diego... está casado...- Hirving cerró la puerta detrás de él; un nudo se formó en la garganta del alfa que jugaba al escuchar el tono de voz bajo y entrecortado de Hirving. Lainez se levantó inmediatamente para abrazarle, pero Lozano caminó en otra dirección y pasó sus manos por su cabello con desespero.

¡Me uso!, ¿y sabes por qué?, porqué nadie quiere a un asqueroso omega como yo- Lozano respiraba rápido. Estaba teniendo un ataque de pánico que jamás había sentido en su vida. Era horrible; pensó.

Diego se paró justo detrás de él- Hirving, eso no es verdad... ¡no!- Lainez sostuvo con fuerza a Hirving, quién había empezado a hacerse daño a sí mismo con golpes. Entonces Diego se preocupó aún más, pero le sostuvo con fuerza- Hirving, respira, estoy aquí...

Hablaba y repetía Diego, Hirving solo pudo hacerle caso. Respiró manteniendo algunas veces el aire en sus pulmones, estuvieron así hasta que el omega pudo sentirse más tranquilo, pero no sin ese dolor emocional.

Ven, siéntate- Lainez guió a Hirving al sillón; este se sentó y a su lado se sentó el alfa.- Ahora sí... ¿estás seguro que está casado?- Diego supo que hablar de ese tema podría resultar peligroso para las emociones de Hirving, pero era ahora o nunca.

Sí. Quién me llamó para verme era su esposa... una alfa, ¿ves?, por eso te digo que nadie querría a un asqueroso omega como yo... pero él, él... me prometió que sí- Hirving se abrazó a sí mismo. Estaba temblando y sollozando.

Lainez suspiró- yo te quiero... digo, te quiero como mi amigo, y el hecho de que seas un omega no cambia nada- entonces Hirving le miró al escucharlo hablar.

Lozano sólo pudo recargarse en Diego, quién le abrazó y siguió llorando en sus brazos.

Estaba deshecho, pero no se imaginó que esa sería la última vez que vería a Edson... bien.