𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝐶𝐼𝑁𝐶𝑂 "𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒅𝒐".

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Capítulo con contenido sensible
(Violencia, agresión y temas delicados).

Hirving trató de cubrirse de los golpes de su padre, estando en el suelo. Cada uno le dolía, pero no tanto como el pasado.

No se dió cuenta de como logró escapar entre una respiración entrecortada, golpes, lágrimas y sangre por los golpes.

Se sostuvo de el marco de la puerta de la cocina y miró a su padre... lo miró con odio.

¿Crees que ya terminé contigo?- el alfa progenitor de Hirving iba acercándose a él a paso lento para seguir atacándolo, pero Hirving fue más inteligente...

¡Sé que no vas a descansar conmigo hasta que me mates igual que a mi mamá!- aquellas palabras que salieron de su respiración agitada, sonaron en sus propios oídos ya que jamás lo había dicho abiertamente.

Pero era verdad.

¡¿Por qué no lo haces?!, ¡¿quieres que te ruegue igual como lo hacía ella?!, ¡bien!, ¡no me pegues más!, ¡¿recuerdas?!- la voz de Hirving cada vez se hacía más fuerte e intensa, pero sin duda, llena de dolor.- ¡Me estás haciendo daño, suéltame!, eso...¡eso te decía, ¡¿no?!.

El padre de Hirving se detuvo en seco. Recordó ese día...

Cuando llegó junto a Hirving después de encontrarlo besándose con Edson, estaba furioso, entonces comenzó a golpear a su hijo... bastante.

Su madre intervino, pero las cosas salieron peor... Hirving se escondió en su habitación. Limpió la mezcla de lágrimas y sangre de su rostro, mientras escuchaba gritos y golpes por parte de sus padres...

Pero no se atrevió a salir, estaba aterrado.

Pero su terror incrementó al escuchar que unos gritos habían cesado; y esos eran los de su madre.

Se imaginó lo peor, y no se equivocó. Cuando salió de su cuarto decorado con lo que más le gustaba, y bajó las escaleras, se encontró con la peor escena que pudieron haber visto sus ojos jóvenes...

Su madre estaba sin vida en los brazos del que alguna vez creyó como su "padre".

Inmediatamente regresó arriba. Se encerró en su cuarto de nueva cuenta, y cubrió sus oídos.

Se sintió culpable, pero cuando llegó la policia, no tuvo el valor para culpar a su padre...



¡¿No vas a golpearme!?, ¡te he dicho que me mates!- Lozano lloraba al mismo tiempo en el que gritaba lo más fuerte que podía. El dolor que estaba experimentando no era comparado con absolutamente nada más que haya experimentado antes.

Su padre suspiró bajando su mirada.

Entonces Hirving aprovechó esa oportunidad para girar por el otro lado en dónde estaba él, y salir corriendo hasta la calle.

Una vez fuera del terror, se detuvo en seco mirando la puerta de su vivienda, esperó con miedo a que esta no se abriera, y para su suerte no lo hizo. Reguló su respiración, pero cubrió su rostro con desesperación llorando con intensidad.

Recordar el trágico deceso de su madre defendiéndolo lo hizo volver a sentirse culpable. Sintió que se estaba volviendo loco, por un momento quería que todo desapareciera, que lo dejaran en paz...

Que lo dejaran ser feliz.

Caminó sin rumbo ni dirección por calles que no recurría, pero no quería caminar por donde lo hacia a diario. Aveces solo quería estar con su madre, si ella estuviera todo sería distinto... seria mejor...

Sintió escurrir la sangre de su rostro, solo no se dió cuenta de dónde provenía esta, pero si alguien en la calle lo veía así, comenzaría a hacer las mismas preguntas que siempre hacían y era lo que menos quería.

Se detuvo en un parque... el parque que recurría a ir con Edson cuando eran adolescentes.



¿En dónde estabas?- Corina interceptó a Edson una vez llegado a su casa. Vivían juntos y en 2 meses iban a casarse.

¿Importa?, fui a ver a alguien -Edson respondió sin ganas. De por sí estaba triste por no haber hallado a Hirving, y ahora su "lindísima" prometida le hacia la típica escena de celos, pero no a él, a su dinero.

¿A quién fuiste a ver?- Corina siguió a Edson cuando este se dirigía a la cocina por un vaso con agua.

Corina, déjame en paz- la paciencia del alfa se estaba acabando, pero recordó la mala idea que fue juntar a dos alfas en una misma casa.

¿Crees que puedes hablarme como se te pegue la pinche gana?, vas a ser mi esposo, y si yo quiero te pongo un puto chip de rastreo, ¿dónde chingados estuviste?- Corina tomó el vaso con agua de la mano de Edson y lo arrojó al suelo frente a Edson, salpicandolo de agua.

¡¿Qué chingados te pasa?!, ¿a ti qué te importa a dónde voy o no?, estoy harto de ti, de toda esa asquerosa farsa, ¡entiende que no te amo! ¡ni siquiera te quiero!- Edson respondió acercando su rostro furioso hasta Corina. Esta sonrió alzando su vista.

Yo no soy una de tus "golfitas" omegas. Yo tengo carácter y fuerza, y si crees que me vas a intimidar con tu pinta de "macho", te adelanto que no. Imbécil - Corina empujó a Edson para que se alejara de la cercanía.

Pero Edson volvió a acercarse a la misma distancia y ahora fue su turno de sonreír.- Tienes toda la razón... tú no eres una omega, porque si lo fueras, seguramente me gustarías, pero ni siquiera puedo verte sin sentir asco.- Edson caminó alejándose de Corina no sin antes empujarla hombro con hombro.

Corina cerró sus ojos envuelta en coraje. No le preocupaba si él la quería o no, le preocupaba su imagen, y la riqueza.

Edson volvió a tomar las llaves de su auto. Al fin Corina le había dado una buena idea. Iría a buscar a una omega, específicamente, a uno. Eso de darse por vencido no estaba en su vocabulario.


La tarde llegó, y con ella cierta oscuridad. Lozano había pasado todo ese tiempo corriendo por la pista del parque, estaba agotado, no había comido nada más que lo que Guillermo le invitó en la mañana, tampoco había bebido agua, y sintió que tenía temperatura por los golpes que su padre le había dado.

Entonces se detuvo tratando de regular su respiración, esta vez esta era lenta, y su vista estaba nublada.

Pero sintió que su corazón se detuvo al escuchar que alguien lo llamó a su nombre por su espalda.

"¡Hirving!".

Era Edson. El mismo que había visto esa mañana irse en su auto.

¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora