Transcurrió una linda semana con normalidad. Parecía que todo estaba yendo bien; Kevin había aprendido bastante rápido y mejor de lo que todos esperaban, Diego pensó que tenía un toque especial y cuando se lo dijo, el omega alto se sonrojó bastante, pero Diego se sonrojó al verlo.
Era domingo, día de descanso para qué no se abriera el café.
Guille, ¿estás listo ya?, tenemos la cita ahorita en media hora- Lio esperaba con paciencia a que su sigma de gran altura saliera del baño.
Ya voy, lo siento- dijo Ochoa saliendo limpiando sus ojos.
Amor- Lio se acercó inmediatamente a él, se alzó como de costumbre y besó sus labios tomándolo por sus mejillas.- ¿Por qué estabas llorando?- preguntó el alfa de también baja estatura para su sigma.
Ochoa sonrió soltando una risita- es que estaba muy melancólico. No puedo creer que estemos tan cerca de esto- dijo Ocha.
¿De esto?- Lio sonrió - se dice, de tener la posibilidad de empezar a criar a nuestro hijo.
Guillermo volvió a hacer una mueca de llanto que trató de evitar. Lio lo abrazó acariciando sus rizados mechones con sus dedos- gracias, Lio.
Este negó - me dí cuenta de que quería esto en cuanto tú me lo pediste. Tengo casi 30, y vos también, creo que estamos en una buena edad para ver a nuestro hijo con su pareja.
Expresó Lio. Ochoa acarició su espalda.- Tienes razón.- Dijo el sigma de cabello rizado y se alejó de Lio para besar sus labios.
Su alfa lo tomó por la cintura para acercarse más y profundizar su beso. Pero cuando este empezaba a escalar con toqueteos y jadeos...
No, Lio...- susurró Ochoa alejándose de este- perdón, es que últimamente no me he sentido muy bien para... eso.
Lio ladeó su cabeza- ¿será un efecto más sobre tu cambio, mi Guille?- dijo con preocupación Lio- debemos ir al médico. No te preocupes por lo demás, me importa más que mi sigma, padre de mi hijo esté bien- dijo Lio sonriente. Ochoa también sonrió y acarició la sonrisa iluminada de Messi.
Después de darse un par de besos más, salieron de la casa de Guillermo.
¿Quieres un mango o sandía?- por su parte, Diego y Kevin habían aprovechado el día de descanso y fin de semana para salir al parque. Había un par de juegos y un espacio con pasto donde podían acostarse para admirar el sol y el cielo azul despejado.
Mango está bien- dijo Kevin, el cuál lo pidió con chile del que pica y mucho limón.
Diego miró su vaso, él había pedido sandía con chile del que no pica porque luego le daba gastritis.
Empezaron a caminar una vez Diego pagó todo pues, se excusó diciendo "yo te invité a venir".
Kevin, tengo que confesar que esta semana que has estado en el café, me he sentido más feliz- comenzó hablando Diego quien caminaba y escogía los trozos de sandía con menos chile.
¿Más feliz?, y eso por qué, Diego- respondió Kevin que comía cada trozo de mango y entre más limón hubiera, mejor.
Porque ahora sí Lio ya no se va a poder burlar de mí. Él siempre me está diciendo "is qui istis cilisi pirqui yi si tingi piriji" - arremedó Lainez a Lio con una mueca de burla y un acento Argentino.
Kevin rió cubriendo su boca ya que estaba masticando- eres demasiado gracioso. Me alegra haberte mandado ese mensaje, que me respondiste con un "si, claro, guapo" y un corazón.
Lainez tosió al oírle. Lo tomó desprevenido- ni me recuerdes, que me da "cringe" como dicen los chavos.- Respondió Lainez.- La verdad es que, a pesar de que no menti cuando te dije guapo... me puse muy nervioso.

ESTÁS LEYENDO
¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSE
AléatoireHirving Lozano es un joven de 23 años. Vive y trabaja cotidianamente además de que comparte un techo junto a su padre, un ex militar retirado. Pero este lo odia por ser un omega. Edson Álvarez por su parte, a su edad de 24 años se halla comprometido...