𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝐶𝐼𝑁𝐶𝑈𝐸𝑁𝑇𝐴 𝑌 𝑆𝐼𝐸𝑇𝐸 "𝒃𝒐𝒅𝒂".

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¡VIVAN LOS NOVIOS!— gritó de repente Diego (qué también lloraba), entonces todos empezaron a aplaudir, los padres de Edson eran quién más aplaudían.

¡Me voy a casar!— dijo en voz alta el entusiasmado alfa, alzando su mano que también tomaba la de su sonriente omega.— Siempre sabes cómo hacerme feliz, mi Hirving. Ahora seremos una familia...— entonces regresó su rostro Edson al del más bajo. Ambos se sonreían.

Esto es lo que yo siempre había anhelado...— susurró Lozano con prontas nuevas lágrimas en sus lindos ojos, las cuales recorrían las montañas formadas en sus pómulos por su sonrisa feliz.— ¿Puedo decirte que te amo?...

¿Por qué me preguntas eso?— Edson acarició la mejilla sonriente y humeda de su omega.

Porque no quisiera ofenderte con una palabra tan ambigua para lo que siento por ti.— Respondió Hirving.

Álvarez ladeó su cabeza, nuevamente sintió un nudo en su garganta — entonces... oféndeme— y soltó una risita.

Hirving también rió.— Te amo. Edson...

Yo también. Hirving— susurró el alfa.

¡Ya partan el pastel!— se oyó gritar de fondo por Diego, después se oyó un "¡cállate!" de Guillermo.




La fiesta había transcurrido excelente, entre risas, bailes y mucha felicidad por los recién comprometidos, solo que, era de noche, y un omega preñado con dos cachorros era...

¡Estoy tan cansado!— se quejó Hirving al entrar en la casa, delante de su alfa, una vez ahí, se sentó en el sillón y alzó su playera dejando ver su abultado vientre.— Ya me dió calor— decía mientras ventilaba su creciente barriga.

Edson rió y caminó hasta sentarse al lado de su omega.— Mis cachorros ¿se mueven?— cuestionó el alfa colocando su mano encima de donde se hallaban resguardados.— Hola... aquí su padre...— susurró.

Entonces...

¡Lo sentí!— dijo inmediatamente Edson, incluso sus ojos se cristalizaron.— ¡¿Lo sentiste?!.

Los siento toodos los días. Aveces en la madrugada — rió el omega, acariciando la mano de su alfa encima de su barriga— ellos saben que tú eres su papá.— Dijo feliz— pronto cumpliré 3 meses.

Alvarez dejó un beso en sus cachorros — eso quiere decir aue ya casi sabemos qué son... niños, o niñas...— se incorporó y abrazó a Hirving quién, se acurrucó en él, sonriente. Entonces impregnó a su omega con su olor.— Mi Hirving. Quisiera organizar nuestra boda lo más pronto posible, quiero estar oficialmente casado contigo...

Lozano asintió — ¿entonces?... ¿qué fecha le pondremos?.

Te parece bien quizas... ¿en una semana?, sé que es demasiado...

Demasiado pronto—bromeó Hirving. Edson rió.— Es excelente fecha, entre más pronto sea yo, omega de Álvarez, más feliz estaré.

Y yo alfa de Lozano— besó la cabeza de su omega, Edson.— Amor, siempre había querido casarme contigo en... la playa.

¿Otra vez?, la última vez que fuiste, fuiste solo— Hirving cruzó sus brazos celoso— y con un policía.

Edson rió a carcajadas — pero esta vez será diferente. Esta vez será solo tú, yo... y seguramente Diego porque llorará para ser invitado.

Hirving sonrió y se incorporó para subirse encima de su alfa, quedando frente a frente— ¡entonces sí quiero!, no me importa dónde, cómo o quién asista. Solo quiero estar casado contigo— y entonces el omega comenzó a repartir besos en todo el rostro de su alfa. Más que besos era baba...

Me estás babeando todo, mi lindo Hirving — decía entre risas el dejado alfa.— Entonces, está de decidido. Nos casaremos en una semana, y... será en la playa.

Ambos se miraron fijamente, sonrientes.— ... Amor...— susurró Hirving y jugó con el pecho de su alfa— es que...

¿Necesitas algo?— cuestionó amablemente Edson.

Mjm— dijo en un tono coqueto, Hirving.— ¿Me dirás que no?— entonces el omega acarició con picardía la mejilla de su alfa.

Hirving, mi lindo omega... pero no podemos hacer eso...— susurró Edson, Hirving iba acercándose a sus labios.

Ándale... dime que sí quieres...— susurró sobre sus labios Hirving.

¡Jugar a las escondidas!— se repitió Edson en su mente, quién, buscaba por toda su gran casa a su escondido omega.— Mi amor, ¿dónde están?— preguntó Edson.

El silencio reinaba por las habitaciones que no usaban, donde lo buscaba. Hirving le había pedido a Edson que jugaran a las escondidas.

Pronto, en una de las habitaciones escuchó una risita. Él sonrió.— Bueno— suspiró— tendré que ir a comerme yo solito la mermelada de fresa que acabo de comprar...—dijo sabiendo que Hirving estaba ahí.

Hirving se sorprendió. Pero se quedó en silencio.

Si acaso saliera un lindo omega que ama la fresas, bueno, quizás podría... hacerle un pastel de estas...—continuó diciendo Edson. Al ver que su omega no salía ni se veía...— iré a la cocina.— Y salió, cuando escuchó un...

¡Mi amor!— de adentro. Entonces regresó y caminó hasta...

Es que ya no me puedo levantar— dijo Hirving con sus piernas estiradas, escondido detrás del otro lado de la cama. Edson rió y se sentó a su lado.

¿Quieres que te haga un pastel?— dijo acomodando algunos mechones de su pelo del omega. Hirving asintió sonriente.

Sí, porfavor — dijo mirando a su alfa.— Pero, primero debo levantarme de aquí — dijo el omega viendo como su vientre se lo impedía.

Edson pensó que su omega se veía lindo ahí sentado. Era como una bolita con patitas. — Ven, yo te ayudo— entonces se levantó primero para ahora levantar con cuidado a su bolita con patitas de olor dulce.

¿Pero puedo ayudar?— dijo Hirving mientras caminaba a la puerta, al lado de Edson.— ¿Aunque se me queme?

Este asintió.— Podrías apoyar emocionalmente al cheff. — dijo Edson mientras caminaba a la cocina.

Hirving asintió — mejor. ¿Está bien si te doy...un besito cada 5 minutos?.

Alvarez rió — es excelente idea.

Lozano sonrió. Llegaron a la cocina.

¡Por cierto!, hay cartas en el buzón. Voy por ellas— dijo Hirving, entonces salió y las recogió. Una vez hecho, regresó adentro y se sentó para recargarse en la barra.

Justamente como lo había dicho, cada 5 minutos le daba un beso a su alfa cheff que hacía ese pastel como todo un profesional.

Hirving suspiró.— Es... maravilloso.— Pensó.— Creo que...

Todo me está saliendo bien...

Pensaba. Sonrió admirando cada movimiento de su alfa. Las cartas que había recogido estaban a su lado, pero no leyó ninguna...

Grave error.

Pues, había una en especial que decía...

—C.

¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora