𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝑆𝐸𝑁𝑆𝐸𝑇𝐴 𝑌 𝐷𝑂𝑆 "𝒄𝒐𝒑𝒂 𝒅𝒆 𝒗𝒊𝒏𝒐"

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No sé cómo me dejé convencer — dijo entre risas Angel, quién viajaba en el auto de Andrés. Eran las 10 pm y la inauguración había terminado, solo que Andrés había invitado a su alto omega a pasar un tranquilo rato en su casa...

Solos.

¿Quieres que te lleve a casa de Guillermo?— cuestionó con amabilidad Andrés.

No, llavame a la tuya, Andrés— dijo en voz baja el omega. Sonriente. Guardado atendió y siguió su primer recorrido a su vivienda.

¿Te gustaría que tomaramos algo?— dijo el alfa solo a algunas cuadras antes de llegar.

Hmm, quizás algo de vino— respondió Angel quién, se veía algo ansioso por llegar.

Andrés rió —Angel, cariño, namas' tengo charanda—bromeó Andrés. Pronto llegaron en cuanto el alfa explicaba qué era eso y porque no lo tenía en verdad.


Angel se sentó en el sofá y, en la mesa frente a él, Andrés dejó una copa de vino que sí tenía, y se sentó a su lado, frente a frente.

El restaurante de Guillermo se ve muy fino— dijo Angel quién, se había inclinado a tomar su copa y beber un poco de ella sin apartar su vista de Andrés quién hizo lo mismo.

Andrés rió asintiendo mientras tragaba su bebida — espero que nos de vales de descuento, porque al chile no creo poder pagar un lugar así para llevarte.

Angel arqueó su ceja— preferiría que me llevaras por unos tacos— sonrió — además, yo también puedo invitarte, sabés, Diego me dió trabajo en su cafetería rara—dijo en tono burlón. Era una excelente cafeteria pero siempre pasaban cosas bien raras.

Ambos dejaron sus copas en la mesa.

Angel, gracias por aceptar salir conmigo. A mis 37 años pensé que me quedaría solo después de mi divorcio.— Dijo Andrés.

Angel sonrió — ¿por qué pensás que no podés amar?, sos jóven.— Angel acarició el ante brazo recargado en el respaldo del sofá, del alfa.

Después de un silencio que se compensaba con una sonrisa...

Angel se subió encima del alfa quién, ya esperaba esa reacción pues comenzó a acariciar sus piernas y muslos mientras se besaban con mucha pasión, tanta que, en el silencio de su sala de la sola casa, se podían escuchar sus jadeos.

Contenido +18

Andrés se deshizo de la camisa del omega que acariciaba su cabello y miraba como el alfa de baja estatura besaba sus pezones haciéndole removerse por encima de el antes mencionados.

El calor corporal de ambos comenzaba a subir, y cuando hace calor es mejor usar las menores prendas posibles, cosa que hicieron ambos.

Angel volvió a tomar el rostro del alfa para besarle, después de unir sus desesperados labios por el otro, poco a poco fue bajando sus humedos y rojizos labios por el cuello de Andrés.

Se deshizo de la playera estorbosa del alfa y siguió su recorrido de labios hasta llegar a su abdomen.

Te demostraré que aún podés amar— susurró con lujuria Angel quién, se hallaba en medio de las piernas abiertas del alfa que le miraba hacia abajo, cada movimiento.

Pronto y sin protesta, Andrés se dejó desnudar de su cadera hacía abajo. El omega quitó la ropa que estorbaba para saciar su necesidad de satisfacer a su alfa.

La excitación pronta del alfa se hizo presente en las manos y boca del omega quién, no esperó demasiado y comenzó a darle placer succionando y lamiendo de diferentes formas y velocidades a su alfa.

La mirada de Angel jamás se apartó de la de su alfa, quién sostenía su cabeza entre gemidos roncos que le excitaban bastante. Saber que su alfa lo estaba disfrutando era la mejor sensación que un omega como él (enamorado) podría tener.

Se dejó hacer por las peticiones del más bajo. La respiración acelerada y los movimientos rápidos demandados por su alfa le hicieron saber que este estaba a nada de correrse, pero a pesar de eso, no se detuvo.

Siguió moviéndose de arriba a abajo en el extenso y húmedo miembro de su alfa hasta que al fin sintió que este terminaba. Sacó el miembro de su alfa y le sostuvo con su mano, esperando a que este se recuperara después de aquella sensación.

Ven— susurró en un jadeo Andrés. Angel atendió y volvió a subirse encima de este. Esta vez el alfa comenzaba a acariciar y besar todo lo que podía el cuerpo ajeno pero, el simple  hecho de haberle dado aquel placer a su alfa, ya hacía tener a un omega bastante humedo y listo, además de sumamente deseoso.

Angel se detuvo de improviso y se bajó de encima del cuerpo del más bajo, alertandole, pero, Andrés sonrió al ver la increíble escena de su omega en una posición donde su cuerpo era detenido entre sus manos y rodillas en el sofá.

Supo qué hacer.

Acarició los glúteos de Angel previamente desnudados por él, con dedicación. Incluso dejó algunos besos y caricias suaves en la zona humeda y preparada de el omega.

Hacelo— indicó Angel quién, se mantuvo en aquella vergonzosa posición.

Tendré que marcarte si lo hago, Angel. No te dejaré ir después de esto, te haré muchos cachorros.— Advirtió Andrés.

Angel sonrió — entonces hacelo, quiero que lo hagás. Te necesito, alfa— susurró haciendo sus caderas hacía atrás para chocar su zona erógena con el miembro excitado del más bajo.

Andrés tomó aquella jadeante petición. Comenzó a hacerse camino al interior del ahora jadeante y saciado omega qué, se sostuvo de la orilla del sofá al, al fin sentir como su alfa le llenaba.

Andrés no esperó más y comenzó a embestirle con tranquilidad, pero la lubricación era suficiente como para que él pudiera aumentar su ritmo, y así lo hizo, comenzó a moverse frenéticamente dentro y fuera de su omega.

Ángel cerraba sus ojos con fuerza, la excitación que estaba sintiendo era demasiada, ni en sus mejores sueños húmedos podría haberse imaginado estar en esa posición con el alfa que anhelaba, Andrés.

Pero lo estaba, y estaba recibiendo... mucho amor por parte de él, le gustaba. El hecho de que fuera Andrés le excitaban más que cualquier otra cosa.

Su piel se estremeció después de varios minutos al empezar a sentir besos en su espalda, de pronto, Andrés salió de él solo para sentir como después, este lo tomaba y hacía que se subiera en él.

El alfa separó los glúteos humedos y algo rojizos por el agarre anterior del omega, y permitió que este último bajara sobre su miembro, y así lo hizo.

Angel se sostuvo fuerte de los hombros algo marcados de Andrés y una vez sintió que todo su alfa estuvo en él, comenzó a moverse de arriba a abajo, deseoso de más.

Andrés — se escuchó un susurro/jadeo sobre los labios del mencionado por parte del omega al borde por la sensación en esa zona exacta que le gustaba. Posteriormente, hubo una unión de labios por parte de ambos.

Sin saber que iniciaba una unión de vidas.

Andrés se pegó al cuello/clavícula de su omega, este supo que comenzaba la labor de ser marcado. Sintió pequeños mordisquéos que se combinaban con espasmos en su parte baja de su orgasmo. Sintió como esos espasmos terminaban en la consolidación de jadeos y movimientos de cadera frenéticos que, disfrutó con una sonrisa, pues, también sintió...

Como es que era marcado, proclamado como el omega de alguien. Como el omega de Andrés, su ahora alfa.

¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora