𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝐷𝐼𝐸𝑆𝐶𝐼𝑆𝐼𝐸𝑇𝐸 "𝒂𝒍 𝒃𝒐𝒓𝒅𝒆".

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Capítulo con temas delicados que pueden resultar sensibles para algunxs lectores.

Disculpe, ¿ha visto a un joven por aquí?, es un omega como de esta estatura- Guillermo buscaba como un loco junto a Corina a Hirving.- Está bien, gracias...

¿Algo?- preguntó Corina una vez Guillermo se acercó a ella, después de no haber tenido éxito.

Nada.- respondió Guillermo con preocupación.- ¿A dónde podría haber ido?- se cuestionó en voz alta Ochoa.

No lo sé... pero no lo culpo, eran amigos cercanos - pero Corina sabía toda la verdad. Y ella escondía más cosas de las que aparentaba.

Guillermo la miró raro. ¿A acaso ella no sabía que habían sido un amor jóven?, aunque bueno, decir esa información no le correspondía a Guillermo.- Por cierto... lamento lo de tu... esposo- mencionó Guillermo.

Corina bajó su mirada, simulando tristeza- gracias... aunque nada podrá hacer que se vaya este dolor- Corina mintió. Estaba más feliz que nadie por lo que estaba pasando.

Por fin sintió que se había deshecho de 2 pájaros de un tiro.

Pero bueno, ahora debemos encontrar a Hirving, ¿no?- procedió a decir la alfa a Guillermo, quién asintió de inmediato y volvieron a dividirse para buscar en el hospital.
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No sé, Lio, ya me preocupé- Diego expresó a Messi, habían estado hablando mucho y ya parecían ser buenos amigos.

Pero no entiendo, ¿decís que ese alfa está casado?, entonces por qué se preocupa por él- mencionó Lio, mientras barría algunas áreas del solo café.

Pues..., es muy raro todo, yo tampoco entiendo qué pasa. Pero Hirving no merece nada de esto. Él es una gran persona, es buen deportista, hace atletismo sabes, es amable... la vida lo ha tratado mal- Diego limpiaba las mesas, pensativo y preocupado.

La vida es injusta... aveces queremos una cosa pero no podemos tenerla- respondió Lio, él también quería algo.

¿Tú crees necesitar algo distinto?- Diego giró para mirar a Messi. Este se detuvo de barrer y suspiró.

Creo que... encontraría el amor más fácil si yo fuera un omega al que pudieran marcar- confesó Lio.- Sabés... Guillermo es un buen alfa, y por eso no creo que haya sido bueno que haya aceptado esto... se lo dije, él merece estar con un omega- Messi bajó su mirada al suelo.

Lainez arrugó sus cejas en un rostro de confusión- pero, ¿qué?, Lio, mira, personalmente creo que eso es una estupidez. Sí, yo sé que hay marcas inseparables entre alfas y omegas... pero no hay una regla para amar a alguien y estar con esa persona.

Lio entonces miró a Diego al oirle hablar.

Yo creo que no hay necesidad de cambiar quién eres. Eres un alfa, y puedes estar con otro alfa que huele a café, perfectamente.- Diego sonrió- no te preocupes por eso. Creo que hay lazos que no se ven, pero existen...

Lio escuchó atentamente a Lainez. Solo después de escucharle terminar de hablar, sonrió.

Creo que... tenés razón, Diego- habló bajo Messi.
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Hirving respiró el aire que la gran altura le devolvió. Cosa que lo hizo sentirse aún más ahogado. ¿Qué hacer cuando ya no se tiene el sentido de nada?. Hirving no pensó en poder continuar más, no con todo el dolor que sentía, que siempre sintió.

¿Pero qué hacer?. Ya había escapado de aquella sala de espera donde había recibido una noticia terrible. Pero ahora sintió la necesidad de escapar de su realidad... para siempre.

Se sentó en el suelo y cruzó sus piernas. Su mente siempre estuvo pensando en Edson. En su sonrisa, en su rostro, en lo lindo que brillaban sus ojos cuando lo veían, en lo lindo que besaba sus labios...con amor.

Pero después recordó que ya nada de eso sería posible, porque él ya no estaba y no estaría nunca más... se lamentó. También recordó lo que había dicho...

Edson se había ido de este mundo con la terrible idea de que Hirving, lo odiaba...

Edson... Edson, yo te amo...- habló en voz alta Hirving. Sollozó más alto.- No te odio... jamás podría odiarte- continuó.

Pero no era suficiente. Sentía dolor, culpa y remordimiento... ¿qué se hace cuando ya no se quiere hacer nada?... pensaba Hirving. Entonces se levantó.

Perdón...- caminó con lentitud hasta la orilla del techo del hospital.

Perdón, mamá... -subió un pié a a barda que dividía el techo con el abismo.- No quise hacerlo...- susurró antes de subir el otro pie. Su vista siempre estuvo hasta el frente.

Tragó saliva. El aire lo movía, estaba terriblemente asustado. Pero era más el dolor que sentía. Sintió que no tenía la oportunidad de que algo le saliera bien... que lo había perdido todo.

Edson...no me odies- susurró cerrando sus ojos- nuestra historia...- sus lágrimas a pesar de que sus ojos estaban cerrados, lograban salir de estos.- Nuestra historia no pudo ser...- susurró Hirving, con dolor, pues tenía razón, o al menos sintió que así era.

Edson, perdóname- habló más alto, entonces miró hacía abajo. Estaba muy alto, pero aquello no lo terminó de convencer para bajar al otro lado donde estaba el techo.- Debí quedarme contigo ese día- miró entonces al cielo.

Debí volver... buscarte...- respiró con dificultad antes de dar otro paso al frente, y quedar más cerca de la orilla.

Dio un último suspiro...

Nunca...- hizo una pausa mirando al cielo- nunca tuve la oportunidad de estar contigo...

Hirving susurró antes de dar otro paso hacia el frente...

¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora