𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝐷𝑂𝑆 "𝒂𝒄𝒕𝒖𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅".

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¿Dónde estabas?, Memo tiene preguntando por ti desde hace horas-Diego extendió hasta Hirving el delantal típico de mesero con una motivada frase. Hirving trabajaba en un café cerca de su casa.

Perdón, dile que ya llegué, es que me costó mucho trabajo poder dormir, no me sentía muy bien-Lozano se colocó aquel delantal que decía "sonríe, tu café está listo".

Mejor dile tú, yo voy a preparar los pedidos que hay pendientes, he estado atendiendo y preparando-Diego, un alfa joven de 20 años, se quejó por haber realizado el trabajo de Hirving.

Lozano a penas llevaba 1 mes trabajando en ese lugar pues, lo hizo después de abandonar su carrera por cuestiones personales... emocionales.

Hirving se encaminó hasta donde normalmente se hallaba Ochoa, su jefe y dueño del café.

Pero unas manos lo abrazaron por la espalda de su cintura.

Otra vez llegaste tarde, ¿crees que porque eres el omega del dueño puedes tomarte libertades?- Ochoa susurró sobre el oído de Hirving, este se estremeció pero sonrió.

Y tú, ¿crees que porque soy tu omega y tú mi jefe, dejo de ser tu empleado?- Hirving se alejó del abrazo de Guillermo, pero caminó de espaldas hasta dar con la pequeña oficina que Ochoa.

Guillermo sabía qué hacer. Caminó hasta entrar junto a Hirving.

Buenas tardes, pasen por aquí porfavor- Diego atendió a 2 comensales que acababan de llegar.

Corina, una alfa de 1.80, rubia y de piel clara como una perla, admiró el lugar... pero no le agradó. Lo hizo saber.

No me gusta, yo merezco algo mejor que una asquerosa cafetería.- Corina regresó por donde vino para salir de aquel lugar.

Edson suspiró. Corina era su prometida.

Lo siento, muchas gracias - se disculpó con Diego, este asintió avergonzado con una sonrisa y lo vió irse detrás de la alfa difícil de complacer.

¿Dónde está Memo cuando se le ocupa?- Diego miró dentro de la cafetería, pero no vió ni a él ni a Hirving por ningún lado. Supo que estaban encerrados en su oficina, haciendo quién sabe qué.

Ochoa besó los labios de Lozano en desesperación por sentir más de él. Todo se quedaba en besos, nunca sucedía nada más, y esa no sería la excepción.

No, Memo, estamos trabajando-Lozano separó su rostro girándolo hacia un costado. Ocho suspiró alejándose de su omega.

¿Por qué siempre me pones un pretexto?- Ochoa no pensaba reclamar aquello, solo se sintió... insuficiente.

No vamos a hablar de eso otra vez. No estoy listo, si tenemos sexo lo más probable es que quede embarazado- Lozano se acomodó su ropa y su delantal para salir de la oficina donde él mismo había entrado en un inicio.

Pero hay condones- Ochoa habló un poco más alto de lo normal antes de que Hirving saliera de la oficina para trabajar.

Lo que Guillermo no sabía, era que su omega se negaba ya que... él no era el amor que deseaba.

¿Por qué siempre tienes que ser tan grosera con todos?- Edson se hallaba aún fuera del café, dando la espalda a la puerta principal. Corina rodó su ojos.

Déjame en paz. Tú fuiste el que me trajo a esta pocilga. Llévame a un restaurante lujoso, no sé, ¿yo me merezco más, no?- ahora fue Edson el que rodó sus ojos. Pero al fin y al cabo, iba a casarse con ella.

Está bien, súbete- Edson caminó para llegar hasta su lado de conductor, aún de espaldas hacia la puerta. Pero se detuvo en seco.

¿No me vas a abrir la puerta?, que pendejo eres- Corina abrió la puerta de su lugar y entonces subió al auto. Edson suspiró tratando de regular todo el coraje que su "prometida" le había hecho pasar. Subió a su auto.

¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora