𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝑆𝐸𝑆𝐸𝑁𝑇𝐴 𝑌 𝑆𝐸𝐼𝑆 "𝒑𝒂𝒓𝒂𝒄𝒂𝒊𝒅𝒂𝒔"

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Quiero agarrar un bronceado sexy— dijo Andrés que se recostó boca abajo en la orilla del mar.

Angel arrugó el rostro— ¿para qué querés un bronceado sexy?— mencionó parado al lado de Andrés recostado boca abajo.

Para ver si agarro marido— bromeó, alzó su rostro y empezó a reir.

Ángel también rió y caminó hasta quedar por los pies de Andrés.— ¿Ah sí?— dijo sonriente. Se agachó hasta tomar a su alfa por lo pies y lo jaló hasta llevarlo adentro del mar, entre gritos y alguna que otra tomada de agua de mar de Andrés.

Simón wey. Hacemos las carreritas y el que llegue al último se va a subir al paracaídas —dijo Diego a Lio. Este negó.

Sos pendejo, a mí me da miedo — dijo con sinceridad en una mezcla argenxico Lio.

Pinche alfa de papel— dijo Diego alzando su rostro con valentía — yo me subo.

No Dieguito, a ti te dan miedo las alturas— interrumpió Kevin de inmediato, y le abrazó — no te subes.

¡Kevin!— hizo un berrinche junto a un puchero el alfa bajito.

Dije que no, Diego— volvió a decir Kevin.

¡Te controlá tu omega!— se burló Lio señalando a Diego en risas burlonas— bueno. Voy a ver dónde está mi sigma, permiso— y entonces se fue caminando hacia dentro del mar donde estaba Guillermo ahora con Andrés y Angel.

Hmm, no creo que sea buena idea, Edson...— susurró Hirving en el oído de su alfa, ambos bastante cerca.

Ándale, mira, nadie se va a enterar, va a ser nuestro secreto...— respondió este también en un susurro para Hirving, acariciando su cintura.

Lozano sonrió — ¿no prefieres esperar a que nazcan nuestras hijas?— el omega acariciaba la mejilla de su alfa. Después se inclinó a besar su cuello.

No puedo esperar más...— jadeó Edson.

Hirving se incorporó nuevamente y le miró — pero... amor, irnos ahorita a Londres va a ser muy cansado— Lozano estaba hablando con su alfa sobre su trayecto de luna de miel.— Y... me gusta aquí...— dijo con timidez.

Edson sonrió y acercó otro camarón a su omega quién, lo comió con gusto— ¿entonces, sí prefieres esperar a dar a luz?, yo hago lo que mi esposo diga y me ordene — respondió el alfa que atendía a su omega encaprichado.

El omega encaprichado besó su mejilla— la verdad sí. Quiero regresar a casa y después de que nazcan nuestras hijas, pues, planear un viaje los 4.

Edson sonrió — entonces así va a ser. Por cierto... ¿cómo quieres que les pongamos de nombre?.

¡Uy!— está vez Hirving se emocionó — he estado pensando en eso. Siempre me ha gustado el nombre de Valentina.

¿Valentina?, Valentina... me gusta — dijo sincero Edson.

¿Cuál te gusta a ti?— preguntó Hirving.

Edson empezó a acariciar el vientre de su omega — Daniela... me gusta ese— dijo con entusiasmo.

Entonces, ¿quedan decididos?, solo si no cambian después — cuestionó Hirving. Edson asintió feliz.

En eso...

¡Hirvingcito!— llegó Diego goteando agua de mar.— ¿Me haces un favorcito?.

Hey—irrumpió Edson.

Hirving rió calmando a su fiera (alfa) con caricias en su pierna— que quieres Diego.

Distrae a Kevin, porfis— juntó sus manos en súplica el alfa bajito — es que no me quiere dejar subir a esa cosa que vuela por el mar.

¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora