𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝑉𝐸𝐼𝑁𝑇𝐼𝑈𝑁𝑂 "𝒐𝒔𝒄𝒖𝒓𝒊𝒅𝒂𝒅".

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Edson- Lozano corrió desde la cocina hasta la habitación principal dónde se hallaba aún en reposo Edson. Una vez ahí, subió a la cama con cuidado y le abrazó. Aquello sorprendió a Edson.

¿Por qué no hay luz?- Álvarez abrazó en medio de la oscuridad al omega, quién parecía estar asustado- no sabía que te daba miedo la oscuridad - Edson intentó ver enmedio de todo a Hirving, pero era imposible dadas las circunstancias.- Tranquilo, yo estoy aquí - Álvarez acarició la espalda del asustado omega.

Hirving temía a la oscuridad por lo que sucedía en ella en su infancia...

Gritos, llanto, maltrato, todo a manos de su padre que le hacía él y a su madre. Así que cuando todo estaba en completa oscuridad, Hirving solía sentirse incómodo, y esa no sería la excepción.

¿Está bien si me quedo aquí?- preguntó Hirving en voz baja.

Tú no tienes que pedir permiso para eso, mi Hirving. Claro que te puedes quedar aquí, aquí conmigo, ven- Lozano se sentó al lado de Edson, sin soltar su mano, Edson se dió cuenta de que Lozano estaba temblando y debía hacer algo.

Al alfa aclaró su garganta - ¿te acuerdas cuando jugábamos verdad o reto?- Edson estiró su mano para tomar su teléfono y encender la linterna, una vez así, rió al ver el rostro de confusión de Hirving.

Sí me acuerdo, una vez me retaste a gritarle a un maestro y me regañó- Lozano sonrió y recostó su cabeza en el hombro del alfa- ¿pero por qué lo dices?.

Hay que jugarlo- contestó Álvarez con una sonrisa.
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¿Te gusta?, la verdad es que aquí venden los mejores elotes preparados de toda la redonda- Guillermo y Lio se hallaban en un parque comprando elotes. Eran quizás las 8 pm.

Están... bien - pero Lio aún no sintió acostumbrarse al sabor; dió una prueba más...- me gusta- sonrió.

Ven, vamos a sentarnos acá- mencionó Ochoa. Entonces ambos caminaron hasta dar con una banca y se sentaron, uno al lado del otro. Lio admiró a los niños y niñas jugar bajo el cuidado de sus padres.

Lio suspiró. A pesar de que aquella charla con Diego le ayudó a darse cuenta de que no habría necesidad de ser diferente, la sensación de no poder pertenecer a dónde él consideraba que le facilitaría la vida, lo molestaba.

Oye, y, bueno, no vayas a pensar que me molesta, al contrario, pero, haz estado aceptando todas mis salidas- Guillermo se dió cuenta de que Lio estaba muy disperso. Después de hablar, el alfa olor a pino le miró.

Guillermo, ¿vos estás seguro de que soy para ti?- cuestionó de inmediato Lio. Ochoa le miró.

¿Otra vez?- sonrió- al carajo todo.- Respondió para después levantarse de su asiento. Lio se decepcionó, supo que Ochoa se iría...

Al carajo todo y todas esas normas pendejas. ¿Por qué soy un alfa no puedo salir con otro que es guapísimo?, es raro, pero todo de ti me gusta, me gustas de pies a cabeza, tu olor a pino, tus labios, tus ojos, no importa si tienes un nudo como yo- Guillermo mantuvo una sonrisa al hablar, estaba parado frente a Lio.

¿Yo te gusto?- alzó una ceja Lio. Ochoa rió y ayudó a levantarlo tomándolo por su mano.

Tienes mayonesa- respondió Guillermo sonriente, y limpió la comisura de los labios de Messi- ¿si no me gustaras haría esto?- y entonces el alfa de olor a café se inclinó en los labios del alfa más bajo y dejó un beso en estos.- ¿Quieres estar conmigo?- susurró sobre la cercanía de ambos.

Messi tragó saliva. Soltó un suspiro y sonrió - sólo si me dejas marcarte con mi olor, al final, soy un alfa- y volvieron a unir sus labios, mientras sostenían sus elotes a un costado.
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¿Pero cómo quieres que haga eso si no me puedo levantar?- Hirving y Edson habían pasado todo el rato jugando verdad y reto, entre carcajadas.

¡Es verdad!, ¡perdón!- contestó Lozano limpiando las lágrimas de risa de su rostro. Se sintió avergonzado.-

Yo tengo una verdad para ti- Álvarez dejó de reír poco a poco, le dolía hacer esfuerzo en su estómago pero la felicidad que sentía de jugar así con Hirving era más importante.- ¿Qué sientes por mí?- cuestionó Edson.

Lozano cesó su sonrisa algunos instantes.- Pensé que me ibas a preguntar otra cosa - volvió a sonreir. Estaba sentado con sus piernas cruzadas frente a Edson que estaba recargado en el respaldo de la cama. Aún los iluminaba la linterna del teléfono del alfa.

Lozano suspiró profundamente y cerró sus ojos sonriente- ¿qué siento por ti?... ¿hueles eso?- abrió sus ojos y le miró- ¿qué no podría sentir por ti con tu olor?, siento... aprecio, cariño, también siento tranquilidad cuando te veo - comenzó a hablar- pero sobre todo siento amor- su rostro cambió a una mueca de seriedad pero no por molestia, sino porque sus palabras lo ameritaban.

Álvarez ladeó su cabeza, entonces sonrió al admirar el rostro del omega que tenía en frente- acércate- indicó. Hirving obedeció y quedó a centímetros del rostro ajeno. Justo cuando Edson correspondería sus palabras...

Quiero ser tu omega.

Hirving habló primero mirando fijo a los ojos del más alto. Álvarez admiró ambas luces brillantes que le veían.

Hirving. Mi amor - susurró el alfa. Entonces el pulso de Hirving se aceleró al escuchar que el alfa que amaba le decía de esa manera tan dulce.- Siempre supe que sentías todo eso por mí; porque yo lo siento por ti. Perdón por haber llegado tan tarde...- Lozano juntó su frente con la del alfa y cerró sus ojos sonriendo.

No te disculpes...- susurró el omega.

Pero de ahora en adelante vamos a estar juntos. Tú serás mi omega, y yo seré tu alfa. Te voy a llenar de amor como siempre te lo has merecido.- Volvió a tomar la palabra Álvarez - te haré feliz, y cada día me voy a encargar de recordarte que mi amor por ti es sincero e interminable. Gracias - pero Edson no había cerrado sus ojos, por lo que pudo ver la sonrisa que se formó en el ajeno que tenía tan cerca.

Siempre había querido escuchar eso- Lozano pegó su mejilla en la de Edson, y entonces empezó a restregar ambas con cariño y lentitud, el alfa no pudo evitar reír y cerrar su ojo que chocaba con el ojo cerrado del omega.

¿Quieres llenarme de tu olor?- habló Edson sonriendo.

¿Eso hacen los omegas, no?- contestó Hirving para después alejarse y abrir sus ojos para encontrarse con el rostro de Edson.- Te amo- susurró.

Yo te amo mucho más.- Álvarez tomó por la nuca al ahora su omega para poder besarle con amor.

¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora