𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝐶𝐼𝑁𝐶𝑈𝐸𝑁𝑇𝐴 𝑌 𝑂𝐶𝐻𝑂 "𝑪 𝒅𝒆..."

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Mi amor, no es eso, es solo que tanto pastel te va a hacer daño — Hirving llevaba 4 platos de pastel. Dos en la noche, e iba por el segundo de la mañana — vas a comer fruta.

Lozano de cruzó de brazos, y frunció su ceño — tú ya no me quieres.

Edson sonrió y se acercó a su omega, besando sus molestos labios — yo te amo, y como te amo, y a ellos también — acarició el vientre de Hirving — debo cuidarlos. Me gusta que comas lo que quieras y cuánto quieras, pero cuando no debas llevar una dieta. Recuerda, el doctor te dijo lo que debes comer.— Habló comprensivo Edson.

Hirving suspiró y abrazó por el cuello de su alfa— ¿pero, cuándo podré comer más pastel?— dijo.

Alvarez estaba agachado a la altura del rostro de su omega, que lo abrazaba, acarició su espalda — cuando regrese en la noche de trabajar. ¿Bien?.

Hirving asintió.— Hmm...

¿Sucede algo?— cuestionó Edson ante este sonido de su omega.

Lozano se aferró más a Edson — sucede que ahora no quiero que vayas...— dijo algo preocupado —¿no puedes quedarte aquí?.

Edson se alejó del abrazo y vió el rostro ahora preocupado de su omega— ¿te sientes mal?— cuestionó.

Hirving negó. Pero en realidad sí, tenía un mal presentimiento.— No, solo decía porque te vamos a extrañar — mintió.

Edson sonrió y besó los labios de Hirving.— Me tengo que ir. Te amo, más que ayer y seguramente que mañana. Y a ustedes también — se inclinó a besar el estómago de Hirving.

Lozano sonrió — yo también te amo, mucho mucho. Mi futuro esposo — dijo feliz. Entonces se levantó para acompañar a su alfa a la puerta. Se despidió como de costumbre con muchos besos y su mano agitada.

Entonces Edson se fue.

Hirving regresó adentro, pero, su sonrisa desapareció. Estaba nervioso, ¿por qué?, no lo sabía. Pero pensaba en que algo malo pasaría...

Decidió que debía tranquilizarse, así que entró del patio a la sala. En la mesa de centro, se encontró con las cartas y sobres que había recogido la noche anterior del buzón. Pensó que para distraer sus malos pensamientos, sería buenos leerlas.

Se sentó en el sofá sonriente y tomó el bonche de cartas, pero su vista se centró en la primera.

Su sonrisa se desvaneció lentamente al leer en el sobre...

—C.

¿Ce?— cuestionó en un susurro. Aventó las demás cartas al sofá. Rápidamente rompió la orilla del sobre y sacó la carta.

La desdobló con rapidez y sus manos algo temblorosas. Sintió una corriente negativa caminar, no, correr por su cuerpo, se sintió frío y sintió miedo al leer...

—Corina:

La carta era de ella.

"Desde que me encerraste aquí no soy feliz. Arruinaste mis metas, mis sueños  y mi anhelo de casarme; por ese omega.

No te mentiré, Edson, pienso en ti. Y lo lamento...

Lamento hacerte daño con lo que haré, tú no eres él culpable, él sí...

Jamás te lo dije, creí que era una mentira pero, ahora que he estado así, sé... que te amo.

Perdóname, mi intención no es dañarte a ti con esto... pero él.

Morirá".

Al terminar de leer aquella carta escrita por Corina, Hirving la aventó. Sus ojos se habían llenado de lágrimas, su cuerpo comenzó a temblar. Eran muchas sensaciones para procesar.

¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora