𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝑆𝐸𝑆𝐸𝑁𝑇𝐴 𝑌 𝑂𝐶𝐻𝑂 "𝒎𝒆𝒔𝒆𝒔"

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Mi amor, voy a estar en el estudio por si necesitas algo— gritó Edson mientras caminaba por el piso de arriba, para llegar al estudio donde trabajaba desde su hogar, ahora que podía y antes de viajar por negocios.

Pero no obtuvo respuesta de su esposo...

Edson se detuvo al abrir la puerta pues, siempre obtenía una respuesta de Hirving, y esa vez no lo había hecho...

Se preocupó.

Caminó de regreso y con bastante rapidez a la habitación. La abrió.— Mi am...— pero Hirving no estaba ahí tampoco...

Cerró la puerta rápidamente. Caminó a paso rápido hasta las escaleras y bajó estas con rapidez.

giró su vista a la sala, y tampoco vió ahí a su omega. Vió por la ventana pero tampoco estaba en el patio.

Pero, el ruido que escuchó desde la cocina...

¡AHHHH!.

Un grito fuerte proveniente de Hirving. Bajó corriendo rápidamente hasta llegar a la puerta de la cocina y...

¡Subele, eale, eale!— un huapango empezó a sonar en la cocina después de aquel grito de Hirving. Específicamente "a la antiguita". Edson observó como su omega se colocaba una mano en su pantalón y otra en un sombrero y empezaba a bailar dando vueltas y saltando...

Frente a sus gemelas de 6 meses de nacidas.

¡Que bonita se ve, y ya miró que la miré!— cantaba Hirving en voz alta sin dejar de bailar brincando raro y dando vueltas frente a sus hijas, pues, habían estado llorando y las estaba distrayendo.

Edson dejó sus papeles en la barra de la cocina y sonrió aplaudiendo a su omega.

¡Véngase pa' ca!— Lozano llegó bailando hasta Edson y entonces lo abrazó para empezar a bailar. Edson fue bailando junto a su esposo hasta llegar frente a sus gemelas sentadas en una silla especial para bebés cada una.

Hirving era abrazado por la cintura por Edson, y ambos bailaban agachándose de maneras bien raras pero, sus gemelas empezaban a sonreír al verles.

¡Quiebrenlo!— dijo Edson alzando a Hirving en sus brazos para asarlo en su costado como en el duranguense, pero a Hirving se le fue el pie resbalandose más, así que se sostuvo del cuello de Edson haciendo que este casi se caiga.

Todo mientras reían. Alvarez recogió el gorro de su esposo y volvió a ponerselo, tapándole sin querer los ojos, y volvieron a bailar entre saltos eufóricos y risas de ellos y de sus gemelas, Valentina y Daniela.

Siguieron así hasta que la canción se acabara entre risas agitadas y algo de sudor por el esfuerzo, pero ahora sus hijas estaban felices y se movían con alegría.

Me asustaste Hirving — jadeó Edson dejando un beso en la mejilla de su esposo.

Perdón, es que estaba concentrado en buscar un buen huapango — Hirving abrazó por el cuello a su alfa y dejó un beso en los labios de este solo después de quitarse su sombrero.

Entonces se separaron para acercarse a sus gemelas— estoy tratando de hacerles su primera papilla pero, es que no sé cómo — mencionó Hirving ahora frente a la licuadora.

Edson sonrió y le abrazó por la espalda besando su cuello — ¿quieres que lo haga yo?.

Hmm... ¿tienes mucho trabajo?— cuestionó Hirving.

Antes de eso, soy padre y esposo, la verdad prefiero atenderles a ustedes.— Edson acarició la cintura de su omega con mucha dedicación.

Lozano sonrió y asintió — entonces sí mi amor. Y deja de manosearme— dijo entre risas Hirving, viendo por detrás de su hombro a Edson.

Hoy mis hijas se duermen temprano, de mi cuenta corre...— susurró Edson en el oído de su esposo, haciendo que este se estremeciera, y entonces se alejó para ir con sus hijas.


¿Y la mamila?— cuestionó Diego quién, cargaba a una pequeña bebé de 5 meses y medio.

Dieguito, la estoy preparando — respondió Kevin quién, agitaba un biberón.

No sé por qué acepté hacer esto— se quejó Diego arrullando a la bebé en sus brazos que lloraba.

Kevin alzó una ceja— dame a mi bebé, eres malo para cuidar niños — dijo Kevin cambiando el biberón ahora a manos de Diego, para sostener a la bebé.— Dame su mamila.

Entonces empezó a amamantarala— pronto debe iniciar con sus papillas.

Diego arrugó el rostro — no, ya no quiero hacer esto...

¿Hacer qué?— preguntó Guillermo que llegaba junto a...

¡Cuidar a tu hija!— respondió Diego pues, la pequeña que Kevin amamantaba era la pequeña bebé de Lio y Guillermo.

Te quejás mucho — respondió Lio quién cargaba en brazos y dormido a su pequeño bebé.

Hacia más de 9 meses que habían asistido a aquella clínica para gestar, y bueno, de sus espermatozoides lograron salir dos lindos bebés. Thiago y Lucciana.

Kevin sonrió regresando a Lucciana a los brazos de su padre sigma— por eso Diego y yo no tendremos hijos... aún.

¡Eso es cierto!, quiero tener hijos hasta... hmm, bueno, no sé, mientras sea con Kevin — mencionó el alfa bajito, yendo a abrazar a su alto omega quién le abrazó con amor.

Guillermo sonrió — ¿tú de papá, Diego?, es más probable que Andrés y Angel regresen.

¡Te estoy escuchando!— se quejó Angel. Todos estaban en el café.

Che, superá ya a ese alfa — se quejó Lio. Angel rodó sus ojos.

Pobre Angel. Y pensar que no se ha muerto después de que Andrés lo abandonara como a un perro de la calle.— Dijo Diego.

¡Pará!— gritó Angel.— ¿Podén entender que solo ha ido a visitar a su abuela?, seguimos estando juntos. Además, se fue ayer, regresa mañana.— Dijo Angel.

Todos empezaron a reír.— Bueno, recuerden que mañana es la comida en casa de Hirving y Edson, ¿qué te vas a poner Memo?.— Preguntó Diego a Guillermo.

El sigma le vió raro— ¿qué me voy a poner?, no te entiendo.

Sí, un trapiador húmedo o seco, en esos pelos de borrego añejo que tienes— respondió Diego empezando a reir.

Kevin se cubrió la boca para empezar a reír. Guillermo encargó a su pequeña en lo brazos de Angel quién la cargó con amor.

¿Ya mamé, verdad?— cuestionó Diego.

Memo se sacudió las manos entre sí — sí— dijo con tranquilidad... después empezó a jalarle el cabello a Diego entre risas y gritos de todos (menos de Kevin).

Ha, bueno. Ya se durmieron mis niñas, ambas con sus peluches de fresas, ¿cómo le haces para qué suceda, he?, digo, amor, son iguales a ti, aunque eso es lind...— pero Edson no pudo terminar de hablar pues, Hirving salió del baño de su habitación con...

Es que... para un omega como yo no hay nada mejor que sentir el olor de su alfa...— dijo en un tono coqueto, portando únicamente una playera de Edson que cubría su cuerpo hasta sus muslos.

Alvarez vió a su omega de arriba a abajo. Tragó saliva.

Hirving caminó hasta quedar cerca del cuerpo de Edson y le abrazó por el cuello.— Aunque... es más satisfactorio cuando lo sientes directamente de él...— susurró para inclinarse y empezar a besar el cuello de Edson...

¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora