𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝐶𝐼𝑁𝐶𝑈𝐸𝑁𝑇𝐴 𝑌 𝑁𝑈𝐸𝑉𝐸 "𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒔𝒖𝒆𝒍𝒕𝒆𝒔"

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Contenido/palabras +18
que puede resultar sensible para algunxs lectores.

Álvarez se quedó en silencio después de aquello. ¿Acaso ella había...?

¡Edson!— se escuchó gritar al otro lado.

Era Hirving.

¡Hirving!— gritó Edson— ¡¿estás bien?!— cuestionó avanzando del tráfico con rapidez.

Lozano estaba sentado en el suelo, con su espalda pegada en la puerta principal...

Frente al cadáver ensangrentado de Corina.

Ella...— susurró pues, sus manos tenían sangre de la alfa ya que había ido a tomar su celular.— Se...

Edson entendió. Corina se había apuñalado a si misma. Aquello lo hizo sentirse tranquilo pues, eso significaba que su omega estaba bien.— Lo sé, llegaré pronto, y la policía también...

Tengo miedo— susurró el asustado omega, quién aún temblaba al mismo tiempo en el que lloraba, sus ojos no podían apartarse de la espantosa escena frente a él.— Casi me mata...

Edson giró a algunas cuadras cercas de su casa. Pronto escuchó sirenas de policía.— Estás bien, mi amor, escúchame, vete de ahí, ya casi llego, sal, ¿puedes hacerlo?

Pero Hirving estaba en shock, incluso sentía que iba a desmayarse. No respondió nada, solo se levantó con mucha dificultad y salió al abrir la puerta después de quitar el seguro.— Edson...—susurró Hirving en el patio de su casa.

La puerta fue tocada por la policía.

Estoy aquí, ¡llegué!— entonces Edson colgó. Se estacionó viendo como la puerta era abierta y los policias entraban a su casa. Entonces bajó corriendo.— Hirving — dijo con un último aliento al caminar acercándose a la puerta y ver a su asustado omega salir entre lágrimas.

Lozano rápidamente dió pasos rápidos a su alfa, una vez en sus brazos, lloró, lloró y lloró. Incluso fue sostenido por su alfa.

Perdóname, porfavor — dijo Álvarez soltando algunas lágrimas de terror por imaginarse lo peor— debí quedarme contigo, perdóname — decía con insistencia Edson.

Alejó el rostro de su asustado omega, lo admiró, a pesar de estar asustado y lleno de lágrimas, se calmó al saber que estaba bien.

Pero a Hirving no le lograban salir palabras, solo lágrimas de miedo.

Tranquilo, ya está, estoy aquí...— susurró acariciando la espalda de su omega al volver abrazarlo y besar su cabeza. Alzó su vista para ver cómo incluso paramédicos y médicos forenses llegaban a la escena. Era horrible.— Estás bien, están bien...— repetía Edson.

El alfa cerró sus ojos sintiéndose más tranquilo de tener en sus brazo, sano y salvo a su omega.

Mi amor— Edson se incorporó un poco para ver el rostro de Hirving, nuevamente — ¿no te hizo nada?— dijo mientras le sostenía de los hombros.

Hirving negó — estás aquí..._ susurró y limpió sus lágrimas — pensé que no volvería a verte...

No digas eso, mi amor, estoy aquí — insistió Edson. Entonces dejó un beso en los labios de su omega que Hirving correspondió.

Pero Lozano comenzó a sentir un fuerte dolor en su vientre— me duele...— dijo sosteniendo su estómago al separarse de aquel dulce beso— me duele, Edson, me duele— reiteró.

Álvarez alejó un poco a Hirving para ver como este se inclinaba del dolor. Supo que sus cachorros e incluso su omega, estaban en peligro.

¡Tranquilo!, los paramédicos van a revisarte, mi amor, porfavor respira— Edson caminó ayudando a su omega a hacerlo, para acercarse a una ambulancia.

¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora