¡Ah!, que buen día - Lainez se estiró en su cama, se preocupó un poco ya que no traía playera y estaba en solo ropa interior, además de que su cabeza dolía. Pero no pudo recordar nada, quizás ayer Guillermo se había encargado de cuidarlo nuevamente como normalmente lo hacía cuando se emborrachaba.
Se levantó de su cama rascando su estómago y salió de su habitación a la cocina. Ahora que su pago había ascendido a ser el que pagaba, podría pronto pagar un departamento mejor en el que hubiera agua y no tuviera que calentarla en la estufa para bañarse con un vaso.
Abrió el refrigerador de su chica vivienda, y agachó su cuerpo. Sacó un bote de jugo de naranja y empezó a servirse.
Buenos días, alfa- la voz seductora de Kevin, el cuál estaba igual de desnudo que él, lo hizo asustarse y tirar medio litro de jugo en la barra de la cocina.
¿Kevin?- dijo con preocupación Lainez. El nombrado se acercó a él hasta quedar cerca y besar sus labios con lujuria, pero Diego no cerró sus preocupados ojos ni movió sus labios, estaba confundido, ¿acaso él y...?
Anoche casi me enseñas de lo que un alfa como tú es capaz...- mencionó Kevin con aires de coqueteo.
... Tú y yo...- cuestionó Lainez sonriendo de vez en cuando por los besos en su cuello.
Pero Kevin soltó una risita en el cuello del más bajo.
Lo que sucedió anoche, fue...
¿Te gusta así?- susurró el ebrio Lainez sobre los labios de Kevin, al cuál, estimulaba con masajes firmes en sus glúteos de omega.
Mjm- respondió Kevin quien masajeaba el miembro excitado del alfa de 1.68 cm.
Kevin se posicionó encima del cuerpo del pequeño alfa, para seguir besándole con impaciencia. Bajó sus humedos y alcoholizados besos por el pecho de Diego hasta llegar a sus pantalones. No sin antes retirar su playera y la del alfa que se hallaba recostado en la cama. Una vez ahí, retiró la ropa que cubría la excitación del alfa dejándolo en sus prendas menores.
¿Puedo?- dijo en un susurro y con seducción Kevin acariciando por encima de aquella fina tela, la excitación del alfa, pero...
¿Diego?- se incorporó Kevin volviendo a subirse en Diego para ver que...
Estaba dormido.
¿Me quedé dormido?- dijo Lainez cubriendo su boca. Kevin asintió con una sonrisa.- Kevin, lo siento, es que...bebí demasiado.
Está bien, quizás haya sido lo mejor. Podremos reponerlo después - el omega tomó de la barra el jugó que sirvió Diego y le dió un trago a este antes de dar media vuelta.
¿A dónde vas?- dijo Diego.
A bañarme, tengo que ir a mi casa- contestó Kevin.
¿Y por qué no te quedas aquí?- Lainez trató de decirlo en tono coqueto y una sonrisa pícara.
Es que vivo con mis papás, y si no llego a avisar que estoy bien, me regañan.- Respondió Kevin, riendo al ver que Lainez se sonrojaba dejando de lado su faceta de alfa "dominante".
Me duele la cabeza, amor- Lio se quejó sosteniéndo su cabez que parecía que iba a explotar. Su sigma estaba haciéndole un café bien cargado, ya solo faltaba Hirving de llegar pero aún no abrían.
Pero qué tal ayer. "¡Mírenme, soy sobrino lejano del amigo de Maradona!"- llegó Diego a burlarse de Lio.
Kevin estaba acomodando sillas y algún que otro cuadro que Lainez había acomodado... chueco.
Ya, Diego, deja a mi pobre alfa- Ochoa dejó la taza de café frente a Lio, y un beso en su mejilla- el pobre la pasó muy mal ayer porque una planta le ganó, ¿verdad?- se burló Ochoa y sonrió. Lio se quejó y bebió del café no sin antes decir "gracias mi vida, mi sigma sexy y nalgón"; a Ochoa.
Al oírlos empezar con sus comentarios como "de nada, mi nudo de oro", Diego arrugó su rostro y se alejó de ellos.
Hirving entró al café, sonriente.
¡Buenos días!- dijo con alegría, detrás de él venía Edson.
Buen día -saludó el alfa de Hirving agitando su mano.
Diego sonrió y caminó con dirección a la entrada principal de su café. Hirving sonrió al ver que venía hacía ahí. Pero Lainez empujó a Hirving para hablar con Edson.
¡La botella de ayer fue increíble!- dijo Diego con alegría a Álvarez, quién sonrió y revolvió el cabello del inocente alfa.
Lozano alzó sus cejas y abrió sus ojos indignado.- Si, claro, habla con MÍ alfa- dijo al aire Lozano y caminó a donde normalmente dejaban todos sus cosas, detrás de la barra.
Edson logró zafarse de Diego quién, se había distraído con Kevin que acomodaba la decoración de una mesa.- Que tal, buen día Guillermo, ¿Lio, verdad?, buen día -saludó con amabilidad Álvarez para llegar a su omega.- Mi amor, aún me queda media hora antes de irme.
Entonces siéntate, voy a prepararte un café - dijo sonriente Hirving.
Álvarez negó - no es necesario, si quieres yo te preparo uno, o bueno, hago para los dos.
Siéntate, yo soy especialista en hacer cafés ricos... para alfas más ricos - Lozano sonrió acariciando la mejilla de su nervioso alfa.
¿Lo dices porque tengo dinero o por qué estoy sabroso?- cuestionó Edson con natural confusión. Hirving entró en pánico, lo decía por la segunda opción, pero la primera también era verdad.
Por cierto, mi amor- Edson abrazó por la espalda a Hirving una vez este empezaba a encender la cafetera- ¿recuerdas lo que pasó ayer?.
Hmm, ¿que me puse borracho?, sí - dijo Lozano que movía sus manos.
Álvarez sintió algo de decepción.
Pero Hirving recordaba haberle pedido matrimonio a su alfa, solo que, no supo recordar la repuesta de este ya que estaba ebrio, aunque...
La propuesta pronto sería más seria. Pensó Lozano.
¿Mejoró?- Guillermo admiraba el rostro de su alfa que bebía café. Este asintió.- Oye y... estuve pensando en lo de nuestro hijo y... no sé si quieras ir a ver un centro de adopción.
El café hizo toser a Lio quién alejó la taza y limpió su boca para mirar a Ochoa.- Claro- dijo Lio, pero, a caso se le veía...¿incómodo?.
Ochoa soltó un suspiro triste.
Quizás su alfa no quería tener hijos como lo había dicho...
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¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSE
DiversosHirving Lozano es un joven de 23 años. Vive y trabaja cotidianamente además de que comparte un techo junto a su padre, un ex militar retirado. Pero este lo odia por ser un omega. Edson Álvarez por su parte, a su edad de 24 años se halla comprometido...