𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝐶𝑈𝐴𝑇𝑅𝑂 "𝒂𝒕𝒂𝒒𝒖𝒆".

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Hirving, ¿estás bien?- Guillermo sostuvo a Lozano. Este parecía que iba a desvanecerse ahí en la acera. El auto de Edson ya se había ido.

Hirving, ¿qué pasó?, no me asustes, ¡respóndeme!- pero Hirving no captaba aquellas palabras de Guillermo.

Los ojos del omega se inundaron en ese mismo instante. Por su mente pasaron infinidades de cosas, recuerdos de todo tipo, y sobre todo, sentimientos...

Recordó aquel último día en el que lo vió, su padre lo había golpeado frente a él, y lo habría sacado de ahí para jamás volver, después de ver que estaban besándose con timidez.

Pero también recordó cuando su padre...

Al fin logró reaccionar después de un par de gritos más de Guillermo.

¡Hirving, reacciona ya!, ¿qué te pasó?- Guillermo se preocupó al ver el rostro aterrado lleno de lágrimas de su omega, pero este tardó algunos segundos más en lograr responder.

...suéltame...- Lozano quitó con algo de fuerza el agarre de Ochoa en sus brazos.- No quiero que me vuelvas a tocar... - Hirving no intentó ocultar su llanto ni mucho menos su dolor.

No quería ser tocado por nadie, no quería que nadie le hablara, ni mucho menos que le preguntaran qué pasaba. Estaba cansado de eso...

¿Hirving?...- Ochoa no pudo decir nada más, porque su omega ya había entrado al café.

Que bueno que ya lleg...¿qué te pasó?- Diego se preocupó al ver el estado tan alterado de Lozano, este respiraba acelerado.

¡Nada!, ¡déjame en paz!- se quejó alejándose de él. Caminó hasta dar con el baño del café.

Terminó desplomandose en el suelo...

Sus manos temblaban, su respiración era acelerada, sintió que iba a morir ahí ya que, su corazón parecía ir a mil por segundo, podía escucharlo y sentirlo incluso en su cabeza.

No, esto... no, él...- Hirving abrazó sus rodillas con dificultad y temblor. Se dió cuenta de que haberlo visto de nueva cuenta había revivido todo aquello que sucedió hace 9 años, todo aquello que con un profundo dolor, enterró en lo más profundo de su corazón. Todo eso regresó al ver a Edson. Estaba más que seguro que era él...

Guillermo decidió esperar fuera del baño, no quería interrumpir a Hirving, aunque su alfa interior le indicaba que lo mejor era entrar y consolarlo, se lamentó al recordar que este le gritó que no lo tocara... sus sospechas cada vez eran más ciertas. Hirving parecía no sentir nada por él.

Hirving al cabo de algunos 5 minutos, se incorporó, sentía mareos y náuseas por la terrible sensación que lo había invadido. Lavó sus manos, después enjuagó su rostro, pero al verse al espejo...

...Das asco...- se susurró a él mismo viéndose al espejo - tú y tu asqueroso olor... ¿por qué no pudiste ser un alfa?, fuerte... mi padre tenía razón, solo sirvo para llorar...- se recriminó con odio.

Pero en el fondo, muy en el fondo, su olor le gustaba. Solo porque alguna vez Edson le dijo que este era lindo.

Secó sus manos, su rostro estaba desolado, pero aún así salió del baño. Guillermo ya no estaba ahí pues, debió atender a las personas que llegaron.

¿Hirving qué te pasó?, te ves muy mal- Diego detuvo a Lozano de su hombro. Estaba genuinamente preocupado por su estado.

Es... complicado, pero estaré bien- Lozano no sintió que lo haría. No sintió que esas palabras fueran de verdad.

Quería salir de ahí, necesitaba salir de ahí.

Guillermo...- Lozano se acercó hasta Ochoa, donde este preparaba cafés. El alfa no respondió nada, ni siquiera lo miró.- Quiero irme, no quiero estar aquí, no me siento bien...- su rostro y voz claramente hicieron notar que decía la verdad.

Guillermo suspiró. A pesar de todo, no podía enojarse con él... lo quería.

Entiendo, pero, yo quería ayudarte, y me dijiste que me quitara- pero a pesar de eso, dejaría en claro que aquellas palabras lo hirieron y necesitaba una explicación.

Lozano abrazó a Guillermo hundiendo su rostro en su pecho.

Lo siento, de verdad, me he estado portado muy mal contigo, prometo no volverlo a hacer...- Hirving cerró sus ojos respirando el olor de Guillermo, este era café...

Pero él quería el de Edson, por algunos segundos se imaginó siendo envuelto en ese brazo por alguien más... y a pesar de que no pensó en nombres, si pensó el olor, quería que fuera de chocolate amargo y menta...

Volvió a sentirse culpable por eso. Guillermo no merecía eso.

Está bien... tómate el día completo, y nos veremos mañana, ¿está bien?- Guillermo alejó con cariño a Lozano, este abrió sus ojos dándose cuenta de que alucinó al imaginar a Edson en vez de Guillermo.- Si necesitas algo, alguien... llámame- Ochoa besó con ternura los labios de Hirving.

Pero entonces este se sintió más triste. No deseaba sus besos, y eso lo hacía sentir la peor persona del mundo. Pero asintió fingiendo una sonrisa.

Lozano salió de la cafetería, veía hacia todos lados ya que no quería encontrarse con el auto que portaba a Edson. Caminó con rapidez para dirigirse a su casa, entraría por algo de ropa deportiva para ir a correr un poco, eso lo haría sentir mejor.

Pero un nuevo infierno lo esperaría en su "hogar".

Ni siquiera tuvo tiempo de cerrar bien la puerta, porque su cuerpo lo hizo al ser empujado con odio contra esta por su padre.

¡¿Por qué me empujas?!- Lozano no entendió aquella agresión repentina de su progenitor, entonces este habló.

¿Tú no aprendes?, ¿qué te hace pensar que puedes tomarte de la mano con cualquiera?, y en mi casa, eres un asqueroso - el padre de Lozano expresó furioso. Había visto en la mañana a Guillermo tomar la mano de Lozano.

Hirving suspiró rodando sus ojos. Quizá cuando tenía 14 años no podía defenderse...

Pero ya tenía 23.

¿Y qué tiene?, no hice nada malo, déjame en paz- y justo cuando iba a rodear a su padre, este volvió a empujarlo, haciendo que se golpeara el costado de su estómago contra un mueble. Se quejó sosteniéndose del dolor.

Eres un irrespetuoso... ¡yo te voy a enseñar a respetarme!- y entonces el padre de Lozano se abalanzó contra él para golpearle...

¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora