¿𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐓𝐔? [𝘏𝘪𝘳𝘷𝘪𝘯𝘨 𝘺 𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯]. OMEGAVERSE

𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝑉𝐸𝐼𝑁𝑇𝐼𝑆𝐸𝐼𝑆 "𝒎𝒊 𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂".

Capítulo con contenido +18
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Había transcurrido una semana y media, y parecía ser que la sutura de su alfa estaba pasándola bien, pues Edson ya podía valerse más por sí solo, como movimientos, aunque bueno, el tiempo estimado para que la herida mejorara y se viera mejor sería de 10 días, por lo que aquella mejoría no sorprendió Hirving, más bien lo alegró.

Edson colgó su celular y regresó a la cocina donde estaba Hirving comiendo algo que su alfa le había preparado como prometió. Habían pasado toda la mañana recostados en la cama de Edson... dormidos.

¿Pasa algo?- cuestionó Lozano al ver de inmediato el rostro arrugado de Edson.

Sí - respondió el alfa.- ...Mi papá dice que ya quiere que regrese a trabajar la próxima semana pero yo me quiero quedar contigo - aquello hizo reír a Hirving quien, casi tose el agua de sabor a horchata que estaba bebiendo.

Mi amor pero, tienes que regresar, y yo también debo regresar al café - indicó Hirving sonriente. Edson caminó hasta sentarse frente a él en la mesa para seguir degustando su comida.

Pero...- Edson estaba visiblemente nervioso, o, ¿incómodo?. Aquello alertó a Hirving.- Pero es que yo...- habló Edson, pero las palabras no salían de su boca.

Hirving no logró entender qué le sucedía - ¿qué pasa?, oye, sé que te sientes mejor, pero no voy a irme y dejarte solo- dijo sin pensar Lozano, pero inmediatamente pensó en que parecía verse como si se estuviera aprovechando de su hospitalidad - bueno, me refería a qué... bueno, si quieres después puedo regresar con Diego y quizás...- pero fue interrumpido.

Quiero que te quedes conmigo... y también quiero marcarte.

La confesión de Edson lo hizo estremecerse. Era mucha información para procesar, pensó. Primero estaba el hecho de que Edson sí aceptaría que él se quedara con él, pero por otro...

Guille, andá, decime que te pasa- Lio insistió a Guillermo, quién se hallaba sentado en la cama abrazando sus rodillas y con su rostro escondido en ellas.- ¿Te sentís mal?- Messi trató de ver el rostro de Guillermo pero fue imposible, y este no le decía nada.

Entonces cayó en cuenta...

¿Querés un abrazo?- cuestionó Lio, a lo que Guillermo aceptó de inmediato y se abalanzó a él. Entonces Messi recordó que a transición de su sigma estaba llena de nuevas hormonas, más sensibles que las suyas, como si fuera un omega. No pudo evitar sonreír.

Tenés que ir al café, no podés dejar otra vez a Diego solo, Guille- indicó Messi acariciando la cintura de Guillermo. Ya casi era hora de abrir.- Pobre, ha estado trabajando casi todo él solo.- Lio rió, él también estaba yendo al café, pero solo a beberlo y comer.

Pero...¿irás?- cuestionó Guillermo en un susurro.

No creas que voy a dejarte solo- respondió Messi- andá, vení, vamos a vestirte para irnos, tengo hambre y quiero uno de esos postre que hace Diego- Guillermo alejó su rostro del abrazo al escucharle hablar.

¿Por qué me siento así de raro?, no quiero separarme de ti- Guillermo bajó su mirada, pero Lio la levantó con su mano.

Si tenés que estar todo el día a mi lado, entonces estarás todo el día a mi lado. - Y después de decir aquello, dejó un beso en los labios de su sigma.