023

3.2K 419 108
                                    

CAPÍTULO 23: UN PASADO MISTERIOSO.

───────────────────────

NA: Lamento haber publicado el capítulo por error y después ocultarlo, todavía no estaba listo, pero ahora sí. ¡Disfruten de la lectura! :D

───────────────────────

[¡Escucha, Bardock! He descubierto tu fraude. Ahora conozco el verdadero poder de tu hijo, uno muy formidable… Tu esposa e hijo menor escaparon con éxito… Ja, ja. Pero tu hijo mayor ahora es mi prisionero, y créeme, si no estás aquí mañana mismo… ¡Lo mataré y te enviaré sus últimos gritos!]

El mensaje concluyó con un grito de Raditz, enalteciendo la cruel amenaza del Rey de todos los saiyajins.

Bardock se encontraba sentado en una roca junto a su escuadrón cuando recibió dicha grabación en su rastreador. Estaban invadiendo un planeta llamado Zircón.

Mientras el de cicatriz comía un trozo de carne de quien sabe qué, escuchó el mensaje. Su impresión no cambio, siguió comiendo hasta que escuchó al final un crujido y el grito desgarrador de su hijo. En ese momento, Bardock detuvo su voraz festín y tragó un último bocado secamente.

Todos notaron el repentino cambio de humor por parte de su líder de escuadrón, fue como si todo el ambiente se tornara peligroso.

─Bardock, ¿qué te pasa? ─Toma fue el único que se atrevió a preguntar, deteniéndose de comer también.

Pero ignorándolo por completo, Bardock se puso de pie. Se comió de dos bocados el resto de la carne que le quedaba y tragó tan rápido como pudo. Resopló satisfecho y miró hacia el cielo, bastante serio.

─¿Bardock, qué te ocurre? ─Esta vez Leek preguntó, muy confundido al igual que todos.

─Nada ─respondió Bardock a secas─. Solo que ahora mismo, me dieron ganas de coleccionar cabezas de la mierda saiyajin del palacio.

Todos quedaron helados ante una declaración tan inesperada e irrespetuosa, pero antes de que pudieran reprochar tal falacia o reírse al pensar que solo era una broma, Bardock encendió su aura y emprendió vuelo a toda velocidad. Alertó a su nave invasora con el control y esta se elevó, poniéndose en marcha e interceptándolo a medio camino. Bardock montó la nave en un segundo y restableció las coordenadas para ir directamente al planeta Vegeta.

La nave salió disparada, abandonando el planeta Zircón y dejando a su escuadrón muy confundido.

─Él solo se fue… ─Leek parpadeó confundido─. ¿Acaso se ha vuelto loco? ¿No sabe la sanción que le podría venir encima?

─Yo que tú ni me meto ─Toma habló, más que nada, pensativo─. ¿No lo notaste? Estaba muy enojado, me pregunto qué lo habrá causado…

─Quizás alguien ha molestado a Gine otra vez, ya sabes como se pone cuando se meten con su esposa… ─Pambukin comentó, poniendo una cara picara.

─Lo más seguro. La última vez que hizo esto fue cuando Raditz iba a nacer, y no estaba precisamente enojado, sino mortificado. ─Leek estuvo de acuerdo, sonriendo divertido.

─Bardock a veces es demasiado blando. ─Toma bufó aburrido de la charla. Poco después terminó de comer, poniéndose de pie y viendo a todos─. Mejor sigamos trabajando, o nos podrían sancionar a nosotros también.

──────────────────────

Por la noche, Raditz se encontraba despierto. Todavía seguía débil y herido. Ni siquiera se le fue dada la oportunidad de recuperarse de su deplorable estado en alguna cápsula, por el contrario, lo habían maltratado y dejado tirado en su celda.

Bueno, ahora soy Raditz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora