CAPÍTULO 2: FUERA DE LA INCUBADORA.
Cuando sus padres se fueron, Raditz otra vez se sumió en el aburrimiento, ahora acompañado con algo de melancolía. Se planteó comenzar a meditar o intentar captar ki, sabía que no ayudaría mucho pero es mejor familiarizarse con algo.
Meditó y meditó, pasaron los días, semanas, meses, de hecho Raditz no tenía conocimiento de cuanto tiempo había pasado. Mientras no estaba durmiendo, solo meditaba o disfrutaba las visitas de sus padres. Gracias a su meditación su balance de mente y energía fue en ascenso, como si el flujo de poder se afinara, además de entender su propio cuerpo con atención. Incluso forjó su imaginación en conjunto de su idealización física, para llevar a cabo entrenamiento mental, como batallas reales, recordando movimientos básicos de artes marciales que aprendió en su antigua vida.
De un momento a otro, Bardock dejó de visitarlo, según Gine, había ido a una misión y tardaría en volver. Raditz se lo esperaba, después de todo Bardock era un guerrero bajo las ordenes de Freezer. Esto le hizo preguntarse, ¿cuándo sería enviado a su primera misión?
Después, un día especial llegó, ¡Raditz por fin saldría de su cápsula!
Él no lo sabía pero la visita que su madre le daría esta vez, sería para recogerlo del centro de crianza. Raditz había cumplido los dos años que debía permanecer en su cápsula como todos los demás saiyajins, y estaba muy feliz de por fin tener la oportunidad de pasar más tiempo con su hijo.
─¡Raditz! ─En cuanto llegó a la entrada de la sala de crianza, llamó a su primogénito y con suma emoción, voló hasta la cápsula para llegar lo más rápido posible. Lo miró, muy emocionada, como cuando un perro ve una pelota─. Adivina qué, ¡hoy saldrás de tu cápsula! Nos iremos de este aburrido lugar muy pronto.
Al oír eso, el aún pequeño reencarnado se sintió también emocionado, sabía que no era el único que pensaba que ese lugar era tan aburrido como una cárcel.
─Señorita, no debe gritar en la sala, ni mucho menos volar, tenga en cuenta que hay otros bebés que podrían alterarse por sus acciones ─dijo un alienígena molesto mientras se acercaba a ella.
«¡Literalmente rompieron mi cápsula una vez! ¿No es esto ser hipócrita?» Raditz aún tenía rencor en su corazón.
─Bueno, entonces dame a mi bebé para que me vaya ─exigió la mujer saiyajin rodando los ojos y señalando la cápsula donde reposaba su cría.
─Ah, es verdad, Raditz, guerrero de clase baja, ha cumplido los dos años, sí ─decía el alíen a la vez que leía la información mediante una tableta en su mano─. Está bien, deja que vacíe su cápsula para que lo saquemos de allí.
El alíen entonces se acercó a la cápsula haciendo que Gine se apartara un poco, entonces casualmente tecleó dos botones en el comando del aparato, provocando así que el líquido fuera vaciando de la cápsula incubadora. Raditz pudo sentir como el líquido lo abandonaba dejándolo empapado, y no le había prestado atención antes pero, ¡su cabello era muy largo!, le cubría la espalda y laterales del cuello.
El extraterrestre aún no parecía terminar. Analizó la cápsula en busca de la última información sobre el bebé saiyajin.
─Último análisis: Raditz, nivel de poder... ¿98 puntos? ─El médico parecía sorprendido de su nivel, Raditz instintivamente se puso nervioso, ¿acaso se había hecho notar?
─¿98 puntos? ─Gine parecía incrédula de eso─. Pero si al nacer tuvo 50 puntos... ¿Es posible que su nivel suba tanto de la nada?
En promedio, al nacer, un bebé de clase baja podía tener un nivel de poder entre 30 a 70 unidades, y no presentaba grandes cambios hasta que iniciara su entrenamiento oficial para ser un guerrero, y aún así, en promedio, apenas superaban los 200 puntos de poder a la edad de cuatro años, cuando acudían a su primera misión. «Un incremento de poder de la nada... Esto solo sucede en guerreros de clase alta, pocos de clase media pero, ¿un suceso así en un clase baja? Esto es raro», pensó el extraterrestre de apariencia reptil, sacando esta vez su periscopio vigía y analizando a Raditz, pero por más que intentó, el resultado fue el mismo.
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Bueno, ahora soy Raditz
FanfictionUn chico joven reencarna como uno de los saiyajin con menos relevancia de la franquicia de Dragon Ball Z. Con una nueva oportunidad de vida, se abrirá camino tomando sus propias decisiones y buscando la libertad dentro de un mundo tan caótico, ¿qué...