CAPÍTULO 5: PRISIONERO.
Pasaron exactamente las doce horas que Slug le había fijado para poder pensar con “tranquilidad” qué decisión tomar: obedecer o morir sabiendo que su esposa e hijos serían los siguientes…
Sobra decir que Bardock se pasó más de la mitad de ese tiempo inconsciente debido al mal estado de su cuerpo luego de recibir la severa paliza de Slug. Y bueno, de todos modos no es como si tuviera mucho de en lo que pensar al respecto.
Estaba acorralado. Slug era mucho más fuerte. Retarlo de nuevo significaría, definitivamente, la muerte. Bardock por lo común estaba más que dispuesto a morir en batalla, tal como un verdadero guerrero saiyajin lo haría, pero esta vez era diferente… No solo estaba en juego su vida, sino que también la de Gine, Raditz y sus hijos más pequeños: Kakarotto y Cerely. Era imposible para Bardock no lamentarse por haber metido a su preciada familia en toda su porquería.
Por sobre todos, recordó a Raditz. El niño había insistido tanto en que no se marchara, que abandonara ese deseo de venganza contra Freezer ya que no había manera de que pudiera derrotarlo. Bardock, sin embargo, lo ignoró y se fue de todos modos…
«Yo… fui un imbécil… » Bardock cerró su único ojo hábil, y apretó los dientes, debido a la frustración que sentía. «Fui un maldito terco…»
El saiyajin no tuvo más Tiempo para lamentar sus decisiones cuando escuchó de nuevo pasos pesados acercarse a su celda. Sin poder levantarse debido a las fracturas de sus piernas, se enderezó como pudo, sentado en su lugar cerca de la pared y poniéndose en alerta.
Tal como esperaba, se trataba de Slug. Aquel alienígena de piel verde y arrugada, portando su casco y parche en el ojo. Ahora estaba parado fuera de su celda, mirando a Bardock fijamente, con una sonrisa descarada que provocó en el interior del saiyajin mayor rabia. Las miradas de ambos se enfocaron en el otro, viéndose a través de los barrotes de metal.
―Muy buenos días, saiyajin. ―Slug fue el primero en hablar, rompiendo el asolador silencio con un saludo cordial―. Ya han transcurrido las doce horas. Así que he venido por una respuesta a lo que te dije antes. Quiero pensar en que, has tomado la decisión correcta.
Bardock no respondió al momento. Claro que ya había tomado una decisión, pero su orgullo le estaba dando problemas para contestar al jefe mercenario. Estaba apunto de ceder ante las exigencias de Slug, se iba a convertir en un títere de nuevo. Así como fue con Freezer…
―¿Qué sucede? ¿No piensas decir algo? ―El mercenario de piel verde insistió, mientras se divertía mirando las facciones del otro guerrero, quien estaba furioso, tal como una fiera enjaulada y herida.
Estaba acorralado.
―¿Qué podría decir? ―Bardock lanzó la pregunta de forma mordaz, pero aún así, estaba dispuesto a refundir poco a poco su propia dignidad―. Estoy atado de manos. Por más que desprecie la idea de servirte, no tengo lo necesario para matarte.
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Bueno, ahora soy Raditz
FanfictionUn chico joven reencarna como uno de los saiyajin con menos relevancia de la franquicia de Dragon Ball Z. Con una nueva oportunidad de vida, se abrirá camino tomando sus propias decisiones y buscando la libertad dentro de un mundo tan caótico, ¿qué...