T3: 09

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CAPÍTULO 9: LAUNCH VS GOKU.

De todos los lugares, Bardock no esperó despertar bajo un techo blanco con luces intensas, rodeado de paredes color beige y sobre una cómoda colcha

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De todos los lugares, Bardock no esperó despertar bajo un techo blanco con luces intensas, rodeado de paredes color beige y sobre una cómoda colcha. En cuanto abrió los ojos analizó su entorno, a la vez que luchó por ponerse de pie y orientarse. Su cabeza estaba aturdida aún, pero el efecto del aparente sedante que respiró, se estaba desvaneciendo.

―¿Dónde estoy…? ―se preguntó, mientras miraba la habitación. No había nadie más allí. No tardó mucho en recordar a sus amigos, pasando a verse preocupado―. ¿Dónde están Jaco y Berry? ¡Rayos!

Sin perder más tiempo, Bardock salió de la habitación a toda velocidad, casi tirando la puerta. Al salir se encontró en medio de un pasillo, miró a ambos lados, pensando en qué camino seguir. Entonces decidió que lo dejaría a la suerte.

«De Tin Marín de Do Pingüe, cucara macara títere fue, yo no fui fue Teté, pégale pégale que él fue. ¡A la derecha!» Bardock rápidamente se lanzó a aquel lado del pasillo, mirando con atención cualquier pista que le indicara el paradero de sus compañeros.

Bardock entonces se encontró con varias puertas. Abrió cada una de ellas, encontrando solo habitaciones vacías sin nada dentro. Siguió su camino un tramo más hasta que se detuvo en seco. El saiyajin abrió los ojos con sorpresa cuando ante él estaba de nuevo aquella figura con capuchón gris, máscara negra y armadura de prisionero. Era el arquero de antes…

―Tú… ―Bardock rápidamente adoptó una postura cautelosa, lanzándole una feroz mirada al arquero de capucha―. Miserable tramposo. ¿A dónde me has traído? ¿Y dónde están Jaco y Berry? ¡Responde!

―Tranquilo. Ellos están a salvo ―fue la respuesta inmediata del prisionero misterioso, quien se quitó la máscara poco después, mostrando su rostro. Bardock lo observó con atención ahora. El arquero tenía una cara con rasgos de pez. Una boca de bagre, junto a escamas verde oscuro y un tono de verde más opaco―. Mi objetivo no era lastimarlos.

―¿Y dónde están? ―Bardock preguntó con un tono amenazador, empuñando las manos. Se encontraba demasiado preocupado y no dudaría en atacar al alíen escamoso con tal de sacarle toda la información necesaria si no cooperaba―. ¡Llévame con ellos ahora mismo o si no…!

―Lo haré ―respondió tácitamente el arquero, bajando su capucha hacia atrás y dándole la espalda a Bardock sin problemas, empezando a caminar por el lado derecho del pasillo―. Sígueme.

Bardock parpadeó atónito. Comúnmente las cosas no eran tan fáciles… Sin embargo, no iba a quejarse. Siguió al arquero en silencio, sin perderlo de vista y sin confiarse demasiado. Nada le aseguraba que esto tampoco se trataba de una trampa…

―¿Y quién se supone que eres? ―cuestionó Bardock, sin detener sus pasos. No es como si sintiera algún tipo de curiosidad especial por el arquero, pero quería saber cuanto más pudiera sobre él.

Bueno, ahora soy Raditz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora