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[ ¡Lo más probable es que llegue al cap 28, entonces esta primera temporada terminará! Estoy emocionado de empezar con la segunda temporada. ¿Ustedes están emocionados porque presente alguna saga en especial? Sean la saga de Pilaf, El Ejército de la Cinta Roja, la de Piccolo Daimaku, la saga saiyajin, la saga de Freezer, etc…, Si es así, ¿cuál? ¡Los leo! ]

CAPÍTULO 24: HUMILLACIÓN.

Luego de haber abandonado su celda, Raditz siguió a Vegeta hasta una enorme alcantarilla en el suelo. El príncipe ágilmente levantó la tapadera de hierro doblándola parcialmente usando su prodigiosa fuerza. Le indico a Raditz que entrara, puesto que era la única vía de escape que se le pudo ocurrir.

Aunque al principio le asqueo la idea, Raditz no iba a ponerse quisquilloso en ese preciso momento, así que dejando a un lado su desagrado. Tomó una última bocanada de aire fresco, se tapó la nariz y saltó al interior del sistema de alcantarillado. Vegeta también se lanzó adentro, no sin antes doblar la forma del sello de hierro en un pobre esfuerzo por dejarla cerrada con normalidad.

Pronto los dos saiyajins se abrieron paso por los caminos del alcantarillado, caminando entre la parcial oscuridad de la enorme estructura subterránea. Raditz odiaba estar allí. El olor fétido que el sucio río de material de desecho emitía le hizo querer no tener nariz. Su sentido del olfato era muy agudo, así que podía percibir cada olor más fuerte que un humano común. Fue una tortura.

Vegeta en cambio, parecía inmutable ante la inmundicia del lugar. Incluso se burló de Raditz, quien ya parecía listo para vomitar en cualquier momento.

Conforme fueron avanzando, llegaron al final del ducto que habían tomado. Frente a ellos se encontraba el abismo de suciedad donde desemboca cada ducto del alcantarillado. El olor era más fuerte en ese punto, y Raditz lo resintió bastante.

─Por Dios, este lugar huele al mismo infierno… ─se quejó, mientras tomaba asiento en el suelo frío. El dolor en su cuerpo se había acrecentando, sentía que podría desmayarse en cualquier momento. El olor invasivo de la peste no ayudaba en absoluto─. Necesito un descanso…

─¿Un descanso? Vas tan lento como una maldita Biomba, y te atreves a tomarte un descanso. ─Vegeta se giro para mirarlo, en verdad irritado.

─¡¿No ves cómo estoy?! ─Raditz respondió con indignación─. La maldita guardia élite de tu padre se me amontonó encima. ¡Me dieron una paliza!

─Ya deja de llorar. ─El príncipe se cruzó de brazos─. Solo te daré cinco minutos de descanso, así que aprovéchalos bien.

Entonces Vegeta procedió a sentarse en el suelo también, manteniendo sus piernas y brazos cruzados, cerrando los ojos. Su ceño fruncido nunca desapareció. Raditz solo rodó los ojos, para luego recostarse en el suelo. Sus parpados se sentían cansados, su cuerpo amoratado dolía cada vez que se movía, y sus energías eran cada vez más bajas.

De repente, un ruido lejano de algo chapoteando en los desechos de su mismo ducto los sorprendió. Raditz no le había dado mucha importancia, quedándose recostado en el suelo, seguro eran ratas o cualquier tipo de plaga que tuvieran en Vegetasei. Contrario a él, Vegeta si pareció sobresaltarse bastante.

El joven príncipe se puso de pie inmediatamente, abandonando su posición de reposo en el suelo. Miró con mucha atención a su alrededor, parecía alarmado, cosa que extrañó a Raditz. Quizás habían sido seguidos por algún guardia luego de que se dieran cuenta de su fuga.

Con esa posibilidad Raditz se puso de pie también, tan rápido como pudo, listo para huir, de ser necesario.

─¿Y ahora qué tienes? ¿Alguien nos sigue? ─preguntó, pero de inmediato Vegeta lo silencio con un gesto. El príncipe regresó su total atención al fondo de la alcantarilla, esforzándose por captar cualquier nuevo sonido o movimiento que proviniera de allí. Incluso consultó a su rastreador, sin embargo, este solo le indicó que no había ninguna presencia cerca.

Bueno, ahora soy Raditz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora