Un chico joven reencarna como uno de los saiyajin con menos relevancia de la franquicia de Dragon Ball Z. Con una nueva oportunidad de vida, se abrirá camino tomando sus propias decisiones y buscando la libertad dentro de un mundo tan caótico, ¿qué...
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CAPÍTULO 12: BARDOCK, EL PATRULLERO GALÁCTICO.
Si a Bardock le hubieran dicho hace tiempo que llegaría un día en el que debería usar una armadura y spandex de la Patrulla Galáctica, además de tener que cumplir misiones en favor de la paz y justicia, realmente Bardock se hubiera reído a carcajadas para después lanzar cualquier maldición hacia el payaso que se atrevió a decirle algo tan ridículo.
Sin embargo, ahora que de hecho estaba vistiendo el traje y armadura de un auténtico patrullero, y que más aparte, estaba rumbo a una nueva misión en busca de ayudar a una guardia de patrulleros siendo atacados en un planeta cercano, Bardock no pudo ni reírse un poco, solo rezó al cielo porque nadie lo reconociera humillándose así.
─¡Disparen! ¡Disparen y no se detengan! ─gritó uno de los mercenarios, con una risa enloquecida. Era un alienígena de estatura promedio, piel rojiza y unos cuernos rectos en cada lado de su frente. Parecía ser el jefe, su nombre era Sura.
Cerca de 25 hombres alienígenas, de todos los aspectos y tamaños, acataron la orden dada, disparando con sus armas de energía. Las pequeñas esferas de poder que salían disparadas en el aire impactaron directamente en varias naves de la patrulla galáctica que estaban en el frente. Los patrulleros tuvieron que refugiarse detrás de sus naves para protegerse.
─¡Demonios! Son armas clasificación S, ¡en el informe inicial nunca dijeron que ellos usarían armas de rango S. ¡Estamos en desventaja! ─exclamó uno de los 12 patrulleros que estaban presentes en la confrontación.
La misión consistía en capturar a los criminales que se habían instalado en el planeta Sugar, y estaban generando un verdadero caos saqueando las valiosas minas de oro azul. Incluso se contaba de la red de esclavización que estaban empleando, escogiendo a los nativos más fuertes para trabajar en sus filas contra su voluntad.
Desafortunadamente, los patrulleros enviados pertenecían a un rango B. Sus armas y entrenamiento no eran los adecuados par confrontar a los mercenarios. Un error de cálculo por parte de la central de misiones que podría costarles la vida.
─Si sobrevivimos, recuérdenme ir a patearle el trasero a Pars cuando regrese… ─pidió otro patrullero, suspirando con amplia frustración. La ráfaga de disparos nunca se detuvo, y los mercenarios reían a carcajadas al notar como sus ataques no eran respondidos, sabiendo que tenían todas las posibilidades de ganar.
─Estos idiotas nos subestimaron. ─Una mujer de magnífico cabello blanco y piel verde comentó, parada al lado del jefe de mercenarios─. Mira que enviar a un escuadrón de rango B. Ahora pagarán las consecuencias, que pena me dan. ─Ella soltó una risa burlona, con una elegancia sádica.
─Nuts, recuérdalo, una vez que logremos matarlos te encargaras de revisar sus naves en busca de algo interesante ─comentó Sura, despreocupadamente─. Luego las destruiremos, para dejarles el mensaje claro a estos justicieros de porquería.
