T2: 14

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CAPÍTULO 14: LA MONTAÑA FRYPAN

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CAPÍTULO 14: LA MONTAÑA FRYPAN.

A la mañana siguiente, Goku despertó, luchando con el sueño y teniendo un ligero dolor de cabeza. El niño saiyajin se puso de pie con ojos perezosos, mientras daba un profundo bostezo. Caminó hasta el volante, encontrándose a Oolong sentado en el asiento del conductor.

─Buenos días, Oolong~ ─saludó Goku, tan amigable como siempre. El cerdito en cambio, se encontraba bastante desvelado como para corresponder al buen trato.

─¿Y que hay de buenos? Yo no he dormido nada ─contestó, con ojeras bajo sus ojos y apenas sosteniendo su escopeta entre sus brazos.

─¿Oh? ¿Y eso por qué? ─Goku parpadeó confundido.

─Pues anoche Yamcha nos volvió a atacar ─contó el cambia formas, hablando con mucha molestia al recordar lo que tuvo que hacer para ahuyentarlo. Por una parte, agradecía que el incidente quedara en secreto. No le gustaría que alguien más se enterara de que se había transformado en Bulma, desnudándose frente al bandido─. Me encargué de él, pero me quedé toda la noche vigilando por si llegaba a volver…

─¿Yamcha? ¿El mismo tipo de ayer? ─El saiyajin recordó al bandido con un poco de recelo. Al parecer no había aprendido la lección y buscó problemas de nuevo. Aunque con la nueva información, le vinieron algunas dudas─. ¿Pero cómo es que no me di cuenta? ¿Y cómo lograste vencerlo si solo eres un cerdito debilucho? ─Goku entonces pareció darse cuenta de algo. Una sonrisa emocionada adornó su infantil rostro─. ¡Ya veo! El jugo funcionó, entonces te volviste más fuerte, ¿verdad? Eso significa que yo también…

─¡No seas tonto! Por si no lo sabes, soy muy inteligente, descubrí otra forma de deshacerme de él ─respondió Oolong, especialmente molesto por lo tonto que el niño podía llegar a ser. La emoción de Goku cayó.

─Oh bueno, ¿y entonces cómo lo hiciste?

─Un mago nunca revela sus secretos.

─¡Wow! ¿Eres un mago? ─Goku preguntó inocentemente─. Eso tiene sentido, ya que te conviertes en cosas…

─Solo déjame en paz… ─Oolong decidió que ya no quería seguir hablando con un aparente niño tonto que ni siquiera entendía frases simples. «No le hubiera dado los polvos para dormir… Quizás lo dejé más tonto» reflexionó el cambia formas, bajando flojamente del asiento del conductor para ir al baño.

Luego de un rato, Bulma bajó del piso superior del camper, cubierta por una manta y viéndose bastante demacrada. Su rostro angelical expresaba un cansancio mañanero muy inusual.

─Uuy… que dolor de cabeza ─murmuró mientras bajaba de las escaleras, a paso lento y flojo. Llegó hasta el final de los escalones, buscando a Oolong con la mirada. El cerdito recién estaba terminando de lavarse los dientes en el baño junto a las escaleras─. Oye Oolong, ¿mi ropa ya está lista?

Bueno, ahora soy Raditz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora