Bueno, ahora soy Raditz

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[ ¡Hola estimado lector! Ha pasado un tiempo. Antes de leer podrías responder a esta pregunta interactiva: ¿le gustaría ver en un futuro al escuadrón antiguo de Raditz? Me refiero a Sakore, Jiyama y el pico cerrado de Talon) Me pregunto que impresión le dejaron ellos Jaja. ¡Los leo! ]

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CAPÍTULO 25: ¡UNA VERDADERA RAZÓN!

─¿Ahora qué hacemos? ─Raditz preguntó, sin quitar su mirada llena de rencor de Bollan. Parecía ser que todo iba de mal en peor, y Raditz se sentía poco a poco, cerca de caer rendido al sucio suelo de la alcantarilla.

No obstante, Vegeta no estaba dispuesto a permitir que nadie se interpusiera en su camino. Con un plan que se formó rápido en su mente más estratégica, el príncipe saiyajin le lanzó una sonrisa sádica a Bollan, y procedió a alzar la mano hacia lo alto, apuntando su palma a la estructura superior de la alcantarilla.

Bollan se sobresaltó ante eso, ya suponiendo lo que el príncipe estaba por hacer. Lamentablemente, no pudo actuar a tiempo.

─¡Solo observa! ¡Final Light! ─El saiyajin de sangre real grito para en menos de un segundo, lanzar su mejor ataque. La magnitud del Final Light logró lo esperado, consiguiendo abrir una larga abertura al exterior, puesto que un punto de luz en la cima alumbró un poco al fondo del túnel de destrucción─. ¡Eso es! ¡Ahora vámonos!

Sin perder tiempo, Vegeta voló por el túnel, siendo seguido por Raditz. Antes de que Bollan pudiera intentar alcanzarlos, el gusano gigante que los dos chicos habían dejado atrás hizo acto de presencia, tomando a Bollan por sorpresa antes de morderlo y sacudir su cuerpo.

El general gritó de dolor, la fuerza de la mordida no le afectó, sino que la baba altamente tóxica de la bestia lo dejo paralizado de puro dolor, donde lo único que pudo hacer fue gritar por el sufrimiento. Así la bestia comenzó a tragárselo, todo bajo las miradas aterradas del grupo de saiyajins élite.

─¡Un doumushi! ─Gritaron todos, y viendo a su general perdido, no les quedó ningún tipo de moral para enfrentarse a una bestia tan peligrosa, huyendo todos por donde habían venido.

─¡¿No ayudaremos a nuestro general?! ─dijo uno de los guerreros élite, observando a sus compañeros con indecisión mientras corría con ellos.

─¡No podemos pelear con esa cosa, recuerda el protocolo! Bollan seguramente ya está muerto ─concretó duramente otro de los guerreros, empezando a volar a toda velocidad. Este mismo alertó por medio de su rastreador a toda la demás armada del palacio─. ¡Alerta, alerta! El fugitivo ha decidido salir a la superficie, todavía debe de estar en el palacio, ¡búsquenlo por el ala norte!

Luego de dar ese mensaje, el grupo avanzó hasta que llegaron a una parte del ducto donde la roca parecía estar todavía más ennegrecida. Notaron que esto era raro, pero no pudieron analizarlo demasiado cuando sobre ellos el gruñido bajo de algo les hizo erizar la piel.

Todos alumbraron con sus rastreadores al techo del ducto, quedando atónitos.

Sobre ellos, una gran colonia de doumushi se encontraba lista para atacarlos, comenzando a sacudirse para destruir sus telarañas extensas de baba que las mantenía adheridas arriba.

Los guerreros del palacio emprendieron una nueva huida más desesperada. Estaban siendo seguidos por al menos 6 de esos monstruos. En un momento, la valentía o quizás insensatez de uno de ellos le obligo a detenerse, causando sorpresa en sus compañeros.

─¡No voy a huir como un cobarde! Ellos solo son animales, ¡voy a enseñarles porque los saiyajins estamos en la cima de la cadena alimenticia! ─dijo, y entonces volteó. En ese momento las 6 bestias ya se encontraban a pocos metros, eran bastante veloces, no les costó seguirles el paso de forma decente. El temerario saiyajin las vio, y les rugió con furia─. ¡Apestosos gusanos! ¡Tomen esto! ¡Clawn Hate!