T2: 22

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CAPÍTULO 22: EL LADRÓN DE LA MÁSCARA.

─Que mala pasada, ser una zanahoria fue la peor experiencia de mi vida ─Bulma expresó, aún sintiendo escalofríos al recordar la sensación de ser literalmente una verdura naranja inanimada

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─Que mala pasada, ser una zanahoria fue la peor experiencia de mi vida ─Bulma expresó, aún sintiendo escalofríos al recordar la sensación de ser literalmente una verdura naranja inanimada.

─Sí, fue raro ─secundó Octavio. Él también había sido convertido en zanahoria en la ciudad anterior que habían visitado.

Lo que sucedió fue que visitaron cierta ciudad perteneciente al continente del desierto, llamada Ciudad Conejo. Allí, el grupo había sido recibido con normalidad, hasta que de repente unos sujetos vestidos de conejos llegaron a molestarlos. Claro, Goku los derrotó fácilmente, pero entonces aquellos tipos llamaron a su Jefe. El Jefe Conejo.

Bulma y Octavio fueron tocados por el Jefe Conejo. Como resultado, ambos se convirtieron en zanahorias.

Se desató una batalla donde  Oolong permaneció escondido rezando por su vida mientras que Goku era atacado sin piedad, chantajeado con que sus amigos serían devorados si intentaba algo. Inesperadamente, una cara conocida intervino.

¡Era Yamcha! Con su ayuda, Goku pudo recuperar a sus amigos. El saiyajin le dio una paliza al Jefe Conejo y su banda, logrando así que Bulma y Octavio regresaran a la normalidad.

─Y ese chico tan guapo llamado Yamcha me salvó. Me sentí como una bella doncella siendo salvada por su apuesto príncipe~ ─Bulma sonrió con una cara sonrojada, soñando despierta con el supuesto amor de su vida.

─Para tu información, Goku hizo la mayor parte del trabajo ─Oolong recalcó.

─Ah sí. Por eso le compre un huevito kinder de regalo. ¡No soy una malagradecida! ¿Sabes? ─Bulma le sacó la lengua al cerdo, quien seguía empeñado en interrumpir sus ilusiones con el bandido.

Goku mientras tanto, se encontraba sentado sobre su nube voladora siguiendo el ritmo del auto donde sus amigos viajaban, disfrutando de la pequeña golosina que Bulma le había regalado. Incluso había encontrado dentro la pequeña figura de un panda, su animal favorito.

─A todo esto, ¿qué tanto nos falta para conseguir la próxima esfera del dragón? ─El cerdito preguntó.

Ahora se encontraban pasando la carretera de una zona boscosa, llena de montañas y pequeños cerros. El clima era algo templado, ya había transcurrido un día completo de viaje desde que abandonaron Ciudad Conejo, estaba claro que Oolong se encontraba cansado de tanto conducir.

─Bueno, quizás tres o cuatro ─Bulma respondió distraídamente.

─¿Horas? ─preguntó Goku.

─¿Días? ─cuestionó Octavio.

─Quizás cinco ─fue la irónica respuesta de Bulma. Oolong bufó con fastidio, lanzándole a la chica su mirada más hastiada. Bulma solo rodó los ojos─. Solo bromeo. Según el radar, nos falta mucho camino por recorrer. La siguiente esfera está en los límites del continente del Sur. Nos tomará al menos tres días llegar.

Bueno, ahora soy Raditz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora