Bueno, ahora soy Raditz

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CAPÍTULO 13: TERMINANDO LA MISIÓN.

Cuando Raditz despertó, no dudó en pedir algo muy importante: ¡comida!

El metabolismo de un saiyajin es descomunal, deben comer lo equivalente a 30 personas humanas muy hambrientas. Había estado inconsciente por casi tres días luchando contra sus heridas y afortunadamente, había abierto los ojos, aún si las heridas seguían siendo dolorosas, el hambre lo era también.

A Sakore casi se le cae la barbilla al piso, en verdad Raditz era un saiyajin con prioridades claras y Turles le reprochó por no tomar en serio su condición delicada, él mismo seguía bastante herido por la explosión del templo.

Después de que Talon y Jiyama cazaran un enorme animal nativo y Sakore recolectarán frutas, dejaron que su compañero herido comiera a sus anchas. Ellos también comieron pero el apetito de Raditz era mayor debido a los tres días de coma que pasó sin poder probar bocado.

Pasaron en total cuatro meses para que Raditz y Turles se recuperaran lo mejor posible. El resto del escuadrón estaba feliz por eso, con los saiyajins más fuertes recuperados, podrían reanudar la misión de purgar al planeta Vulkaan, misión que fue pausada momentáneamente debido a que tanto Talon y los demás, temían a la aparición de un nuevo experto nativo como Xujan, Oujen o Doujin. Con Raditz y Turles heridos, si fueran descubiertos, ¡ya no tendrían ninguna oportunidad!

También había mejores noticias, debido a que Raditz y Turles estuvieron cerca de la muerte. Obtuvieron un impulso zenkai, aumentando así su nivel de poder.

Gracias a los rastreadores de Sakore y los demás pudieron detectar ese aumento, quedando boquiabiertos ante el actual poder de Raditz y Turles. Raditz, quien en un principio poseía un poder de 400, ahora tenía la increíble cantidad de 3000 puntos de poder en batalla. El entrenamiento sin descanso que ejerció por casi toda su vida en el mundo de Dragón Ball, sumado a la feroz batalla fueron propicios para aumentar su poder ¡El zenkai era una habilidad sorprendente!

─¡No puedo creerlo! Tus poderes han aumentado tanto... ─el impacto en Sakore fue demasiado, ahora mismo nadie en el planeta era rival para él en absoluto. Si creía que el poder de esos aborígenes psíquicos era demasiado, la fuerza actual de Raditz era simplemente aterradora─. Tú también Turles, no te quedas muy atrás... Ustedes dos son una locura...

─¡Ah, rayos! Sigues siendo más fuerte que yo, Raditz ¡Pero ni creas que me voy a rendir! Te voy a superar, cueste lo que cueste. ─Turles gruñó frustrado pero también muy emocionado por el reto.

Raditz en cambio estaba muy contento por su nueva adquisición de poder, sentía que ya era hora de ser recompensado por su arduo entrenamiento, y aunque fuera por un zenkai, seguía siendo válido ante su orgullo.

Los siguientes meses fueron de purga. Ningún experto psíquico volvió a aparecer, de hecho los niveles de poder habían descendido. Como el gran dios psíquico fue destruido por Doujin en esa explosión, el poder dado a las personas fue deshecho rápidamente, incluso Doujin con un poder superior fue superado por las propias debilidades de obtener un poder psíquico del exterior. Raditz se había dado cuenta de que había dos formas de preservar el poder de la roca psíquica. Meditar un tiempo corto y obtener poco poder duradero, o meditando demasiado y obtener un poder increíble pero bastante limitado.

Ahora que el Templo Zenwo fue destruido junto con la extraña piedra psíquica, nadie tenía más poder psíquico que conservar, solo eran seres débiles que ni siquiera tenían la habilidad de lanzar ondas de ki, usando solo primitivas armas para defenderse.

Tardaron otros ocho meses para exterminar a cada ser inteligente en el planeta Vulkaan, dejando los animales útiles según las ordenes. Cuando terminaron con los últimos aborígenes del planeta, festejaron contentos, por fin habían completado la misión. Aunque realmente se prepararon para irse tres meses después de terminar la purga. Aprovechando que habían terminado su misión antes de los esperado, Raditz ayudo a entrenar a su escuadrón. Incluso había cumplido su promesa de luchar con cualquiera que le ofreciera un duelo.