CAPÍTULO 13: ATAQUE NOCTURNO.
Luego de todo el problema con el bandido del desierto, Goku y Bulma, nuestros jóvenes aventureros, se encontraban viajando dentro del camper que pertenecía a Oolong, su nuevo compañero de búsqueda. Aunque al cerdito no le agradaba mucho la idea de involucrarse con ellos, no tuvo otra opción. Bulma lo había amenazado con hacer que Goku le diera una paliza.
“¡Debes compensar todas las molestias que nos causaste, cerdo apestoso!” Es lo que Bulma había dicho, con su tono más furioso y despiadado. Oolong solo pudo temblar de miedo y obedecer, empezando a conducir.
Ya llevaban horas desplazándose por el desierto, siguiendo la dirección de una esfera y probando suerte para encontrar algún pueblo donde comprar cápsulas y abastecerse de suministros. La buena noticia era que Oolong tenía suficiente comida para pasar la noche, la mala, era que no habían logrado encontrar un pueblo ni rastros de civilización en todo su camino.
Al anochecer, Bulma decidió que deberían parar y descansar. Ella fue a tomar una ducha mientras que Goku y Oolong empezaban a comer. El saiyajin se encontró devorando ferozmente la comida, dejando al cerdito muy consternado.
─¡¿Co-cómo puedes comer tanto?! ─Oolong preguntó, atónito de ver montañas de comida desaparecer bajo las fauces del niño con cola de mono.
─Es que tengo mucha hambre ─contestó Goku fugazmente para seguir engullendo un gran pedazo de carne en un santiamén. Oolong solo pudo presenciar el voraz apetito del singular niño.
Luego de terminar de comer, tanto Goku como Oolong se quedaron reposando en el comedor del camper, siendo este último quien mirara atentamente por las ventanas de vez en cuando, algo preocupado.
─Debemos estar alerta, ese tipo Yamcha podría estar allá afuera en este momento ─Oolong demostró su preocupación. Goku sin embargo, se encontraba muy tranquilo.
─¡No te preocupes! Si viene, solo lo derrotaré otra vez. Soy más fuerte que él ─Goku sonrió.
─Bueno, supongo que tienes razón ─Oolong echó un último vistazo por la ventana antes de volver a sentarse con normalidad. De pronto, se le ocurrió preguntar sobre algo que lo tenía intrigado─. Por cierto, ¿por qué están viajando? ¿Y por qué quieren ir a la Montaña Frypan?
─Pues Bulma dice que allí está una esfera del dragón ─respondió Goku, con los brazos tras su cabeza y recargándose en el mullido sofá. Su cola se meneaba feliz luego de la rica comida.
─¿Esfera del dragón? ¿Y eso qué es? ─Oolong nunca había escuchado de nada parecido, así que se sentía bastante escéptico.
─Oh, pues… ─Goku lo pensó un momento, hasta que finalmente recordó que tenía consigo la esfera de cuatro estrellas que Raditz le encargó. El pequeño niño sacó el artefacto del interior de su gi azul y se lo mostró al cambia formas, quien observó con curiosidad─. ¡Esta es una esfera del dragón! Hay siete de estas, y si se reúnen todas un dragón llamado Shenlong aparecerá y concederá un deseo. Lo que sea que pidas.
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Bueno, ahora soy Raditz
FanfictionUn chico joven reencarna como uno de los saiyajin con menos relevancia de la franquicia de Dragon Ball Z. Con una nueva oportunidad de vida, se abrirá camino tomando sus propias decisiones y buscando la libertad dentro de un mundo tan caótico, ¿qué...