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[ Hola estimado lector. Te informo que esta historia ha llegado a la cantidad de más de 3 mil votos. Así que para celebrar, haré un tipo "preguntas y respuestas". ¡Digame alguna pregunta! Ya sea dirigida a algún personaje de la historia o a mí¿ (Que no sean preguntas que busquen sacar spoilers porfa jaksk). Para que al final de esta temporada publique las respuestas y sea un cierre digno. ¡Espero participes! ]

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CAPÍTULO 26: IKARI.

La tierra crepitaba bajo los pies de Bardock. El aura salvaje se derramaba de su ser sin control. Su cabello se erizó mientras que sus ojos parpadeaban entre su tono oscuro natural y un brillante dorado. Finalmente, el aura traslúcida que portaba se desbordó en un color dorado débil, que apenas podía ser notado.

Con un último gritó furico, el feroz saiyajin pudo ascender por completo a este nuevo poder, el cual había cambiado el color de sus ojos a amarillos, preservando solo los iris oscuros. Su aura dorada se mantuvo, dándole una apariencia más que ostentosa en cuanto a poder. Su cola ondeó magistralmente tras de sí mientras Bardock se giraba, encajando sus intimidantes ojos sobre el Rey Vegeta.

El cobarde líder tragó saliva al ver tal demostración de poder surgir de la nada en un guerrero de clase baja. Pero sobretodo, un escalofrío lo recorrió cuando hizo contacto visual con Bardock. Los ojos áureos del saiyajin lo miraron con una sed de venganza inconmensurable.

Vegeta entendió que su muerte estaba cerca...

En otro acto de cobardía, el Rey Vegeta levantó una mano sin quitar la vista del guerrero enfurecido. Había establecido a su ejército que sólo podían intervenir cuando diera la señal de rendición, que consistía en levantar una mano firme al frente.

El ejército élite de Vegeta no tardó en hacer acto de presencia, volando velozmente hacia su rey y posicionándose en una fila de defensa frente a su líder herido. Vegeta Tercero sonrió maliciosamente, creyendo que sus guerreros podrían luchar en grupo y someter a Bardock con facilidad.

Conformado por 96 guerreros de élite, el ejército del Rey Vegeta no tenía comparación alguna en el planeta. Habían sido entrenados bajo la mejor tutoría, fungidos en los mejores conocimientos dentro del combate y contando cada uno con alrededor de 6 mil niveles de poder. Vegeta estaba más que seguro de por fin acabar con Bardock, aunque no fuera por sí mismo como tanto anhelaba.

Pasaron pocos segundos de silencio. Bardock no despegó la vista de la posición del Rey Vegeta, su objetivo era claro en su mente. Haría pagar a ese infeliz por haberse atrevido a causarle un sufrimiento tan doloroso. Lo haría pagar, y muy caro.

Entonces Bardock comenzó a avanzar hacia donde el ejército permanecía en su espera, protegiendo a Vegeta. Primero caminó, cada paso era pesado y firme; esto solo alarmó a los guerreros quienes solo reaccionaron cuando Bardock se acercó, quedando a menos de 8 metros de distancia.

─¡En nombre de la voluntad sagrada de Argón, y de los ancestros guerreros! ¡Le ordenamos que se detenga y se entregue! ─gritó uno de los generales saiyajin del ejército, el cual estaba más al frente. Sin embargo, Bardock no detuvo su avance, cosa que puso más tenso a todos─. ¡No lo repetiremos! ¡Atacaremos si no se somete a la voluntad de nuestro Rey, Vegeta Tercero!

Sin importarle las advertencias, el guerrero de cicatriz siguió caminando hasta que se detuvo, justo a 3 metros de ellos. Para este punto todos los soldados habrían comenzado a atacar, pero un temor extraño los invadió por unos segundos cuando de Bardock brotaron sombrías palabras.

Apártense de mi camino ─dijo, en un tono tan frío que produjo escalofríos en cada uno de los soldados, su expresión peligrosa nunca cedió─. Acabaré con cualquiera que se interponga entre ese bastardo y yo, sin excepciones. ─terminó, refiriéndose al rey.

Bueno, ahora soy Raditz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora