T3: 17

1.1K 128 87
                                    

CAPÍTULO 17: EL FIN DEL TORNEO.

―¿Entonces no ha vuelto aún al maestro Roshi? ―preguntó Goku, muy confundido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

―¿Entonces no ha vuelto aún al maestro Roshi? ―preguntó Goku, muy confundido. En realidad, la ausencia de su maestro le pareció muy extraña. Ahora ya se había reunido con su familia y amigos, quienes lo felicitaron por su gran esfuerzo en el torneo. Sin embargo, le extrañó mucho no ver a su maestro por ninguna parte. Bulma asintió, confirmando su pregunta.

―Así es, no lo hemos visto desde que se fue al baño en cuanto terminamos de comer ―contestó ella, cruzándose de brazos―. Aunque en general, no lo hemos visto mucho en el torneo por eso mismo.

―A mi me parece bastante raro ―comentó Yamcha, con las manos en la cintura y una cara pensativa.

―Que mal, eso significa que no vio el combate final… ―Krillin dedujo, bastante desanimado.

―Bueno, quizás el Maestro Roshi no lo vio, pero eso no quita que los dos pelearon de manera increíble. ¡Ambos son bastante fuertes! ―animó Son Gohan, mirando tanto a su nieto Goku como al joven Krillin. Los niños escucharon sus palabras, sonriéndole.

―Es verdad ―Raditz también comunicó su opinión al respecto, sonriendo con orgullo―. Kakarotto, te has vuelto muy fuerte.

―¡Has crecido como todo un guerrero, pequeño Ka! ―Gine de igual manera demostró su amplio orgullo por los avances tan increíbles de su joven hijo.

―¡Sí! ―Goku se rio con gusto, sintiéndose feliz por recibir el reconocimiento de su madre y hermano mayor. Aunque rápidamente su reacción pasó a una más retadora―. ¡Cuando volvamos a casa quiero pelear contigo Raditz!

―De acuerdo. ―El saiyajin de cabello largo asintió, sin poder poner ninguna objeción.

Pensó en que sería interesante pelear con Goku ahora, y aunque en su forma base no parecía tan fuerte para él, seguramente como Oozaru ya superaba las miles de unidades de fuerza. Incluso si la luna natural ya no existía, Raditz siempre podría hacer una luna artificial para ayudarlo a transformarse, por supuesto, mientras Kami-sama hacia lo suyo en reestablecer el satélite natural de la Tierra, el cual “Jackie Chun” había hecho pedazos.

―¡Raditz, yo quiero que me enseñes a usar el Oozaru! ―Cerely gritó de repente, corriendo hacia su hermano mayor y tomándolo de la mano para llamar más su atención―. ¡Prometo que daré mi mejor esfuerzo! ¡Ahora si quiero aprender! ¿Verdad que me enseñaras?

―Bueno… ―Raditz se rio nerviosamente. En realidad quería ir con Kami-sama cuanto antes, pero tampoco quería decirle que no a su hermanita. Era un milagro que le estuviera pidiendo entrenamiento cuando ella comúnmente solía evitar hacer cualquier tipo de actividad relacionada.

Justo en ese momento llegó Roshi. Vestido con su elegante traje y sombrero negro, el anciano se acercó al grupo, saludando animadamente con una mano mientras que en la otra sujetaba su maletín marrón. Se había desecho de la peluca y traje que utilizó para fingir su identidad como Jackie Chun. Ahora había vuelto a ser el auténtico Maestro Tortuga.

Bueno, ahora soy Raditz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora