Mi estadía en esta Universidad la estaba sobrellevando, es decir, no me quejo en el sentido de que puede ser peor (en las mañanas sí lo hago, el hecho de levantarme muy temprano no me gusta) y más cuando estoy tan enfocado en mi nuevo apartamento que renté en el centro. No muy lejos de mi mamá porque soy un maldito niño de mami.
He hecho amigos aquí, Mark es uno de ellos, es mi compañero de todas las clases y agradezco que él sea tan descuidado como yo o peor.
En cuanto a las mujeres, bonitas, muy bonitas pero fáciles. No es algo que me moleste porque se facilita el trabajo pero no lo sé, espero otra cosa de ellas quizás que se respeten.
No sé por qué digo esto, si cuando ellas son fáciles los que siempre ganan son los muchachos.
Pero está esa maldita niña que no recuerdo su nombre y yo soy lo más imbécil en el mundo como para no pedir su número o su nombre. Sé dónde vive, pero no sería tan psicópata de ir hasta su casa. Creo.
Creo.
Tal vez.
Si logro sacármela de la cabeza definitivamente no iré.
Pero si no.
Estaré allí.
- ¿Qué harás esta tarde? -susurró Mark con una sonrisa. Era consciente de que hoy era jueves. Jueves de billar, o tal vez póker.
-¿Cómo olvidarlo? Está bien que yo sea olvidadizo ¡Pero hermano hoy es jueves!
-Hmm quise recordártelo, ya sabes. -se encogió de hombros y miró al frente. Sonrió al ver el cuello descubierto de su próxima conquista. Supuestamente. Él está detrás de esa tía hace semanas y ella lo ignora olímpicamente. Es linda tía pero Mark ya tiene sus ojos en ella, códigos.
Ella bufa al darse cuenta que Mark está tirándole el cabello negro mientras le susurra cosas. Reí negando y decidiéndome a prestar atención.
*
-¡Te dije que te iba a ganar, perra! -le grité con euforia a Ryan, mientras Mark ríe escandalosamente.
Mark era uno más en nuestro grupo de amigos.
-Ryan perdiste todo lo que nos sacaste, diva. -dijo Chaz riendo mientras veía la cara roja de Ryan.
Decidí no molestar a Ryan, quería que me haga un favor.
Esperé ansiosamente a que los chicos se vayan, y esa espera se me hizo eterna.
-Ryan.
-Dime. -me contestó mientras traía dos cervezas en sus manos.
-¿Cómo se llama la tía con la que estabas?
Ryan rió. -Estuve con muchas.
-Me refiero a la que tenía una mejor amiga, era rubia y tímida.
-¿Kara?
Un flashback vino a mi mente y sonreí al acordarme.
-¡Sí!
-No me la tiré, si quieres puedes...
-¡No, no! ¡De ninguna manera! -dije hiperactivo.
-¿Qué te sucede?
-Quiero a la mejor amiga.
-¿Holly?
-Demonios, sí. -dije sonriendo ampliamente.
-Déjame adivinar, quieres su número.
Asentí rápidamente.
-También déjame adivinar que fue ella por la cual rechazabas esas tías.
-¡Yo no rechacé a nadie! -reproché.
-Que tú no te acuerdes. -rió mientras tomaba su teléfono. Rodé los ojos.
-¿Me lo darás? -dije esperanzado.
-No.
-¿Por qué? -fruncí mi ceño.
-Porque no lo tengo. -rió.
-Consíguelo -le dije mientras me paraba y me dirigía a la puerta-, nos vemos niña.
-Púdrete. -lo oí decir.
-Sí, sí.
Necesitaba ese número de teléfono. Lo anhelaba tanto, justo como a ella.
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Holly ➳ jb
Fanfiction"Ella era tan hermosa que hasta llegué a pensar que era una alucinación"
