Holly ➳ jb

Capítulo 52

Esperé a que pudiera controlar sus llantos, mi mente volaba en este momento. No dejaba de pensar en como sería nuestras vidas, los padres de Holly, mi madre, nuestro entorno.

-¿Que haremos, amor? -preguntó e hipo por sus sollozos.

-¿Te harás la otra prueba?

-Sí. ¿Tu que opinas?

-Tal vez deberías cariño, no entiendo demasiado de esto pero tener una segunda prueba es mejor.

-Tienes razón. -concordó, antes de que se pudiera parar, la besé cortamente. Tenía la necesidad de querer que supiera que nada cambiaría en nuestra relación.

-Te amo.

-Yo también te amo Justin.

Caminó por el pasillo y la seguí con la mirada hasta que desapareció. Era imposible no pensar sobre el tema, seré papá y ni siquiera tengo 20 años, amaré al bebé porque es mío y me trasmite alegría pero admito que fue una irresponsabilidad pero ya siento amor hacia esa "irresponsabilidad".

Inevitablemente me sentí mal por Holly y por su vida, mi madre era muy liberal en el sentido este pero ¿sus padres?. Había remontado mi relación con Andrew y creo que me odiará por embarazar a su única hija.

Hall perderá este año, aunque tal vez no sea así porque faltará poco tiempo para que termine su último año. Igualmente, no dejaré que se esfuerce, no.

Mientras qur yo haré hasta lo imposible para que a ambos no les falte nada.

Salí de mis pensamientos cuando la escuché andar hacia mí. Tenía cara de frustración sumándole que acababa de llorar.

-¿Que sucede? -me atreví a preguntar. Nervioso e impaciente.

Ella negó y aclaró su garganta. -Dio negativo.

La miré rápidamente sin saber si escuché bien.

-Dio negativo, no se realmente qué creer.

La miré sin decir nada y suspiré. Si ella no sabía, yo menos. No estoy muy al tanto de estos temas pero habría que buscar una solución ya.

-¿Que...que haremos?

Suspiró con fuerza y se sentó a mi lado. La abracé contra mi costado.

-No lo sé. -murmuró.

Besé su frente, estaba tan confundido es más estaba tan nervioso que mi estómago se me retorcía.

-Me haré una prueba de sangre. -habló Hall despues de un tiempo en silencio por parte de ambos.

Me moví y la miré, ella también lo hizo. Sus ojos estaban con un color rojo claro y sus mejillas sonrojadas del llanto. Aún así era hermosa.

-¿Y cuando podremos ir? -pregunté.

-El sábado, ¿te parece?

-Sí, ¿horario?

-Por la mañana atienden y te dan el resultado en el momento pero tú trabajas el viernes en la noche así que nos conviene por la tarde.