Capítulo 50

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Hall se había marchado de departamento hace como dos horas, bueno en realidad la llevé. Igualmente estábamos hablando por mensajes, aunque eso no me impedía dejar de extrañarla.

Mi pantalla se volvió negra y el nombre de Alessa apareció en ella, ¿por que demonios todavía tenía su número?

Obviamente corté su llamada.

Pero otra vez más volvió a sonar, nuevamente hice lo mismo.

No tenía ni la más mínima preocupación ni interés de a qué se debía su llamada. Es más la eliminaré de mis contactos.


***

Había pasado varias semanas y dos de ellas fueron muy agitadas con respecto a los exámenes importantes que tenía mientras que las vacaciones de Hall cada vez estaban más cerca y ya había sido un problema entre nosotros, nuevamente.

Vi poco tiempo, para mi gusto, a Hall. Ella estaba con su maldito humor de no.me.toques. Que realmente me enfurecia porque no era del todo sincera conmigo, me hacía sentir mal los cambios bruscos en relaciones y más de ella que la amo.

Llegué a pensar que ya no le interesaba estar conmigo, lo sigo manteniendo. Pero no me atrevo a cuestionar aquello por miedo a una respuesta no deseada.
T

uve varias pequeñas discusiones por esto, ella solo se arrepentía y me pedía disculpas. Las aceptaba porque presentía en su mirada su arrepentimiento pero no estaba satisfecho.


Hoy nos veríamos supuestamente luego de que ella saliera de su escuela pero ya estaba sospechando que no sería así. No sabía que más pensar y realmente no quería hacerlo más porque nada bueno era.

Estaba apunto de dormirme, realmente estaba cómodo con la ventilación fría que había en mi departamento que ni siquiera quería pararme abrir la puerta. Si era importante, tocarían de nuevo.

Fue así.

Caminé a mi ritmo hasta la puerta y la abrí. Revelé a Hall mirando a su celular y por lo que miré estaba a punto de llamarme.


-Que suerte hombre, me estaba derritiendo. -se quejó y entró pero primero me besó.

-Hola a ti también.

-Lo siento. ¿Como estás? -preguntó mientras me sostenía de la mano. No era la misma de siempre, lo notaba en su forma de mirar.

-Mejor que tú, seguro.

Ella se removió en su lugar y suspiró. De repente sus ojos se cristalizaron, la miré sorprendido por su cambio. Acaricié rápidamente su cara con mis manos.

-¿Quieres contarme?


Ella asintió apunto de sollozar.

La tomé por sus hombros y nos dirigimos a mi habitación, todavía atónico por su cambio.

Pronto se sentó en el borde de mi cama y yo me metí entre sus piernas luego me agaché. Podía mirarla perfectamente desde este ángulo, aprenté suavemente su mano esperando que ella tomará fuerza.

Holly ➳ jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora