Capítulo 20

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Después de mi gran mañana/tarde de besos con Holly, me marché.
Eran las 8:30 y yo estaba tan aburrido que no sabía en que posición ponerme ya. Todo era más aburrido cuando dejaba de estar con Holly, hasta llegué a preguntarme qué demonios hacía antes de conocerla.

Mi madre estaba en la cocina brindándome un delicioso olor a comida, aparentemente hoy vendría su amiga de nuevo. Solo espero no estar presente en el momento del cual se les ocurre ponerme en una situación vergonzosa al preguntarme sobre sexo (ya lo hicieron).

Yo no entiendo como la hija de Kris es tan inmune a esto, en mi caso estaba rojo de la vergüenza y confusión. Hasta Iris (nombre raro e hija de Kris) me miraba divertida y ella solo tenía diecisiete años.

Quisiera hacer algo pero Ryan no se verdaderamente donde está y es algo que ya no me molesta, el desaparece diariamente, es una rutina, Mark me había texteado preguntándome y volviéndose un marica cuando al responderle le adjunte una foto con Holly acostados.
Luego de su momento de molestar, decidió ir a dormir su siesta matutina que hasta ahora no me responde.

Es más, ni siquiera tenía que estudiar porque el libro que me indicaron que estudie ya lo había hecho. Maldita vida.

—Hijo te buscan abajo... —informó mi mamá asomando un poco su cabeza en mi habitación.

—Genial, —dije feliz—gracias mamá.

Ni siquiera me molesté en colocar mis zapatillas, esperaba que sea Mark o Ryan.

Pero no fue así, era Chaz con Alessa.

—¿Qué sucede chicos? —pregunté totalmente extrañado y ajeno a sus caras de preocupación.

—Es Ryan.

—¿Qué sucedió con él? —pregunté asustado, tenía miedo a la respuesta.

—Está en su casa completamente drogado, Manson quedó con él. Están esperando la ambulancia debido a que puede entrar en una sobredosis. —explicó Alessa con la voz temblorosa.

—Esperenme aquí, ya vengo. —les avisé y corrí hasta mi habitación subiendo las escaleras de dos en dos.

Quería llorar por el simple hecho de que mi mejor amigo estaba a nada de poder morir, tal vez es un gilipollas pero jamás dejaría que algo le pasara. No dejaba de preguntarme la razón por la cuál se había drogado tanto.

—¡Vamonos! —les grité cuando lo vi a Chaz hablando con mi mamá seguramente explicándole todo. Alessa estaba a su lado con la cabeza gacha sabía que le daba vergüenza ver a mi madre por asuntos del pasado.

Corrimos hasta el auto, Chaz no esperó absolutamente nada para pisar el acelerador. El departamento de Ryan quedaba en pleno centro y rogábamos que no haya tránsito.
Miré a Chaz que estaba conduciendo, su cara seguramente era igual que la mía; llena de preocupación, enojo y tristeza.

Cuando por fin bajamos del auto, el trayecto fue leve por el hecho que no había tantos automóviles cerca.
Ni siquiera esperé el ascensor y corrí con Chaz por las escaleras hasta llegar al piso cinco, el piso de Ryan.

Abrí desesperadamente la puerta cuando la vi en frente mío. Lo estaban colocando en una camilla con tal desesperación que realmente me asuste.
Entre todos ellos vi a Manson mirando fijamente a un punto y a la amiga de Holly llorando.
Seguí a los médicos hasta el ascensor donde al abrirse salió Alessa rápido cuando se dio cuenta.

—Manson ve con Alessa y Chaz. Iré a llevar a esa chica a su casa.

Manson asintió y caminó rápido pero en silencio hacia las escaleras.

Me giré hasta ella y la miré. —Vamos, iré a dejarte en tu casa.

Ella solo me miró con los ojos rojos y lagrimosos. No me dio respuesta, sólo salió del departamento.
Cogí las llaves del auto de Ryan y la seguí hasta el ascensor donde ella esperaba impaciente el aparato.

Una vez dentro, quise preguntarle absolutamente todo pero apenas podía respirar con regularidad.

—Yo... yo llegue y y él estaba tirado en el suelo. Intenté... Intenté despertarlo —lloró más fuerte y yo acaricié su espalda— y no pude.

—Shh intenta tranquilizarte, te hará mal.

—Me lo merezco. —murmuró y rompió en llanto una vez más.

Fruncí el ceño. —¿Por qué lo dices?

—Discutimos —sorbió su nariz—, prácticamente dos veces y me fui de aquí pero volví porque había olvidado mi móvil y cuando lo hice lo vi así.

La miré sin entender mucho, yo no sabía que Ryan tenía alguna relación con ella y menos me lo imaginaba después de lo que me dijo ayer acerca de ella.

Le dije que me indicara donde vivía y me sorprendió el hecho que viva en uno de los barrios bastante turbios de la ciudad, no la juzgaba para nada pero sinceramente nunca me imaginé que Holly conozca gente de aquí.

—Es aquel departamento. —murmuró despacio no se si era la situación o si se avergüenza de donde vive por eso su reacción.

—Bien, ¿Tu quieres mi numero o tienes alguno de los chicos? Para mantenerte informada.

—Manson me ha dado el de él y el tuyo, espero que no te moleste.

—Para nada, ni bien haya alguna novedad sea buena o no la sabrás. Luego le digo a Manson que te escriba el hospital donde está.

—Gracias Justin. —susurró y abrió la puerta del auto.

Solo asentí.

—Justin, —me llamó dándose vuelta—cuida a Holly, no le hagas daño.

La miré desconcertado y ninguna palabra salia de mi boca, yo no le haría daño a Holly.

♦♦♦

¡Espero que les guste! Lamento muuuuucho no haber actualizado, sucedió algo no muy planeado y bueno, mañana si puedo les actualizaré solo espero que haya 15 votos y 2 comentarios.
Otra cosita; me voy a dignar a subir mis otras novelas así que las espero en Serendipity - Whatsapp (no es social n. para aquellas que piensan así, es una novela normal lol) - De vuelta.

Buen fin de semana linduras!

Holly ➳ jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora