Capítulo 71

2.4K 167 4
                                    

-En serio, no puedo asimilarlo. No solo estan excitadas por ti, sino que ahora se sumó también mi padre. ¿Entiendes eso? ¡Mi padre! -dijo frustrada, sentada en el borde de su cama.

Giré los ojos divertido, estuvo hablando de eso todo el camino. Y no lo podía encontrar mas gracioso de lo que era, ganándome varias veces malas miradas o golpes de su parte.

-Somos calientes.

-Mi padre sí, es lindo como yo pero tú, sinceramente me dan pena.

-Lo dijiste muy en serio, pero lo tomaré como una broma.

-Esto es en serio, ¿alguna vez has escuchado que han hablado de mi padre?

Pensé. Sinceramente nunca había prestado atención a eso. -No.

Suspiró frustrada y se giro mirando hacia el frente. -No se por que te pregunto, apenas sabes quien es tu profesor.

La miré ofendido. -No te contaré nada.

-No te asustes si en tu próximo examen hay una sorpresita.

Abrí la boca mientras ella me sonreía burlona. ¡Deja de amenazarme!

-No seas llorón.

-Y tú no seas una manipuladora.

-Está en mi naturaleza, cariño. -dijo con aires de superioridad y se levantó, caminando hacia un mueble con espejo que tenía allí. La observé, y desconectó su celular que se ha estado cargando ahí desde que llegué, que fue hace como cuatro horas.

-¿Algún mensaje importante? -pregunté, tratando de molestarla porque estaba muy concentrada en su celular.

Me miró y sonrió irónica. -De hecho sí, me escribió una tal Samera.

La miré mal.

-¿Que pasa? ¿No dirás nada, Justin? -insistió sonriendo con malicia.

-Pudrete.

Dejó su celular nuevamente pero esta vez en la mesita de noche a nuestro lado y se acostó junto a mi. No tarde en rodearla con mis brazos y besé su frente.

-¿A que hora vienen tus padres?

-Mi padre va a venir a las 22hs como mínimo, y mi madre tendría que estar aquí a las 19hs.

Miré el reloj y eran 16:55hs. La miré de nuevo. -Bueno, hay tiempo para disfrutarlo.

Me miro mal. -Siempre piensas en follar.

La miré desinteresadamente. -Yo estaba hablando de la siesta. Mal pensada.

-Sí, claro que sí. Hablabas de la siesta.

-Nunca hablé más en serio.

-Genial, porque yo también quiero dormir la siesta. -respondió con una sonrisa burlona y cerró los ojos, mientras se acurrucaba a mi lado.

-No, ahora vamos a hacerlo.

-No, tú me diste la idea. -respondió con ojos cerrados.

-¡Era una broma!

-En serio tendrías que revisar eso de querer mantener relaciones sexuales, eres un maldito sexopata. Creo que se dice así.

La miré ofendido. -¡No lo soy!

-Claro que lo eres, ya te diagnostiqué.

-Ni siquiera me has dado un beso.

Me miró sonriendo y me besó, cuando quise profundizarlo, se separó haciéndome bufar.

Holly ➳ jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora