Holly ➳ jb

Capítulo 36

—Lo único que rescato de todo esto por ti es que pudiste tirartela. —dijo Mark sin rodeos. Ambos estábamos tomando una cerveza en mi apartamento.

—Mark... —siseé.

El fingió y cubrió su boca con su mano de una forma "delicada". —Oh lo siento, después de hacer el amor. ¿Mejor?

—Púdrete. —apreté mi mandíbula y miré hacia mi costado derecho.

Mark silbó fuerte. —Esa marca habla por si sola.

Fruncí las cejas.

—Tu chupón. —explicó.

Lleve mi mano hasta allí y me estremecí al apretarlo sin querer.

—Lo hizo el otro día, pensé que se había ido.

—Error. Parece como si fuera hace poco.

—La extraño. —solté después de unos segundos en silencio. Mark dejó de teclear y me miro con compasión.

—Y la extrañarás por un tiempo bastante largo.

—No me ayudas. —resoplé.

—No pretendía hacerlo.

—Gracias marica. —dije y me paré-.Vamonos.

—Mira Justin, que no harás una estupidez.

—Hablas como un marica, Mark demonios. Voy a intentar olvidar a Holly, ella no quiere saber más de mí.

—¿Te rendirás? —me miró perplejo. Como que si no pudiera creer nada de esto. Lo miré sin expresión. Tal vez si comenzaba a desinteresarme en el tema, ella dejaría de interesarme.

—Sí. Ella me lo dejó más que claro.

Mark me miró sin creerlo aún y negó. —No sabes que dices Justin.

—Sí, sé lo que digo. Ahora vámonos.

—Cuidado con lo que haces. —advitió y se paró perezosamente.

—Blablabla. —burlé.

—Sé por qué tanto apuro y solo te digo que Ryan desmentirá todo.

Paré en seco y me giré a verlo. —No creo que sea tan hijo de puta.

—Mmm claro, vámonos.

—Deja esa lata aquí, Mark.

—¿Que tiene de malo? —dijo mirándome con recelo.

—Nada. Vamos.

Mark era una maldita mujer ahora que caigo en cuenta, todo el pesado camino advirtiéndome sobre que debo hacer o lo que no.

—Vete a la mierda Mark. —resoplé. Él rió y entró junto a mí al club.

Era jueves y no me molestaba estar aquí sabiendo que tengo Universidad simplemente podría faltar o tal vez iría. La carrera que elegí me ganó por completo y ahora me fascina.

Vi a Ryan reír y los recuerdos míos con Holly vinieron al centro de mi mente la verdad quise que empujarlos fuera pero no se pudo.

Supe que Mark sabía cuál era mi intención pero agradecí que se haya movido. No quería que se interpusiera.

Caminé relajadamente hacia Ryan quién estaba con algunas tías y otros de nuestros amigos en común.

—¡Hey Justin! —saludó alegre pero corte su felicidad tan repugnante con un puñetazo en su mandíbula. Él reaccionó velozmente— ¡Demonios! ¿Que mierda te sucede? —habló fuerte, quería que el sonido de la música haga que deje escuchar a este imbécil pero no fue así.