En mi apartamento solo hay un baño compartido, por lo que se hace un lío bañarnos, yo previniendo eso me levanto más temprano y me ducho primero, luego les dejo ir la bomba de quien sigue.
—¿Qué les parece si nos bañamos los tres de una vez? Para ahorrar tiempo y agua —propone Julio.
—Sueña con eso cariño —le dice Lore.
—Bianca me hubieras hablado para bañarme contigo, así nos hubiéramos bañado de dos en dos —me reprocha ahora a mí.
—Já ¡Ya quisieras! —le respondo haciendo como si estuviera carcajeándome de su comentario.
—¡Muy bien!, mujeres mal agradecidas no saben aprovechar una oferta, ¡así que háganse a un lado me bañaré yo primero!, al instante saltan Lore y Sofía sobre él
—Ni lo sueñes, nosotras primero —le advierten.
—Vamos, ve tu primero que te cuesta más arreglarte —le dice Lore a Sofía y así es como dejan de último a Julio.
Cuando ya los cuatro estamos listos nos vamos para la universidad, Lore y yo nos vamos con Sofía y Julio se va él solo.
—Al final no me contaste ayer si viste a mi amor —me pregunta Sofía.
—Sí lo vi, nos encontró en una condición nada grata a su hermano y a mí, ¡qué bochorno!, ya no me recuerdes por favor —le pido.
—Está bien, ya no hablaremos del ególatra de Stefan, pero dime de Javier, ¿verdad que tiene unos ojos lindos?
—Me gustan más azules —le respondo sin pensar.
—¡Ya ves!, te gustó el ególatra de Stefan —me acusa burlándose.
—Solo hice referencia al color de ojos —digo riendo mientras veo por la ventana.
—Bueno, como sea —dice Lore—. Hay dos uno para cada una así que no peleen, por cierto, ¿no tendrán otro hermano para mí, uno con ojos color verdes?
—No, solo una hermana y Camila es ojos color miel, quizá por eso el egocéntrico es egocéntrico —dice Sofía reflexionando—. ¿Qué estaba haciendo Javier cuando lo viste? —me cuestiona queriendo saber más sobre su amor platónico.
—Iba saliendo del ascensor cuando el Señor Brown me ayudaba a poner en pie —le respondo.
—¿Te saludó?
—Si a esto llamas saludo —le digo haciendo el ademán que me hizo cuando se cerraron las puertas del ascensor.
—Ojalá que no le hayas gustado, es un puto, ¡lo que tiene de lindo lo tiene de puto! Creo que ha cogido con todas las mujeres de la ciudad —se lamenta.
—No lo recuerdo —dice Lore pensativa.
—¿El que no recuerdas? —le pregunta Sofía viéndola por el retrovisor.
—¡Que me haya cogido!
—Já ¡chistosa!, si ese muñeco te coge, ¡te aseguro que no se te olvida!
—¡Mm! Habría que ver —Responde Lore divertida—. Además, ¿y tú como sabes?
—¡No me consta!, pero debe de ser espectacular —responde prestando más atención a la calle, guarda un leve silencio y agrega—. ¡Ni se te ocurra acercártele!, ese hombre es mío —la sentencia riendo—. ¡Aunque él no lo sabe!, pero tarde o temprano lograré que deje de verme como solo la hermanita menor de su mejor amigo, y que vea que me han salido ¡tetas y culo!
—A lo mejor tiene miedo de romperte el corazón y que tu hermano le rompa la cara a él. —le explica Lore.
—¡No tiene por qué enterarse! ¡Yo no le voy a decir a Harry!
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Señor Brown no firmaré ese contrato.
RomantikBianca, anhelaba con todas sus ansias ser aceptada en el programa de pasantías de BS Corporation, y sintió pánico, cuando estando en el sofisticado edificio, ya lista para su entrevista, un descuido la hizo caer con su trasero sembrado en el piso, a...