—¿Es soltera? —pregunta el grandísimo hijo de puta de Dominic.
—¡Siii! —responden con alegría Javier y Diego, en eso se nos une Gabriel.
—Ey Dom gusto de volver a verte, ¡te ves bien! —lo saluda a él primero y luego a nosotros.
—Gracias hermano, tú también estas ¡bien! —comenta acariciándole una mejilla.
—Ya deja de chorradas, ¡lo decía por cortesía! —responde—. Mejor cuéntenme de que iba ese ¡Sí! tan efusivo —pregunta Gabriel.
—De que Bianca la nueva asistente de Stefan ¡esta solterita y libre!, para cualquiera que quiera pretenderla —le cuenta Diego—. Javier y yo no podemos porque trabajamos en la misma empresa y nuestro jefe nos lo ha prohibido, pero tú y Dominic creo que sí podrían —concluye el muy imbécil.
—Creo que no está soltera, la he visto con un chico en la universidad, se les ve muy cercanos —les comenta Gabriel muy serio.
Él es catedrático de la universidad a donde asiste Bianca, me ha dejado intrigado ya que no sé, si lo dijo por desviar la atención de Bianca o si es cierto, aunque de ser así me lo hubiera dicho, además la investigación no hace mención de ningún posible novio.
—Bueno si tiene novio y no está aquí, ¡no existe esta noche! —comenta el imbécil de Dominic, y dado que esta lindísima, ¡me casaría con ella si me lo pide! —agrega sin dejar de verme ni quitar su cara de diversión, «idiota lo dice por cabrearme»
—Es mi asistente, ¡no te metas con ella! —le advierto.
—¡Ves! —dice Diego.
—Bueno como veo que ya se pusieron intensos, mejor me voy a saludar a los Patrick —les digo alejándome de ellos y dejándolos muertos de la risa.
Recibo una llamada de Wilson y contesto de inmediato.
—Envíame un mensaje, hay mucho ruido aquí y no te escucho bien —le respondo y luego cuelgo.
Aprovecho la oportunidad y busco un lugar en donde poder revisar el correo, hay una información que Carol va a mandarme, y que necesito para la reunión de mañana en la tarde, me dirijo por un pasillo y me siento en un sillón que esta con vistas al jardín, abro el correo y en efecto Carol ya ha mandado lo que le pedí.
Reviso primero el mensaje de Carol y luego el que Wilson me mandó.
Señor ya está listo el helicóptero para salir mañana a la hora acordada
Solo respondo.
Ok.
Vuelvo a abrir el correo que Carol me mandó y una voz cercana capta mi atención.
—Si mamá ya lo sé, no te preocupes, cuando tengas tiempo salimos... —guarda silencio y luego continúa—. Ok no, no estoy molesta, aprovecharé e iré a ver a papá —nuevamente guarda silencio y responde—. Hablamos luego mamá, hay mucho ruido aquí y casi no te escucho, salúdame a David por favor, voy a colgar, chao mamá.
La escucho suspirar, como si con eso se resignara a lo que sea que le dijeron por teléfono, me levanto de mi asiento y me dirijo hacia a donde ella, esta es mi oportunidad para acercarme a ella sin levantar sospechas.
¿Sus ojos brillan cuando me ve, o será el reflejo de las luces?
—Por qué tan solitaria si se puede saber —le pregunto.
—Stefan, me asustaste —dice llevándose la mano al pecho, sigo con la mirada sus manos distrayéndome por completo en esos hermosos pechos que me vuelven loco—. Estaba hablando por teléfono con mi mamá, teníamos una salida de chicas para mañana, pero me acaba de cancelar, ¡al menos ya no lo hace a última hora! —comenta con resignación.
Pude notar cierto resentimiento en su comentario.
—¡Mm... ella se lo pierde! —Le contesto—. Ven conmigo mañana, debo de ir a Portland a dar una conferencia y luego a una reunión, puedes ir y regresar conmigo y así vas a ver a tu papá, nos regresaríamos al final del día —le ofrezco para que se anime.
—¿Vas a ir a Portland? —Pregunta admirada, luego se queda en silencio—. ¿Escuchaste mi conversación?
—Lo siento, —me disculpo—. Estaba sentado ahí, no puede evitar escuchar.
Ansiando estrecharla entre mis brazos y besarla, creo que tendremos que buscar alguna excusa para marcharnos cuanto antes, dudo mantenerme cuerdo por mucho tiempo, sin saltar sobre ella y descargar toda esta calentura acumulada que traemos.
—¡Bien!, no hay problema, siempre es así ¿sabes?, mamá me hacía hacer planes y al final siempre me dejaba plantada o cancelaba a última hora, hoy por eso siempre tengo plan B, —dice medio riendo pero sin disimular la tristeza en su voz, por alguna razón hace que su madre no sea una persona grata para mí—. Si no te causo problemas acepto ir —concluye.
—Por supuesto que no me causas problemas, más tarde nos ponemos de acuerdo con los detalles y te digo a qué hora paso a recogerte, ahora cambia esa cara, que te ves más hermosa cuando sonríes.
—Lo siento disculpa, ya se me pasará, ¿llegaste hace mucho rato? —me pregunta.
—Hace unos veinte minutos, ¿y tú?
—Llegamos temprano, venimos con Sofía.
—¡Venimos!, ¿tú y quien más? —le pregunto, Debe de ser amiga de ella la chica rubia del vestido plateado.
—Lorena, mi amiga.
—¿Espero no te hayan convencido de participar en ese chiste de subasta? —le pregunto, no muy entusiasmado de verla bailar con otro.
No logra responderme, porque llega Camila hasta a donde nosotros.
—Justo a los dos estaba buscando, ¡qué bueno que los encontré juntos!, van a servir la cena, ¡vamos!, que luego será la subasta —comenta emocionada.
Ambos seguimos con resignación a la eléctrica de mi hermana, de lo contrario podría arrastrarnos, ¡esa pequeña mujercita!, dejo que pasen por delante las dos, para llevarme la sorpresa, de que Bianca también lleva la espalda totalmente descubierta.
Con ese vestido el trasero y la cintura le resaltan demasiado, ¡para mi tranquilidad esa prenda de vestir debería de ser prohibida!, no quiero que otros hombres vean lo sexi que es su cuerpo, sin que sepan que ¡me pertenece!, «¡No te pertenece aún idiota!, ni siquiera has tenido el valor de hablar con ella sobre el contrato», me reprendo, «¡eso se arreglará mañana!», me aseguro a mí mismo.
Llegamos a la mesa en donde están mis padres y para mi grata sorpresa, Bianca se sienta junto a la chica de vestido color plata y queda frente a mí, levanta su mirada y me observa, sus ojos azules lucen con un deje de tristeza, a mí no me engaña, la mamá le debe haber arruinado la noche al decirle que ya no iban a salir, sin embargo sigue siendo la mujer más hermosa de toda la fiesta.
Se lleva la copa de vino a sus labios y toma un trago, veo su garganta como se mueve cuando baja el líquido, aleja la copa de sus labios pasándoles levemente la lengua, y eso hace que de inmediato logre una erección. Quiero su lengua haciéndome eso ahí abajo, y doy gracias al cielo por estar sentado y que no se me note lo empalmado que me he puesto. Desde que regrese de mi viaje, no sé de donde me ha salido tanto autocontrol para no lanzarme sobre ella y hacerla completamente mía.
El resto de la cena pasa sin novedades, hasta que llega el momento de las subastas y Bianca se levanta para ir a los camerinos con Sofía, Camila, Leha y la chica rubia.
Comienzan subastando varias piezas de arte y algunas de joyería de colección, subastan algunos pases vacacionales a diferentes destinos y en diferente cantidad de días, y han dejado los pases para la apertura del baile de último.
—Bueno damas y caballeros, sé que todos están ansiosos por ir a la pista de baile —grita el maestro de ceremonia—. Pero antes vamos a hacer la tan anhelada subasta del primer baile, para lo cual en está, como en cada ocasión, contaremos con la participación de siete lindas señoritas, las iremos conociendo en la medida que las vayamos presentando. ¿Quieren que comencemos ya? —pregunta animando al público, todos gritan que sí.
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Señor Brown no firmaré ese contrato.
RomanceBianca, anhelaba con todas sus ansias ser aceptada en el programa de pasantías de BS Corporation, y sintió pánico, cuando estando en el sofisticado edificio, ya lista para su entrevista, un descuido la hizo caer con su trasero sembrado en el piso, a...