—Bueno, como aquí parece ser, qué solo hay tortolos, creo que me voy a dormir, mañana quiero llegar temprano al club —comenta Diego.
—Javier me va a hacer el favor de llevarme a casa, tú seguramente querrás irte temprano para el club —me dice Sofía.
—En ese caso, Bianca se puede ir conmigo —sugiere Diego, obviamente, con intenciones de molestar a mi terrón de azúcar.
—No, ella se va conmigo —le responde Stefan, con voz que no da lugar a contradecirlo.
Ignorando lo que esos dos dicen, le respondo a Sofía.
—Es posible, todo depende de la hora en que logre levantarme —veo mi reloj y comento—. De hecho creo que ya debería de irme a dormir, estoy cansada.
—Hay sí, ¡como si fueras a descansar! —comenta Javier riendo.
—¡Por supuesto que sí!, mi almohada y mi sábana son muy acogedoras —le respondo, esperando a que las chicas no entiendan su doble sentido.
—¡Tu almohada dices!, pues te diré que esa almohada era la más fría, hasta hace unos meses —me comenta él riendo.
—Qué extraño, para mi gusto es muy caliente —le respondo riendo, y dándome cuenta de qué alimenté su doble sentido.
El muy idiota suelta a reír, y Lorena me observa intrigada, pero no comenta nada, en cambio, Sofía dice.
—Parece ser, que no es de tu almohada de peluche que están hablando, nos hemos perdido de algo —me pregunta.
Pero por suerte a Diego se le ocurre intervenir en ese momento.
—¿Y piensan dejar solo nuevamente a su pobre amigo?
—A... mira, ¡es cierto!, queda él, te lo puedes llevar tú —le sugiere Gabriel riendo.
—No, posiblemente me vaya con ese bombón —responde riéndole a la tipa de la mesa de la par, que no ha parado de mirar para esta mesa—. Mejor que se lo lleve Javier o tú, le propone a Gabriel.
—No gracias, dudo que a los papás de Sofía, les agrade que lo lleve con ella —le responde Javier
—¡De hecho no habría ningún problema! —Comenta Sofía—. Mi familia le tiene mucho aprecio y siempre es bien recibido en casa.
—Lo dicho entonces, te lo llevas tú —le dice Gabriel a Javier.
—¡Dejen de molestarlo!, él anda en coche y seguramente se va a llevar a Lorena —lo defiende Sofía.
—Ya me ofrecí yo para llevarla —responde Gabriel.
Sonriéndole muy amistosamente a Lorena, y ella le devuelve la sonrisa.
—Cierto, Gabriel me va a ir a dejar, así que al pobre Julio le toca irse solo —responde Lore riendo—. Y tengo que aclararles, que a nuestro amigo no le gustan los hombres, así que no le interesará irse con ninguno de ustedes.
—Sí, es tan puto como ustedes —les dice Sofía.
—Ya no hablen así de él, nosotras lo queremos mucho —les digo a los tres—. ¡Como amigo! —aclaro, cuando veo la mirada de Stefan.
—Sí, es más como nuestro hermano —comenta Lorena.
—Sí, de hecho me llevo más con él, que con Harry —dice Sofía.
—Yo me llevo igual que con Brandon —les comento.
—¿Quién es Brandon? —pregunta Javier.
—Mi hermano —le respondo.
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Señor Brown no firmaré ese contrato.
RomanceBianca, anhelaba con todas sus ansias ser aceptada en el programa de pasantías de BS Corporation, y sintió pánico, cuando estando en el sofisticado edificio, ya lista para su entrevista, un descuido la hizo caer con su trasero sembrado en el piso, a...