Capítulo 14 - Por Bianca Winston.

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Cerca de las cinco de la tarde Gisela me dice que debo reunirme con el señor Suazo y me lleva hacia su oficina.

—Entra —me pide abriendo la puerta.

—Gisela, si tienes tiempo podrías acompañarnos por favor —le pide a ella.

—Sí, Licenciado —dice entrando atrás de mí.

—Tomen asiento por favor —nos ofrece indicando las sillas.

—¿Qué tal como te has sentido en tu primer día Bianca? —me pregunta.

—Muy bien Licenciado, Adela ha estado explicándome sobre la cultura corporativa, y me entregó el instructivo para el personal de nuevo ingreso, me tomaron la fotografía para mi identificación de empleado y ya me entregaron mi tarjeta de acceso.

Muy bien, prácticamente este día fue para que conocieras más a fondo sobre nuestra corporación, a medida vaya pasando el tiempo vas a ir conociendo más y te vas a enamorar de nosotros —dice con total convicción.

—Será un orgullo llevar a BS en el corazón —le digo muy emocionada.

—Bien, como verás no se te ha asignado a un área aún, porque estábamos analizando la posibilidad de asignarte como asistente en el área de presidencia, la asistente sénior es Ana y está por irse con licencia por maternidad, está preparando a Abigail que es la asistente junior para que la sustituya durante su ausencia, y tú la apoyarías con algunas funciones de Ana, y otras de ella ¿te interesa?

—Por supuesto que sí —respondo procurando mantener a bajo control los nervios—. Sé que es una gran oportunidad, les agradezco por pensar en mí.

—El único detalle para este puesto son los horarios —dice el Licenciado Suazo—. Como asistente de presidencia se necesita a alguien con jornada completa, sé que de momento estás de vacaciones, y quizá no tengas mayor inconveniente, pero no sé, ¿cómo te las arreglarías cuando inicies clases?

—Solo me faltan dos materias y puedo acomodarlas por la mañana, antes del trabajo o por la noche, después de él —le explico consiente de que esta es una oportunidad que no puedo dejar escapar.

—Tú conoces tus opciones, tampoco queremos interrumpir ni retrasar que finalices tus estudios, ¡eso también es muy importante!

—No lo van a hacer, hay disponibilidad de horarios para quienes trabajan —le cuento conteniendo la emoción por la noticia.

—Siendo así no habría problema, igual ya estando en el puesto puedes arreglar con el Señor Brown si necesitas algún permiso.

—Gracias, pero espero no tener que molestar al Señor Brown, creo que puedo arreglármelas con mi tiempo libre.

—No se hable más entonces, confiamos en que harás un buen trabajo.

—voy a poner todo de mi parte para estar a la altura y no defraudarlos —me comprometo

—Confió en que así lo harás Bianca, mañana te presentará Gisela con Ana y Abigail y se te asignará tu cubículo. ¡Bien señoritas! No les quito más el tiempo, pueden continuar lo que estaban haciendo.

—Gracias, señor —decimos las dos al mismo tiempo y nos disponemos a salir de la oficina, cuando Gisela ha salido el señor Suazo me llama.

—Bianca.

—Sí, señor —digo entrando nuevamente.

—El Señor Brown confía mucho en que tendrás un excelente desempeño, no lo defraudes

—Pondré todo de mi parte para no hacerlo, Señor —me comprometo.

—Bien, puedes retirarte.

Me reúno nuevamente con Adela, quien estaba explicándome algunos términos de mi contrato laboral, y a las cinco de la tarde me informa Gisela que ya podemos irnos, me pide que termine de revisar el contrato en mi casa, y que sí me genera alguna duda mañana lo revisamos.

Señor Brown no firmaré ese contrato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora