Señor Brown no firmaré ese contrato.

Capítulo 82 por Bianca Winston.

El partido estuvo bastante bien, las chicas de la zona norte, son realmente buenas, pero siendo poco humilde, ¡no más que nosotras!

Me gustó que vinieran Sofía y Lorena a apoyarme, pero dudo que solo lo hicieran por mí, a Sofía le interesaba ver jugar a Javier, y Lorena solo vino a hacernos compañía, aunque últimamente se ha visto muy cercana a Diego; sin embargo, cuando le hemos preguntado al respecto solo responde que no son ni amigos, que se conocieron en la clínica del papá y eso es todo.

Como ayer quedé comprometida con las chicas de la oficina, en que iría con ellas la próxima vez que salieran, no se han hecho esperar y me pidieron que fuéramos ahora, que ayer comieron decentemente, para poder tomarse unas cervecitas hoy en la noche, aprovechando que mañana hasta las dos de la tarde, tenemos el partido y no tendremos que madrugar.

Les pregunté que si podía incluir a mis dos amigas y a Julio, y me dijeron que sí, que sin ningún problema, hasta me pareció ver a mariana contenta, ¡pobre!, no sabe en la que se meterá si llega a tener algo con él, es mi querido amigo y lo quiero mucho, pero como novio, no se lo recomiendo a nadie.

Así que quedamos de vernos más noche en el club, Lorena, Sofía y yo, nos iremos a mi apartamento a arreglarnos, y Julio pasará por nosotras más noche

Obviamente, cuando le comenté esto a Stefan, no le resultó para nada agradable la idea, ya que él no está incluido en el plan, ¡pero qué puedo hacer yo!, ni modo que le diga a las chicas de la oficina, ¡el jefe va a ir con nosotras!, si nunca antes ha salido con nadie de la oficina ni a tomar un café, mucho menos de rumba.

Sé que tarde o temprano se nos va a salir de las manos, mantener lo nuestro en secreto, pero me preocupa sobre todo, lo que vaya a decir mi familia, dudo que a papá le agrade la idea de que esté saliendo con mi jefe.

Pero ahorita, prefiero no pensar en eso, ya me ocuparé de ello, cuando llegue el momento, le mando un mensaje al señor calidez avisándole que ya nos vamos para mi apartamento.

A lo que él, me responde pronto.

Ok. Tengan cuidado, me avisas a donde piensan ir, quien quita y coincidamos, ¡los locos estos quieren salir también!

¡Oh sí!, semejante coincidencia.

Le respondo, y solo recibo una carita por respuesta.

😎

Yo me voy en mi coche, y Lore se va con Sofía en el de ella, en cuanto llegamos nos acomodamos en el sofá, y empezamos a ponernos al día con los acontecimientos ocurridos en esta semana.

—Te veo muy amigable con el engreído de Stefan, ¿desde cuándo son tan cercanos? —me pregunta Sofía.

—Prácticamente, desde que soy su asistente, paso mucho tiempo con él —le respondo sin mentirle.

Pero obviando que no solo pasamos tiempo juntos en la oficina.

—Estás segura de que solo se trata de eso, él también se ve relajado contigo, y no es usual que se lleve tan bien con las chicas, ya les había contado que incluso lo molestan por eso, no se le conoce novia desde hace años, ¡es muy arisco!

—¡Perico baboso!, le digo riendo, y recordando.

La vez en que ella, en la casa de julio, intentó agarrar al perico de la abuela Tona, y este la picoteo, y hasta después nos advirtió la abuela, que no lo agarráramos porque era muy arisco el perico baboso.

—Yo no lo llamaría arisco —le comento defendiendo a mi terrón de azúcar, y antes de que ellas digan algo, les aclaro—. Por lo que me he enterado, sus antiguas novias o parejas, han sacado cuanto partido han podido, solo por el hecho de andar con él, a lo mejor, solo aprendió a ser precavido.