Capítulo 1: Una despedida

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Me acomodé el brasier ajustando mis tetas y giré para mirarme al espejo

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Me acomodé el brasier ajustando mis tetas y giré para mirarme al espejo. Me gusta hacer cosas alocadas para divertirme y disfrutar de un buen día con mis amigas. Pero esto me parece mucho. Es invadir la privacidad de mi amigo.

Es su fiesta de soltero y Lula no tuvo mejor idea que interrumpirla. No nos dejó hacer una pijamada o salir de fiesta hasta la mañana. No, ella solo se carcomía la cabeza pensando que que su futuro marido estuviera en una fiesta con strippers que le estuvieran refregando el culo y las tetas. Entonces tuvo la gran idea de ella ser la stripper.

No creía en "despedirse de la soltería", ella llevaba años en una relación, no estaba soltera hace mucho y no le parecía correcto hacerlo. Fred si quería tener una despedida de soltero y logró convencerla para que ambos pudiera disfrutar una noche con amigos. Pero Lula es terca y nos arrastró hasta el bar que alquilaron los chicos para darles una sorpresa.

Nos vistió con disfraces extravagantes y reveladores. Sostenes, pantalones extra cortos y brillos por todas partes. Emmie no tenía ningún problema con eso, llevaba un top diminuto de color rojo con amarillo y una falda que con solo caminar se le ve el culo. Sabe que del otro lado está su novio, así que también compró un casco de bombero de utilería.

Yo estoy un poco contraída, no tengo a nadie que me esté esperando del otro lado abiertamente. Y estoy casi desnuda, mi brasier es un talle más pequeño y no había tiempo para cambiarlo, y mi falda blanca lleva una pluma colgando en el culo por si alguien quiere pintarme. Si, Lula, se las está dando de chistosita.

Acepté el trago de tequila cuando pasó una camarera cerca. Necesito un poco de embriaguez en mi sistema para pasar esto. No soy alguien que tenga mucha vergüenza, pero esto me parece muy obvio.

—Escríbeme ahí—le dibujé una H con labial rojo en el abdomen a Emmie y luego se pintó los labios. También me lo puso a mí—. Solo por si alguien está aburrido y quiere besarte.

—Nadie estará aburrido en esta fiesta.

Giré otra vez hacia el espejo para ver ahora mis labios rojos resaltantes en mi rostro. Había quitado las puntas teñidas de mi cabello, reemplazándola por un castaño. También lo corté hasta por debajo de mis hombros. Él aún no me había visto con el cabello más corto y tenía curiosidad si se daba cuenta.

—¡Ya es hora, ya es hora!— Lula saltó alocada. Nos repasó a todas de pies a cabeza para que nada nos falte. Todas las novias y amigas de los dos estaban ahí. Revisó una por una, me toqueteó las tetas cuando vio que estaban tan ajustadas y siguió con las de Leah que no lo estaban tanto— listo, vamos. Seduzcanlos, mujeres.

La seguimos por el pasillo y cuando estuvimos listas detrás de la cortina, la música comenzó a sonar. Kathy y Kira entraron primero. Los gritos y silbidos del otro lado nos advirtieron que ya se habían dado cuenta de lo que pasaba. Siguieron otras dos. Luego, Emmie y yo, y por último Lula.

Ni Que Fuera Por Nosotros [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora