Capítulo 38: El último golpe

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Dedicado a Cami136. Besito y abrazo pa ti.

Me decepcioné muchísimo con el resultado de la investigación policial

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Me decepcioné muchísimo con el resultado de la investigación policial.

Mi papá llegó a la puerta del departamento de Aaron en el centro de la ciudad a contarme que las sospechas de Aaron son una absoluta realidad. La madre y el padrastro de Kayden estuvieron involucrados en el robo. Están detenidos en la comisaría y Kayden fue enviado a un hogar de niños temporal.

Aaron no me dijo un “te lo dije” en la cara, pero sus ojos me lo estaban gritando. Me permitió ir a ver a Kayden y despedirme de él, pero no sin acompañarme.

Lo ví entrar a la habitación cabizbajo, se sentó frente a nosotros en aquella mini sala de estar que nos dejaron vacía las señoras del hogar. Se quedó en completo silencio sin siquiera poder mirarme a los ojos.

Compartí mirada con Aaron y luego vimos como con lentitud sacó algo de su bolsillo y lo deslizó por la mesa hacia nuestro lado. Es una caja azul de terciopelo. La abrí y descubrí que contiene nuestros anillos de compromiso.

—¿A ti te parece que está bien esto, Kay?— pregunté guardando la caja en mi bolso.

Sacudió la cabeza.

—Estoy muy decepcionada de ti—admití realmente sintiéndome mal por él, es un buen chico que ha sido llevado por mal camino.

—Perdóname, June —susurró con los ojos cristalizados, sin mirarme aún.

Volví a compartir mirada con Aaron y me dejó la mano sobre la rodilla en señal de apoyo, sabe lo difícil que es esto para mí, sabiendo lo mucho que me encariñé con él. Pestañeo varias veces para no aguar mis ojos.

—Yo sé que no lo hiciste con malas intenciones y que solo fuiste obligado a meterte en mi casa para sacarme información —me miró por primera vez y me angustié al ver lo tristes que se ven sus ojitos—, pero no puedes volver a hacer estas cosas, puedes perjudicar gravemente a alguien y eso no está bueno.

Dejé mi mano palma arriba para que deje la suya. Lo dudó, pero finalmente lo hizo.

—Estoy enojada contigo, ¿De acuerdo? No me gustó nada lo que hiciste a mis espaldas después de lo gentil que fui contigo.

—Lo sé —bajó la cabeza.

—Sin embargo, no voy a dejar de ser tu amiga. Los buenos amigos saben reconocer los errores del otro y ayudarlo a cambiar y mejorar como persona. Si me permites estar en tu vida puedo ayudarte —sus ojos se iluminaron esperanzados—, solo si tú quieres.

Su mirada, sus expresiones, todo en él grita por ayuda. Grita sin decir nada, me aprieta la mano y su labio tiembla. Le echa un vistazo a Aaron. Tiene doce años viviendo una vida que no merece, oprimido por sus padres, obligado a hacer cosas que no quiere, viviendo una vida fuera de una escuela, alejado de amigos. No puedo permitir que le arruinen la vida a un niño, no puedo hacer la vista gorda y apartarme; aún cuando me ha hecho daño y perjudicado a mi familia.

Ni Que Fuera Por Nosotros [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora