Capítulo 50: Todo lo que él quiere

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Llegamos a un acuerdo: no hablar de cosas que la alteren hasta después del nacimiento del bebé

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Llegamos a un acuerdo: no hablar de cosas que la alteren hasta después del nacimiento del bebé. Así que ahora fingimos que esa carta de Freya nunca existió. Le puse una orden de restricción a la madre y, por fin, a Isaac. Este no había hecho nada, pero su existencia ya me molesta.

Juniper no me dijo nada cuando se lo conté, ni una palabra ni una mueca. Solo siguió anotándonos en una clase de yoga para embarazadas.

—Me voy a tener que comprar mallas más grandes y cómodas, las mías ya me ajustan —me avisó después de que le dije que no iba a ir a esa ridiculez.

—¿Si me oíste?

—Oh, ya me aceptaron la inscripción. Empezamos en dos semanas.

—Deja de ignorarme.

—Tengo hambre, ¿Me traes más medialunas?—me pidió con un puchero y pestañeando muchas veces.

Le pedí a una enfermera que le trajera más comida mientras llamé a casa para avisarle a los niños que llegaremos pronto. No han ido a la escuela y tuve que llamar a Hanna para que se quede con ellos y las niñeras.

¿Mamá está bien? Te fuiste muy rápido anoche —me dijo Violett preocupada.

—Si, y lo siento por gritarte. Te traté mal porque estaba asustado —admití y mi mujer levantó sus dedos pulgares para darme su aprobación por el discurso que ella misma me preparó para que le diga a Vi—. ¿Me perdonas?

Si, papi, está bien. ¿Pero mamá está bien?

—Si, solo fue un susto. Te la paso.

Le di el teléfono y se quedaron charlando hasta que le trajeron más desayuno.

Cuando le dieron el alta, regresamos a casa. No puede hacer fuerza, así que no puede levantar a los niños. Tal vez no es lo que dijo específicamente la doctora, pero es lo que yo interpreté. Así que los levanto yo para que la abracen y besen.

—¿Está todo bien? —nos preguntó Hanna en susurros.

—Estoy con pérdidas, pero estoy bien. Tengo que hacer reposo.

—¿Necesitas ayuda con los niños?

—Si, ¿Tienes tiempo para quedarte con nosotros estos días?

—Siempre tengo tiempo para mis sobrinos.

Tomaron el té en el jardín y hablaron por horas del evidente anillo que lleva mi hermana en su dedo. Ya es oficial, se va a casar con Tyler Blake.

Entendí que no puedo impedir que amen a mi hermana como él lo hace. Sé que está en buenas manos y que no correrá el mismo destino que Rose, simplemente, porque no es Rose. Es Hanna, mi hermana menor que nunca se calla las verdades de nadie, pero si las suyas, como que finge ser rubia pero se tiñe cada mes sin decírselo a nadie. Pondré eso en mi discurso para la recepción de su boda sin falta.

Ni Que Fuera Por Nosotros [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora