Durante toda mi vida me he sentido absorbido por la angustia y desesperación más veces de las que me gustaría recordar. Primero cuando me quitaron a mi hermana y sabía que no podía pelear contra la muerte. Segundo, cuando perdí a mi esposa e hijos en un mismo día y no pude salvar a ninguno. Y tercero en el preciso momento en el que parece que todo se vuelve a repetir al mismo tiempo. Cuando estoy en una ambulancia llevando a mi hijo entubado y herido con una fractura expuesta y a su lado está su madre con respiradores artificiales porque no puede respirar.En mi cabeza solo se escucha la sirena. No puedo volver en sí ni cuándo abren las puertas y médicos y paramédicos sacan la camilla con Ethan, ni cuando June sale disparada tras él dejando los respiradores, ni cuando la lluvia que se desató me enfría los huesos.
Mis pies se mueven, pero mi mente está congelada. Congelada frente al hospital del que entré tantas veces con familiares y salí solo.
Los enfermeros me empujan por accidente al ingresar apurados, los doctores me exigen que vaya con ellos y solo veo a mi mujer corriendo junto a la camilla de Ethan. Camilla que deja un camino de sangre hasta debajo de mis pies.
—¡Aaron!—vuelvo a mí cuando la médica de confianza de June me grita —¡¿Qué pasó?!
—N-no…no sé…
—Bueno, de acuerdo, calma. Respira. Respira hondo.
No deja que me calme mucho cuando siento como me lleva rápidamente hasta la sala de urgencias que atravesamos. Nos detenemos frente a una recepción donde me pasan papeles que tengo que firmar, y dar detalles sobre Ethan y luego sobre June. Pasamos el pasillo, llegamos a terapia intensiva y finalmente quirófanos donde June está discutiendo con un cirujano que no la deja entrar.
—¡Es mi hijo, quiero estar ahí! —se agarra de su bata, suplicante —por favor.
—No puede ingresar, señora, lo siento. Le informaré todo lo que ocurra. Haremos todo lo posible por salvarlo —y pasa las puertas dejándonos solos y en silencio.
—¿Salvarlo? Pero si él está bien —dice bajito y me parte ver sus ojos— Dime qué Ethan está bien.
—Lo estará.
••••••
Aún no ha salido de cirugía y no nos han dicho nada más que debemos seguir esperando. No he podido moverme desde que ingresé y June no ha dejado de caminar de un lado al otro con uno de los respiradores que le dieron.
No aparto la vista de mis manos donde tengo sangre seca de mi hijo, los puños de mis mangas están manchados y empieza a faltarme el aire. Quiero quitarme la sangre, pero no sale y miro a los costados recordando cuando estuve aquí la última vez y me dijeron que mis bebés ya no estaban con vida, que mi esposa había sufrido un paro cardiaco y no sabrían si pasaría la noche. Cuando me dijeron que debía despedirme de los amores de mi vida porque alguien no prestó atención al conducir.
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Ni Que Fuera Por Nosotros [#3]
Teen FictionLIBRO 3- Trilogía COMPLICACIONES Todo parecía marchar con calma en la familia Larken Blair. Los problemas habían puesto pausa. Los conflictos pararon. La paz comenzó a reinar. Pero, si, siempre hay un pero. Estamos hablando de la familia Larken Blai...