Capítulo 12: Tratamientos

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No era tan sorprendente que hayamos regresado

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No era tan sorprendente que hayamos regresado. Todos sabíamos que tarde o temprano estaríamos juntos otra vez.

No quiero acelerar las cosas y que todo vuelva a arruinarse como la primera vez. Cuándo empezamos hicimos muchas cosas mal, nos salteamos pasos y etapas, si, teníamos una razón, Ethan y Mateo nos necesitaban para poder adoptarlos rápido. Pero Juniper es una mujer impaciente cuando se trata de su familia, fuimos demasiado rápido, nos casamos, tuvimos bebés y todo se arruinó. No pienso seguir el mismo camino. Todo tiene que salirnos bien esta vez, porque será la última y ya no estoy dispuesto a sufrir una vez más.

No voy a exponer mis sentimientos y que vuelvan a destrozarmelos. Esta vez voy a ser cauteloso. No sólo por mí, si no también por mis hijos. Necesito cuidarlos de todo mal.

Mi cumpleaños remonta de la mejor manera, Fred y su familia se unen a nosotros y pasamos una buena tarde en el club deportivo. Juniper juega con los niños al básquet, hacen un buen partido hasta que ella se cansa y los deja solos.

Ella también está siendo cautelosa, no me lo dice pero me doy cuenta. Mantiene su espacio entre ambos, se rehúsa a estar demasiado cerca y todo me remonta a aquellos años en los que se me pegaba y ni una grúa podía despegarla de mí. Era lo más hermoso del mundo tener a la mujer que quería dándome besos y abrazándome cada vez que podía. Sin embargo, las cosas han cambiado y ahora ambos tenemos que aprender a llevar las cosas con calma.

Juniper es la mujer más energética y entusiasta que conozco, hace un gran esfuerzo por quedarse en su silla quietecita y no venir a la mía. Hasta me da gracia como repiquetea sus pies en el suelo, ansiosa. Cuándo me río, ella rodea los ojos.

—¡Papi, mira!—Megan me llama a los gritos para que le preste atención mientras encesta una canasta. Aplaudimos para ella y hace una reverencia contenta.

—¡Otra vez! Amari vienes a mi equipo— grita enojado Mateo por haber perdido.

—No es tu equipo, es mi equipo —se queja Violett y toma el mando—. Amari, ven a mi equipo.

Comienzan un nuevo partido e incluyen a Paz. Es una bebé que gatea de un lado al otro, pero ellos se divierten viéndola seguir la pelota y se enojan cuando la agarra y no quiere dárselas.

—Que hermosa que es mi bebé —suspira Fred, enamorado—. Una mía iguala a los cinco suyos.

—En tus sueños —decimos a la misma vez.

—Lo lamento, pero Amari se lleva todos los premios.

—Ja, son muy hermosas, si. Pero, ¿han visto a Megan? —interrumpo.

—Si, pobrecita, es muy parecida a ti —se burla Fred.

—Pobre de Paz. Espero que no salga tan torpe como su padre —contraataca.

—¡El burro hablando de orejas!

—Ay, por favor, que conversación es esta —Emmie llega con una bandeja de alcohol —antes hablábamos cosas de adulto, fornicación, embriaguez y ahora hablan de niños y pelean por cual es el más lindo. Pues, lamento informarles que ninguno es más lindo que yo.

Ni Que Fuera Por Nosotros [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora