Capítulo 34: Viaje con un solo propósito

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Dedicado a Vale O, o de oro puro. Gracias por leer, te mando unos billetes de Aaron como agradecimiento. 🩷

No me gusta darle tanta responsabilidad a Zander, pero Aaron confía en él y me obliga a también hacerlo organizando todo para que nada les falte ni les falle

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No me gusta darle tanta responsabilidad a Zander, pero Aaron confía en él y me obliga a también hacerlo organizando todo para que nada les falte ni les falle.

—Muñequitas, ¿Están listas para irnos?—Jack vino a recoger a Violett y Megan para tener una salida de abuelo -nietas. Lo siento bastante triste y nostálgico desde que lo veo bajar de su auto y cuando me besa la cabeza y veo su collar con la letra R en cursiva lo entiendo todo.

—¿Estás bien?— le susurro en la puerta y asiente sin dar explicaciones. Oculta todo tras una sonrisa Larken que ilumina media sala cuando sus dos nietas vienen a buscarlo.

—¡Abuelo, atrápame!— Megan se tira en el aire con plena confianza en que la agarrará. Jackson la levanta en su brazo sin problema y con el otro toma la mano de la mayor.

—¿A dónde vamos a ir?— pregunta Violett.

—A todas partes. Saluden a su madre.

—Sean buenas niñas —las besuqueo a las dos y me cruzo de brazos en la entrada mientras los veo partir.

Dan vuelta a la fuente con las dos saludando desde la ventana y el portón principal se abre para darle entrada al Lamborghini de Zander y salida a mi suegro.

—¿Por qué se las lleva solo a ellas?— me sobresalto con la pregunta de Mateo, no lo oí salir.

—Otro día los llevará a ustedes —acaricio sus rizos y se apoya en mi pierna mientras esperamos a su tío acercarse.

Amari baja del auto muy contenta y viene a mí dando brincos y agitando una margarita.

—¿Por qué está tan sonriente?—murmura Mateo.

—Es feliz, ¿Tú no eres feliz?

—Si, pero no me veo tan tonto por ser feliz.

—No seas malo.

—¡Hola, tía June!

—Hola, hermosa. ¿Qué traes por ahí?— me arrodillo para abrazarla y me da su margarita que está recién arrancada. En la esquina de la calle hay una vecina que tiene esas plantas en su jardín delantero, pero finjo que jamás había visto una flor tan bella.

—Es para ti.

—Gracias, nena.

Mateo toce repentinamente intentando llamar la atención y Amari lo mira sonriente.

—Para ti también tengo una, ogro —saca una del bolsillo de su vestido y aunque está un poco aplastada se la da.

—Bebé, ¿Qué se dice?

—Está horrible.

—Mateo.

—Gracias, Ama.

—De nada. ¡Tío Aaron!— apenas lo ve corre a él con alegría y yo me pongo de pie con ayuda de la mano de Zander que me levanta— te traje una flor pero se la dí a Mateo para que no joda.

Ni Que Fuera Por Nosotros [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora