Capítulo 14: Ojitos Tristes

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Los niños y yo estamos complotados

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Los niños y yo estamos complotados.

Tenemos un plan de acción perfecto sin lugar a fallos.

La misión es cuidar de mamá.

Tuve que hacerlo así. Juniper puede hablar con ellos sinceramente y sobrellevar cualquier momento malo. Pero yo no. Este es mi método. No sé cómo hacer esto solo, pero me di cuenta que no necesito hacerlo solo. Tengo a mis hijos que me pueden ayudar.

El plan es este: no molestar a mamá, portarse bien, consentir a mamá, cuidar de ella y sacarle una sonrisa.

Los últimos días han sido difíciles. No se encierra en una habitación y se deprime como yo hice. Sigue con su vida tan bien como puede. Pero esa es la cosa, no puede. Hay ojeras, hay llantos, hay cansancio, hay tristeza. Las sonrisas ya no son tan fáciles de verlas en su rostro. La encuentro varias veces llorando en los rincones y más tiempo del necesario metida en la ducha.

Cuando regreso de la academia, la encuentro metida en la cama tapada hasta la cabeza y es muy extraño porque apenas son las tres de la tarde. Juniper es como un girasol, hasta que el sol no se pone ella seguirá activa.

Trata de darme una sonrisa cuando me ve sentarme a su lado, pero no le sale tan bien. Quito la sábana hasta sus hombros y acaricio su cabello.

—¿Qué haces acá metida? Son las tres.

—Tres y media—me corrigió mirando el reloj de mi muñeca—. Me dolía la cabeza y quería acostarme. ¿Ya vinieron los niños?

—Aún no.

—Bueno —volvió a taparse y movió sus piernas hasta su pecho.

No es la primera vez que la encuentro así y esa vez me desprendo de mi cinturón para que no moleste, me quito los zapatos y me meto bajo las sábanas frente a ella. Me mira y la sonrisa que me da se ve más genuina.

—¿Qué haces?

—¿No nos vamos a quedar aquí hasta que vengan los niños?

—No sé, ¿Lo haremos?

Me encogí de hombros y dejé mi mano sobre su muslo que estaba tomando mi pecho.

—¿Soy la peor?

—¿De qué hablas?

—De que soy la peor novia del mundo. Lamento estos días. Soy una roca, no sirvo.

—Shh, shh, no digas eso —la atraje tanto como pude hasta mí—. Eres la roca con las pecas más lindas del mundo.

Eso sí que me dio mi sonrisa.

—Así que…¿Novia, eh? ¿Ya es oficial?

—¿No lo era?

—Creí que solo estábamos saliendo.

—Si salimos tiene que ser a algún lado y ese lado tiene que ser una relación.

Ni Que Fuera Por Nosotros [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora