No sabía cómo tomarme aquello. Estaba en shock. ¿Realmente había escuchado bien? ¿Freya murió?
Tenía muchas preguntas y ninguna me salía de la boca. No podía reaccionar y Juniper empezó a desesperarse más por nuestra falta de respuesta clara. Ni siquiera Aaron dijo algo, solo volteó a mirarme para ver cómo estaba yo.
—¡Fue tu culpa! ¡La mataste! Toda la vida te ha odiado, ¿No podías darle un poco de atención?
—¿Qué mierda dices?
—Si la hubiera aceptado en vez de haber hecho lo que hiciste, ella estaría viva. ¿Por qué no la escuchaste? Ella estaba mal y solo quería estar contigo, ¡Su hermana!
¿Realmente estaba escuchando eso? ¿En serio que estaba diciendo todas esas cosas a mí?
—No te permito que le hables así. Sal de mi propiedad antes que me enoje de verdad —con unas simples señas Aaron ordenó que la quitaran del medio, rodeó el auto y vino a mí de inmediato —¿Estás bien?
—Si, es que…¿Freya…?
—No sé, lo averiguaré.
—¡La mataste, June! ¡Fue tu culpa!
Los guardaespaldas la apartaron tanto como pudieron y volvimos a meternos al auto para entrar por fin a la casa.
Una vez en nuestra sala me senté en el apoyabrazos del sillón mientras él hacía las llamadas necesarias. No sabía cuál era la respuesta que quería escuchar. Freya sería siempre el fantasma que me atormentara por las noches. La causa de mis mayores inseguridades, sería siempre la razón de mis traumas. Ella siempre será mi pesadilla viviente. Pero ahora…si no vive, ¿No hay pesadilla?
No sé si es algo bueno o malo. Si es moralmente correcto o no. Solo llevo mi mano a mi pecho sintiendo la taquicardia «“¡Fue tu culpa!”», y la bajo a mi vientre sintiéndome inquieta.
Aaron vuelve serio y le mira con el teléfono en mano.
—Dilo de una vez.
—Falleció en la madrugada. Pidió ir a la enfermería, se robó un frasco de medicamentos y se mató en su celda.
Esperó una reacción mía, que le dijera algo o algún gesto. No recibió nada, yo no recibí nada de mí misma. Es muy repentino, muy de la nada. Ella se suicidó de un día para el otro sin aviso, sin darme tiempo siquiera pensar en alguna remota posibilidad de que esto pudiera pasar. Jamás me lo imaginé.
—Señor, su abogado está afuera —dijo Teresa en la puerta y Aaron le permitió el paso.
Se arrodilló frente a mí y llevó su mano sobre la mía.
—¿Estás bien?
—No-no sé.
—Tranquila. Solo respira hondo.
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Ni Que Fuera Por Nosotros [#3]
Teen FictionLIBRO 3- Trilogía COMPLICACIONES Todo parecía marchar con calma en la familia Larken Blair. Los problemas habían puesto pausa. Los conflictos pararon. La paz comenzó a reinar. Pero, si, siempre hay un pero. Estamos hablando de la familia Larken Blai...